Bruselas afirma que si Rusia corta el gas en enero casi toda la UE se vería afectada y pide hacer tests de estrés
«Si se produce una interrupción de suministro en enero cuando la demanda es máxima, casi toda la Unión Europea, excepto la Península Ibérica y el sur de Francia, resultarían directamente afectados», afirmó la Comisión Europea en su informe donde presentó la estrategia para reducir su dependencia energética.
El Ejecutivo comunitario explicó que si la interrupción de suministro es sólo desde Ucrania, principal país de tránsito de gas ruso hacia territorio comunitario, «los efectos serían menos severos», pero el sureste de Europa podría afrontar una situación donde más del 60-80% del suministro no estuviera cubierto», añadió.
Por este motivo, la nueva estrategia subrayó la necesidad de coordinar las decisiones nacionales en materia de política energética y la importancia de hablar con «una sola voz» en las negociaciones con socios externos, según informó la Comisión.
A medio y largo plazo, la Comisión apuesta por «acelerar» las interconexiones energéticas pendientes, en particular en los países bálticos y nórdicos y en los países del sur de Europa, recurriendo a los fondos comunitarios. En este sentido, Bruselas identificó una lista de 33 proyectos prioritarios, que ya se publicó en octubre, y que incluye el gaseoducto Midcat entre Francia y España, que se encuentra en fase de estudio no tiene fecha de conclusión, así como la interconexión eléctrica entre los dos países, prevista para 2020.
Hasta ahora la Comisión Europea aseguró que la crisis ucraniana y las tensiones comerciales entre Moscú y Kiev por el gas no suponían una amenaza inmediata para los Veintiocho porque las reservas de gas eran suficientes para afrontar una interrupción siempre que las condiciones meteorológicas fueran suaves, pero de cara al invierno Bruselas reconoció que la situación cambia.
En este contexto y para garantizar la seguridad de suministro el próximo invierno, Bruselas propuso como primera receta reducir el consumo. «El ahorro energético debe ser la primera respuesta a la dependencia energética», dijo el comisario de Energía, Günther Oettinger. De hecho, la Comisión Europea tiene previsto proponer en septiembre un objetivo obligatorio de eficiencia energética
El Ejecutivo comunitario pidió además a los Estados miembros y también a Ucrania que durante los meses de verano aumenten al máximo el almacenamiento de gas. Como el invierno no ha sido frío, el nivel actual de almacenamiento se sitúa ya en el 56%.
Finalmente, Bruselas apostó por desarrollar gaseoductos que permitan un flujo en ambos sentidos y reducir la cantidad de gas que se usa en la calefacción y utilizar fuentes alternativas como renovables o petróleo.
Junto a esto, el organismo europeo propuso realizar pruebas de resistencia en los estados miembros más dependientes de las importaciones de gas de Rusia para comprobar si podrían aguantar un corte de suministro de cara al invierno. El objetivo es identificar posibles debilidades del sistema europeo y preparar planes de emergencia.
«Queremos comprobar si el sistema energético puede enfrentarse a un parón de suministro», señalaron fuentes comunitarias, que adelantaron que esta medida aún debe ser discutida con los Veintiocho en la cumbre que se celebrará el 26 y 27 de junio en Bruselas.
«A corto plazo hay que establecer una evaluación del sistema europeo para identificar el riesgo de cara al próximo invierno», precisaron las mismas fuentes.
Los test se centrarían sobre todo en el ámbito regional, en los seis estados miembros que compran gas a un solo suministrador y en los que necesitan comprar al exterior un volumen importante del gas que consumen. Letonia, Lituania, Estonia, Finlandia, Eslovaquia y Bulgaria dependen al 100% de las importaciones de gas de Rusia, mientras que República Checa y Austria también tienen un suministro de gas demasiado concentrado, según el estudio. España, Portugal, Reino Unido e Irlanda son los únicos Estados miembros que no compran gas ruso.
