Bruselas multa con 302 millones de euros a productores de cables eléctricos por formar un cártel
La multa afecta a un grupo de compañías que incluía a seis empresas europeas, tres japonesas y dos coreanas, y también a sociedades matrices que estuvieron involucradas, como el banco de inversiones norteamericano Goldman Sachs, que deberá pagar 37 millones de euros.
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable europeo de Competencia, Joaquín Almunia, dijo en rueda de prensa que las empresas sabían muy bien que lo que estaban haciendo era ilegal, por lo que actuaron «con prudencia y gran secreto».
«A pesar de ello y con el esfuerzo conjunto de distintas autoridades de la competencia de todo el mundo hemos detectados esos acuerdos contrarios a la competencia y les hemos puesto fin», señaló.
Los cables que fabricaban las empresas implicadas se utilizan para proyectos de infraestructuras, en centrales eléctricas o parques marinos, y para interconectar las redes eléctricas en distintos países.
La investigación revela que desde 1999 hasta las inspecciones llevadas a cabo por la Comisión Europea en enero de 2009, los fabricantes llevaron a cabo acuerdos mutuos, de manera que los productores europeos y asiáticos se mantenían fuera de los territorios ajenos y se dividían gran parte del mercado mundial restante.
La mayor parte de los grandes productores de cables de alto voltaje a nivel mundial estaban implicados en los acuerdos. En particular, incurrieron en esas prácticas ABB, Nexans, Prysmian (anteriormente Pirelli), J-Power Systems (antes Sumitomo Electric y Hitachi Metals), VISCAS (conocido previamente como Furukawa Electric y Fujikura), EXSYM (previamente SWCC Showa y Mitsubishi Cable), Brugg, NKT, Silec (antes Safran), LS Cable y Taihan. La Comisión Europea precisó que la empresa ABB ha recibido «plena inmunidad», debido a que fue la primera en revelar el cártel a la Comisión Europea.
Algunas sociedades matrices de las involucradas también deberán asumir una responsabilidad, por ejercer una influencia decisiva en esas prácticas; es el caso de la empresa de inversiones Goldman Sachs, anterior propietaria de Prysmian, indicó Almunia.
Durante casi 2 años, Goldman Sachs tenía casi el 100% de los derechos de voto en Prysmian, podía nombrar al nuevo Consejo de dirección, estaba representada en las reuniones de esa empresa y conocía los negocios de esa firma, precisó el comisario.




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