En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Repsol ha explicado que estos contratos se materializarán mediante la introducción de órdenes vinculantes de compra y venta durante las sesiones de negociación cuando sea necesario para garantizar la liquidez.

Los contratos se han suscrito con BBVA y Caixabank porque estas dos entidades fueron las que en su día vendieron las preferentes y las que actualmente están gestionando su canje.

Las condiciones establecidas para esa liquidez suponen que cada orden de compra y venta será de un importe mínimo de 15.000 euros y que las entidades no podrán adquirir obligaciones por más de 500.000 euros diarios, así como limitaciones a los precios de oferta y otros condicionantes.

En cualquier caso, la compañía reitera en el comunicado que «cada entidad de liquidez actuará por su propia cuenta y riesgo», al mismo tiempo que determina las circunstancias en que estos contratos de dejarán de ser aplicados.