Además, la Comisión propuso ampliar al 15% el objetivo de interconexión de la capacidad eléctrica instalada de aquí a 2030. Los Estados miembros ya se comprometieron a llegar al 20% en 2020.
Bruselas quiere también diversificar países suministradores y rutas de tránsito. En 2013, el 39% de las importaciones de gas de la Unión Europea procedió de Rusia, el 33% de Noruega y el 22% del norte de África (Argelia y Libia). El Ejecutivo comunitario quiere aumentar las importaciones de Noruega y mantener su relación con el resto de socios fiables, pero también buscar nuevas rutas de suministro, por ejemplo en la cuenca del Mar Caspio, ampliando el Corredor Meridional de Gas, desarrollando el mercado mediterráneo del gas e incrementando los suministros de gas licuado.
Finalmente, Bruselas apuesta por mejorar los mecanismos de solidaridad de los Estados miembros y aumentar la producción de energía autóctona. Para ello se precisa un mayor despliegue de energías renovables, una producción sostenible de combustibles fósiles, y el uso seguro de la energía nuclear en los países que opten por esta alternativa.
En la actualidad, la Unión Europea importa el 53% de la energía que consume, y ello le cuesta alrededor de 1.000 millones de euros al día. En particular, la dependencia externa asciende al 88% en el caso del petróleo, al 66% para el gas y al 42% para el carbón.
El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, señaló que aunque es mucho lo que la Unión Europea ha hecho tras la crisis del gas de 2009 para aumentar su seguridad energética, todavía «sigue siendo vulnerable».
«La tensión generada en Ucrania viene a confirmar nuevamente ese mensaje», afirmó Durao Barroso, que resaltó la necesidad de tomar nuevas medidas ante la dependencia general de las importaciones energéticas, superior al 50%.
Putin espera evitar cobrar por adelantado el gas que importa Ucrania
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, manifestó su esperanza de que no habrá necesidad de cobrar por adelantado por el gas ruso que importa Ucrania. «Espero que no lleguemos a la situación de tener que recurrir a pagos adelantados», dijo Putin en una reunión con el Gobierno.
Y agregó: «Si empiezan los pagos en las cantidades acordadas el Gobierno ruso tendrá que determinar a qué compromisos estaría dispuesto a llegar en su futura colaboración en materia gasística con los socios ucranianos».
Mientras, el ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak, informó durante la misma reunión de que Ucrania admitió una deuda equivalente a 2.237 millones de dólares en concepto del gas adquirido entre los pasados meses de noviembre y marzo.
El presidente del monopolio gasístico ruso Gazrom, Alexéi Miller, advirtió que Moscú cerrará el grifo a Kiev si éste no paga la factura por valor de 1.660 millones de dólares en concepto de pago adelantado por el consumo estimado de gas en Ucrania durante el próximo mes de junio.
Además, Ucrania debe pagar otros 500 millones de dólares, hasta el próximo 7 de junio, por el gas que importó en mayo.
«Se ha enviado una factura correspondiente a junio a nuestros socios ucranianos. Si Ucrania no transfiere el dinero, los suministros de gas a Ucrania comenzarán a restringirse desde las diez de la mañana del 3 de junio», dijo Miller.
Hasta el momento, la estatal gasística ucraniana Naftogaz se negó a pagar la factura que le presentó la rusa Gazprom en concepto del consumo estimado de junio.
Kiev aceptaría saldar su deuda por el gas ruso si Moscú le cobra 268,5 dólares por metro cúbico del hidrocarburo, mientras que Gazprom insiste en que el precio actual que debe pagar la compañía ucraniana es de 485 dólares por mil metros cúbicos. Moscú eliminó todos los descuentos a Kiev tras el derrocamiento de Víktor Yanukóvich, al que el presidente ruso, Vladímir Putin, rebajó el combustible azul hasta los 268,5 dólares en diciembre pasado.




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