Bruselas declara vinculante el compromiso de EDF sobre las medidas anticompetitivas

La Comisión Europea inició en 2007 una investigación en profundidad para analizar si la compañía abusaba de su posición dominante, al sospechar que sus contratos a los grandes consumidores de electricidad podían obstaculizar la entrada y expansión de competidores en el mercado francés.

Para remediar ese supuesto abuso, EDF se compromete a permitir cada año que un número elevado de clientes concluyan sus contratos con otros proveedores de electricidad, así como a suprimir las restricciones a la reventa.

Esta decisión pone fin a la investigación y declara vinculantes dichos compromisos hasta 2020, según explica la Comisión Europea.

Esta medida «representa un avance importante sobre la vía de la liberalización efectiva del mercado francés de la electricidad en provecho de los grandes consumidores y, por extensión, de la economía en su conjunto», ha declarado el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia.

Según lo comprometido, la eléctrica aceptará abrir a la competencia el 65% de la electricidad que suministra a clientes industriales establecidos en Francia, cada año.

En el caso de que su participación en el mercado se redujese, este porcentaje disminuiría, pero los volúmenes que EDF podría contratar se verían limitados en cualquier caso. Además, los contratos celebrados con nuevos clientes industriales no podrían tender una duración superior a cinco años.

EDF también se ha comprometido a ofrecer siempre dos tipos de contratos, uno de los cuales dejaría al cliente la opción de satisfacer parte de sus necesidades eléctricas con otro suministrador.

Sobre las restricciones a la reventa de electricidad, la empresa se ha comprometido a eliminar esa cláusula de los nuevos contratos a partir del 1 de julio de 2010, y a informar en esa fecha a sus antiguos clientes de la nulidad de esa disposición.

Todas estas medidas serán aplicables por un período de diez años, a menos que la participación de EDF en el mercado descendiese a menos de un 40%, lo que liberaría a la eléctrica de estos compromisos.

Si EDF incumple sus compromisos, la Comisión podría imponerle una multa máxima del 10% de su cifra total de negocios, sin necesidad de verificar que la compañía ha violado la normativa de competencia de la Unión Europea.