El presidente de Red Eléctrica de España (REE), Luis Atienza, afirmó que la electricidad tendrá que subir «inevitablemente», por el aumento del precio de las materias primas, y calificó de «irreal» pensar que la luz pueda «permanecer al margen de la evolución del resto de los costes».

En declaraciones al programa de Onda Cero «Herrera en la Onda», Atienza explicó que si los costes de producción de la luz han crecido en los últimos cuatro años «entre un diez y un quince por ciento» por la escalada de los precios de las materias primas (petróleo, gas y carbón), la tarifa debe reflejarlo. «En algún momento habrá que pagar esa factura, si no ahora, en el futuro», dijo.

En cuanto a los beneficios que generaría para las eléctricas el aumento del 11,3 por ciento del precio de la luz propuesto la semana pasada por la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Atienza señaló que no se deben considerar «excesivos» y que son necesarios para financiar los «importantes esfuerzos inversores» de las empresas.

Preguntado sobre el papel de la energía nuclear, Atienza se mostró contrario a prescindir de ninguna fuente de energía, a pesar de la «exitosa apuesta» por las energías renovables, dada la elevada dependencia energética del exterior que tiene España (80%) y la necesidad de luchar contra el cambio climático y garantizar la seguridad de suministro.

La propuesta de subida del precio de la luz que la semana pasada hizo la CNE actualiza el coste de la producción de energía y mantiene el resto de costes del sistema eléctrico (transporte, distribución, peajes por uso de redes, entre otros), que sólo se revisan a principios de cada año.

La CNE cree que un «escenario razonable» sería considerar un precio de 66,14 euros por MWh, frente a los 53,67 euros vigentes en las tarifas actuales, lo que supondría un incremento del 11,3 por ciento.

El secretario general de Energía, Pedro Marín, dijo que tomará en «mucha consideración» la propuesta de subida de tarifas de la luz en julio que elabore la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que podría recomendar un incremento del 20 por ciento, «en línea» con sus últimos informes.

En declaraciones a los medios tras su intervención en la reunión anual de la Asociación Española de Gas (Sedigas), Marín afirmó que, cuando llegue la propuesta de la CNE, se estudiará «con mucha consideración».

Marín dijo que la CNE «se mantendrá en la línea de las propuestas que ha hecho en sus últimos informes», en los que recomendaba subidas de entre el 19 y el 30 por ciento dependiendo del tipo de consumidor.

La CNE recordaba que estos incrementos son necesarios para que el precio de la electricidad recoja los costes de producción y no se genere el denominado déficit de tarifa.

Esta será la primera vez que la CNE haga una propuesta de revisión tarifaria, ya que hasta ahora el regulador energético se limitaba a emitir su opinión sobre los borradores de orden ministerial que le enviaba Industria. No obstante, las recomendaciones de la CNE no son vinculantes. A pesar de ello, Marín dijo que tendrá en cuenta la opinión de la CNE, ya que «para eso se cambió la normativa».

El Secretario General de Energía dijo que las medidas adoptadas en la legislatura anterior para acabar con el déficit fueron «insuficientes» y que para solucionarlo habrá que adoptar alguna iniciativa «adicional».

– Miguel Sebastián ha aclarado que la subida será razonable

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, ha aclarado que el Gobierno «no ha recibido aún la propuesta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE)» sobre la subida de las tarifas eléctricas, aunque ha garantizado que el alza previsto para verano será «razonable».

En declaraciones a los periodistas antes de asistir a la clausura del Foro Burgos, protagonizada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Sebastián ha puntualizado que la subida debe ser «razonable con una situación de necesidad de ahorro energético», compatible con las inversiones necesarias para «garantizar la calidad de suministro» y para que «nuestra economía siga creciendo».

No obstante, ha agregado que la cifra de la que se ha hablado, con un alza que ronde el 20 por ciento, no le parece «razonable», por lo que ha insistido en que, sea cual sea la propuesta de la CNE, «es el Gobierno el que toma la decisión sobre las tarifas eléctricas».

La CNE «tiene todo el derecho y el deber de hacer la propuesta que crea conveniente», pero el Gobierno la desconoce, por lo que «esa decisión no está tomada, ni siquiera considerada», ha insistido.

El barril de Brent cerró por encima de los 122 dólares en el mercado de futuros de Londres, tras aproximarse a los 123 dólares, en una jornada en la que el anuncio del aumento de las reservas de petróleo de EEUU no ha contribuido a suavizar la escalada de los precios del crudo.

El barril de Brent para entrega en junio cerró a 122,32 dólares, 2,01 dólares más que en la jornada anterior, después de una sesión en la que su cotización ha llegado a oscilar 3 dólares, pues el mínimo se situó en 119,34 dólares.

La tendencia alcista del oro negro responde, según los analistas, al temor a una posible interrupción del suministro, tras los ataques rebeldes contra la industria petrolífera en Nigeria, primer productor africano de crudo.

Después de alcanzar el pico de 122,70, el Brent, de referencia en Europa, continuó por encima de los 122 dólares contra todo pronóstico, pues los expertos esperaban que el precio del crudo de referencia en Europa se suavizara tras conocerse los datos de reservas del petróleo estadounidense.

Por su parte, el precio del crudo de Texas cerró por encima de 123 dólares en Nueva York, tras cotizar a 123,80 dólares poco antes de terminar la jornada.

Esta nueva escalada del crudo se produce a pesar de que el departamento de Energía de EEUU anunciara que las reservas de petróleo en ese país, primer consumidor energético del mundo, aumentaron la semana pasada en 5,7 millones de barriles, situándose en 325,6 millones.

La mayoría de los analistas esperaba un incremento de más de dos millones de barriles en las existencias de crudo y el Gobierno de Washington ha asegurado que con este incremento del 1,82 por ciento las reservas de crudo se encuentran dentro de la media en esta época del año.

Aparte del miedo por la interrupción del suministro, otro factor que ha impulsado al petróleo a valores máximos es, a juicio de los expertos, la advertencia del banco de inversiones Goldman Sachs de que el petróleo podría alcanzar antes del año 2010 los 200 dólares por barril.

Además, las tensiones con Irán, cuarto productor mundial de crudo, por su programa nuclear, contribuyen a la subida del precio del crudo.

El petróleo Brent, de referencia en Europa, subió 3,43 dólares en el mercado de futuros de Londres y cerró justo por debajo de los 118, impulsado por los temores a una escasez de suministro.

El barril de Brent para entrega en junio cerró a 117,99 dólares en el International Exchange Futures (ICE), 3,43 dólares más que al cierre de la sesión del viernes, cuando acabó en 114,56.

Durante la sesión, el Brent marcó un nuevo récord al pagarse a 118,58 a las 17:18 GMT.

La subida del Brent coincidió con el aumento del Texas en Estados Unidos, que superó por primera los 120 dólares en Nueva York.

El encarecimiento del petróleo se debe a una creciente preocupación de los mercados por una posible escasez del suministro, sobre todo desde Nigeria, donde ha habido nuevos ataques a instalaciones que han afectado a la producción de Shell.

Influyen también las tensiones con Irán por su programa nuclear, después de que el Gobierno de Teherán rechazara los incentivos económicos ofrecidos por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania para que suspenda su polémico programa atómico.

La tendencia alcista del crudo empezó de nuevo el pasado viernes, cuando sumó más de cuatro dólares impulsado por los ataques aéreos de Turquía en el norte de Irak, una zona rica en petróleo, contra el cuartel general del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

El último récord marcado por el Brent fue el 25 de abril, cuando cotizó a 117,56 dólares en el mercado londinense.