Brufau propondrá al Consejo de Repsol un dividendo a cuenta de 0,425 euros

El dividendo será acordado en noviembre y no en diciembre, como ocurrió el año pasado, con el objetivo de que los accionistas de la petrolera no se vean afectados por el aumento de la fiscalidad que gravan este rendimiento del capital.

En los últimos años (salvo en 2001 debido a la crisis en Argentina), la compañía ha aprobado, antes de la celebración de la Junta de Accionistas, el pago de un dividendo complementario de igual o similar importe que el repartido a cuenta.

De mantenerse esta tradición, los accionistas de Repsol percibirán en total 0,85 euros por título con cargo a 2009, frente a los 1,05 euros que cobraron con cargo a los resultados de 2008.

La política de «pay out» mantenida por Repsol YPF en condiciones «normales», como ha recalcado en varias ocasiones el propio Antonio Brufau, pasa por repartir entre sus accionistas aproximadamente el 50 por ciento del beneficio neto.

Así, en 2009 la petrolera ha remunerado a sus accionistas con 1.282 millones de euros, el 47,3 por ciento del beneficio generado en 2008, de los que 256 millones correspondieron a su principal accionista Sacyr Vallehermoso (20,01%).

Hasta septiembre, Repsol YPF ha ganado el 55 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008, con lo que de mantenerse esta evolución la empresa cerrará el ejercicio con unas ganancias de unos 1.220 millones de euros.

De confirmarse el dividendo de 0,85 euros por acción, la compañía, que debe hacer frente a fuertes inversiones para cumplir sus planes de expansión, estaría repartiendo entre sus accionistas entorno al 86 por ciento del beneficio generado en 2009.

Extraoficialmente, Sacyr Vallehermoso, que pasaría a percibir de Repsol unos 48 millones menos vía dividendo, habría exigido a Brufau que se mantenga el dividendo del año pasado (1,05) o que, al menos, se repartan 0,90 euros por acción, informaron fuentes del mercado.

El presidente de la constructora, Luis del Rivero, acuciado por la deuda que soporta la compañía principalmente debido a su entrada en Repsol, estaría intentando lograr el apoyo del Gobierno para lograr su objetivo, añadieron.

Del Rivero no oculta su malestar por la defensa de Brufau del Plan Estratégico y pide, abiertamente, una «mejora de la gestión» dejando claro que, si no se recortan ciertas inversiones acabará por cuestionar la continuidad del Presidente. Sin embargo, Brufau asegura sentirse seguro al contar con el apoyo del otro accionista mayoritario La Caixa, y del sector minoritario, muy influyente en la petrolera.

Las mismas fuentes apuntaron que el segundo accionista de Repsol, La Caixa (14,1%), estaría más cercana a la propuesta de Brufau que a las exigencias de Del Rivero por entender que el dividendo debe ajustarse a la situación por la que atraviesa el sector petrolero.

Los expertos consideran que Del Rivero no pedirá la dimisión de Brufau por miedo a quedar en minoría, ya que Sacyr sólo cuenta en el Consejo de Repsol con tres de los 16 puestos del organismo, del que también forman parte ocho consejeros independientes, dos en representación de La Caixa y uno en nombre de Pemex.

Recientemente, Brufau aseguró que Repsol YPF no venderá activos por razones «externas» a la compañía y subrayó que el Plan Estratégico de la petrolera para 2008-2012, que prevé desinversiones por valor de 6.000 millones de euros, fue aprobado por unanimidad por el consejo de administración.

«El plan es la Biblia», aseveró Brufau, que aseguró que desde su aprobación en 2008, ningún consejero lo ha puesto nunca en duda.

Explicó que el dividendo con cargo a 2009 debe ser el ajustado a la «razonabilidad financiera».

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