Bruselas aprueba una estrategia para reducir las emisiones de CO2 de los camiones y los autobuses

Las emisiones de los camiones y autobuses son ahora «insostenibles» y representan alrededor de un cuarto de las emisiones provocadas por el transporte por carretera y el 5% del total de gases de efecto invernadero de la Unión Europea. Entre 1990 y 2010 aumentaron un 36% y, si no se toman medidas, entre 2030 y 2050 se mantendrán próximas al nivel actual, que «no es aceptable desde el punto de vista medioambiental», según el Ejecutivo comunitario.

La comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, explicó que «hoy estamos dando los próximos pasos para reducir las emisiones del transporte por carretera. En primer lugar se regularon los automóviles y las furgonetas, y ahora podemos comprobar los resultados: se han reducido las emisiones, la contaminación atmosférica de las ciudades está disminuyendo y los consumidores disponen actualmente de vehículos innovadores de bajo consumo. Por ello, pasamos ahora a los camiones y los autobuses«.

«Esta estrategia presenta nuevas medidas que, con el tiempo, permitirán reducir las emisiones de CO2 de estos vehículos, ayudar a los operadores del sector a ahorrar dinero y a hacer que la Unión Europea sea menos dependiente de las importaciones de petróleo«, dijo Hedegaard.

La Comisión, que invitó al Parlamento Europeo y al Consejo Europeo a apoyar la Estrategia, indicó que las emisiones de CO2 de los automóviles y furgonetas nuevos se están reduciendo gracias a normas de la Unión Europea de reciente aprobación y la Estrategia adoptada ahora es la primera que aborda las procedentes de los vehículos pesados.

Bruselas puso a punto un instrumento de simulación informática, VECTO, para medir las emisiones de CO2 de los vehículos pesados nuevos. Con su ayuda, pretende presentar el año que viene propuestas legislativas que impondrán la certificación, la declaración y el control de las emisiones de camiones y autobuses. Estas medidas contribuirán, según el Ejecutivo comunitario, a mejorar la transparencia del mercado y favorecerán la adopción de las tecnologías más eficaces en el plano tecnológico.

En concreto, la Estrategia se centra en medidas a corto plazo para certificar, notificar y controlar las emisiones de los vehículos pesados y es un primer paso para su reducción porque la posibilidad de comparar camiones, autocares y autobuses es difícil debido, en gran medida, a la gran variedad de modelos y tamaños de camiones, que están muy adaptados a las necesidades del mercado y se producen en cantidades menores que los coches y las furgonetas.

Cuando esta legislación esté en vigor, la Comisión Europea podrá proponer nuevas medidas para reducir las emisiones de CO2 procedentes de los vehículos pesados. A medio plazo, la estrategia no descarta imponer topes obligatorios a las emisiones de camiones y autobuses. Pero también plantea opciones alternativas como el desarrollo de infraestructuras modernas que permitan carburantes de sustitución para los vehículos pesados, una tarificación más inteligente de la utilización de las infraestructuras, la utilización eficaz de la fiscalidad por parte de los Estados miembros y otros mecanismos de mercado. Bruselas realizará un análisis de impacto para determinar cuál es la mejor.

Los estudios llevados a cabo en el marco de la preparación de la estrategia indican que las tecnologías de punta permitirían reducir al menor coste las emisiones de camiones y autobuses al menos un 30% de las emisiones de CO2 procedentes de los vehículos pesados.

Las furgonetas españolas, de las menos contaminantes de la UE

Las furgonetas españolas vendidas el año pasado fueron de las más eficientes de toda la Unión Europea, ya que emitieron un promedio de 163 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, cuando la media comunitaria es de 173,3, según datos dados a conocer por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).

Así, España es el séptimo país de la Unión Europea con furgonetas nuevas menos contaminantes, sólo por detrás de Malta (150 gr/km), Portugal (151), Francia (153), Bulgaria (156), Chipre (160) y Grecia (161).

La AEMA señaló que el año pasado se vendieron 1,2 millones de furgonetas en la Unión Europea, que emitieron un promedio de 173,3 gramos de CO2 por kilómetro, lo que supone cumplir la meta de 175 gr/km fijada para 2017.

También cumplieron por adelantado este objetivo fijado por el Parlamento Europeo otros seis países: Italia (164), Dinamarca (165), Suecia (167), Letonia y Rumanía (172), y Holanda (173). Lejos quedaron Eslovenia (196), Alemania (193), República Checa (189), Eslovenia (188), Austria (186) y Reino Unido (185).

Por otro lado, la AEMA subrayó que los automóviles nuevos mejoraron su eficiencia en un 4% entre 2012 y 2013, y cumplieron dos años antes el objetivo fijado para 2015.

No obstante, la Agencia Europa de Medio Ambiente precisó que los datos sobre furgonetas encierran «incertidumbres» debido a que existe una multitud de vehículos comerciales ligeros homologados y diferentes partes están construidas por varios fabricantes, en cuyo caso la empresa fabricante del vehículo se hace responsable de las emisiones finales de CO2.

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