Basar el suministro eléctrico sólo con energías renovables es, hoy, algo utópico e irreal

Se trata de la opinión del economista y experto en política financiera y energética, Jorge Padilla, autor y editor del libro «Electricidad Verde. Energías renovables y sistema eléctrico«, quien aseguró que, hoy por hoy, apostar por la energía eólica y solar requiere también invertir en más plantas de gas para cubrir sus intermitencias.

«Producir energía completamente renovable supondría que la sociedad aceptara que su factura eléctrica pasara de 100 a 1.000 euros al mes y sin la garantía de tener servicio las 24 horas», explicó.

La realidad, manifestó Padilla, es que no existe cómo almacenar la energía generada por un molino de viento si ésta no es aprovechada en el momento y cuando más viento hay es por la noche, cuando la demanda de electricidad es muy baja.

Ante la pregunta de qué podemos hacer entonces para aumentar el uso de energía renovable, Padilla respondió que sería necesario cambiar los patrones de consumo y aumentar la demanda de electricidad por la noche. En este sentido, destacó los planes de desarrollo del coche eléctrico, enfocados a la carga nocturna de las baterías.

Jorge Padilla se mostró convencido de que el debate no es renovables sí o no, «porque está claro que este tipo de energías suponen una alternativa ya disponible para reducir emisiones contaminantes». La cuestión es, a su juicio, qué políticas de promoción e inversión son las más adecuadas en un país para generar sistemas de producción eléctrica que suplan las necesidades de la sociedad a un precio razonable y que cubran objetivos medioambientales.

En el caso de España «probablemente merezca la pena» aumentar el parque eólico y mantener las subvenciones para ello, porque la tecnología de los molinos está muy desarrollada y es eficiente económicamente, afirmó Padilla.

No obstante, continuó, para rentabilizar la energía obtenida habría que aumentar la inversión en redes de conexión que permitieran venderla y el dinero para esa inversión provendría, en opinión de Padilla, de ahorrar «drásticamente» en energía solar y enfocar ese ahorro para la investigación.

Los megavatios de energía solar son, actualmente, seis o siete veces más caros que el precio de mercado y en España hay un gran número de instalaciones fotovoltaicas que no se podrán ya rentabilizar a largo plazo, porque quedarán obsoletas cuando aparezca una nueva tecnología.

Su análisis tiene, además, otro punto clave: «es un error considerar las energías renovables como la única opción para reducir emisiones».

Las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, con un gran desarrollo en la actualidad, y la creación de un impuesto a las emisiones son dos opciones con una gran aceptación entre los economistas, que buscan hacer compatibles los objetivos medioambientales y de rentabilidad económica.

Padilla está de acuerdo con este criterio porque «los ciudadanos dicen estar preocupados por los problemas ambientales pero al mismo tiempo no están dispuestos a pagar un precio mayor por conseguirlos».

En su opinión, la solución es que los políticos se esfuercen por transmitir a los ciudadanos la importancia de la inversión en energía e investigación, no sólo para ellos sino también para las generaciones futuras.

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