Atienza cree que la nueva fiscalidad eléctrica es una «coartada» para trasladar el déficit tarifario a los consumidores, que asumirán el 80% de las medidas propuestas
Durante una jornada sobre energía organizada por el PSOE en el Congreso de los Diputados, Atienza dijo que las nuevas medidas fiscales aprobadas por el Gobierno «hacen la ficción de que son unos impuestos para las empresas, pero se van a repercutir sobre el consumidor», afirmó, antes de advertir de que los mercados a plazo de la electricidad «ya están anticipando» un aumento de precios relacionado con estas medidas.
Según señaló, las principales eléctricas trasladarán al consumidor el nuevo impuesto del 6% a la producción, mientras que los llamados «céntimos verdes» al gas, carbón y fuel podrán cargarse sobre el «pool» eléctrico, ya que gravan las tecnologías más caras, que son las que marcan el precio del mercado mayorista para todas las fuentes de generación, por lo que consideró «imprescindible» cambiar el funcionamiento de este «pool».
«Se ha optado por un diseño fiscal que, en la medida en que pone el máximo peso sobre las tecnologías marginales, asegura la generación de «windfall profits» sobre otras tecnologías, que podrán recuperar la carga fiscal», afirmó en alusión a la nuclear e hidráulica, a priori afectadas por la nueva fiscalidad.
Atienza señaló que «ni siquiera está asegurado» que las nuevas medidas «vayan a acabar con el déficit de tarifa». «Podemos encontrarnos con que en realidad el déficit de tarifa haya sido una coartada sin resolver los problemas del sistema eléctrico», afirmó.
Las nuevas medidas «no forman parte de una hoja de ruta» ya que con esta reforma el Gobierno pretende trasladar el incremento de la factura eléctrica «desde los peajes hacia el coste de la energía de forma que parezcan impuestos que pagan las empresas, cuando en realidad se hacen para que las empresas sean las que pasen luego la factura a los consumidores» y así no parezca que los aumenta el Gobierno, aseguró.
El expresidente de REE dijo no sentirse «nostálgico ni retrógrado» por defender modelos como el anterior a 1997, al considerar necesaria la modificación de los esquemas regulatorios de la Ley del Sector Eléctrico de 1997, por lo que pidió que cualquier reforma energética sea «transparente, debatida y tendente al consenso».
Atienza insistió en que «el sistema energético no se puede gestionar desde la coyuntura», sino que hay que seguir un camino consensuado para garantizar «un marco duradero» en el que asentar operaciones de financiación a muy largo plazo.
El sector eléctrico «requiere luces muy largas» y «no se puede regular poniendo parches y sobre la base de ocurrencias», señaló Atienza, antes de advertir de que el mix eléctrico es «caro porque está sobredimensionado», porque el sistema de retribución es inadecuado y porque algunas renovables se incorporaron «a un ritmo excesivo», a lo que se unen otras cuestiones no económicas como las subvenciones al carbón.
Por este motivo, consideró prioritario modificar el sistema regulatorio para resolver sus «distorsiones», aunque ha apuntado que en lo que se refiere al déficit tarifario es necesario «analizar» si se debe a «una insuficiencia de ingresos o un exceso de costes».
«Es evidente que hace falta una reflexión profunda sobre el modelo regulatorio«, subrayó, para adaptarlo a «los objetivos de política energética», que a nivel europeo van dirigidos a impulsar las tecnologías no contaminantes.
Así, apuntó que en España, «a pesar de haber sido el país más exitoso en el desarrollo de las renovables», la dependencia de los combustibles fósiles apenas se vio afectada y, en ese sentido, recordó que «la transición hacia un modelo energético libre de carbono tiene que ser compatible con la competitividad de nuestra economía».
Atienza recomendó que el futuro sistema energético se base en dos pilares: la eficiencia energética, porque es rentable a corto plazo, y la electrificación, ya que las renovables se integran casi exclusivamente por esta vía.
Asimismo, el expresidente de Red Eléctrica de España (REE) calculó que la factura eléctrica del sector industrial se encarecerá entre un 8% y un 13% cuando entren en funcionamiento los impuestos recogidos en el anteproyecto de reforma energética aprobado por el Gobierno, al tiempo que estimó que el encarecimiento del recibo de la luz rondará el 5% para los consumidores domésticos.
Costes extrapeninsulares
Atienza también advirtió que el Gobierno, al suspender la norma que traslada los costes extrapeninsulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla) a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), lo que añade presión sobre el sistema eléctrico.
Para el expresidente del gestor técnico de la red eléctrica, es necesario especificar quién tiene que asumir este coste, si los ciudadanos a través de las cuentas públicas o los consumidores de electricidad mediante la tarifa eléctrica. Este debate también se puede trasladar a las primas a las renovables, dijo.
Por otro lado, Atienza consideró que «no es ninguna aberración» que se pueda producir en algunos casos «una cierta translación de costes de los consumidores actuales a consumidores futuros» y que, en el caso de las renovables, se pueda producir «una cierta laminación de este coste, porque los beneficios de esta apuesta van a ser percibidos por los consumidores futuros».


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