Bruselas consulta a todos los estados miembros cómo debe ser el acuerdo internacional en 2015 contra el cambio climático

La comunicación realizada por la Comisaría de Acción por el Clima, «reclama colaboración» de las partes, los Estados miembro y las instituciones de la Unión Europea para que den su opinión sobre cómo diseñar el acuerdo de 2015, que establecerá el régimen internacional de lucha contra el cambio climático a partir de 2020.

En este sentido, la comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, recordó que en la cumbre del Clima de Copenhague (2009) se acordó mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados para evitar «repercusiones más graves» del cambio climático. La comisaria manifestó que aquello fue «un gran acierto», pero añadió que el mundo se aleja día a día de este objetivo, por lo que «es necesario hacer algo más».

A su juicio, se necesita una «mayor colaboración por parte de todos» y, para lograr este éxito es preciso un «ambicioso acuerdo internacional en el que todas las economías más importantes se comprometan a tomar medidas con arreglo a sus capacidades actuales y futuras».

Por ello, añadió que el presente documento se propone dar forma a la posición de la Unión Europea y contribuir al logro de un acuerdo «lo más sólido posible en 2015».

La consulta pública tendrá lugar hasta el 26 de junio y el 17 de abril se celebrará en Bruselas una conferencia de las parte interesadas, según anunció la Comisión Europea.

En este contexto, el departamento que dirige Hedeegar, recordó que los miembros de las Naciones Unidas lanzaron las negociaciones sobre el nuevo acuerdo climático a finales de 2011 en Durban. La consulta pública coincide con una intensificación de las negociaciones que está teniendo lugar este año.

Además, Hedegaard insistió en que el acuerdo de 2015 deberá aunar el actual cúmulo de disposiciones vinculantes y no vinculantes que contienen la Convención Marco de las Naciones Unidas y el Protocolo de Kioto en un régimen único y global.

Asimismo, recordó que mientras la Unión Europea junto con otros países europeos y Australia contrajeron un segundo compromiso jurídicamente vinculante en el marco del Protocolo de Kioto, otros 60 países de todo el mundo se adhirieron a diferentes tipos de compromisos no vinculantes destinados a reducir o limitar el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Al mismo tiempo que las negociaciones internacionales sobre el acuerdo de 2015, se lanzaron negociaciones paralelas en el contexto de la Plataforma de Durban para buscar la forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo antes de que el acuerdo entre en vigor en 2020.

«Esto refleja el reconocimiento de que existe un abismo entre las promesas de emisión de los países para 2020 y lo que es necesario para enderezar el camino hacia un mantenimiento del calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados», reconoció la comisaria.

Aunque la comunicación consultiva se centra en el acuerdo de 2015, hizo hincapié en que las medidas que se tomen antes de 2020 serán fundamentales para orientar las políticas de tal forma que el acuerdo sea un éxito.

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