Atención al pajarito
Varias consecuencias se pueden extraer de la transposición de este tercer paquete conocido el pasado viernes. La primera se debe efectuar tras comprobar, con el texto de los Anteproyectos de Ley, cuál es el contenido fehaciente del mismo de cara a lo que va a ser su trasposición en el caso español. Dicha cuestión no es baladí, porque en nuestro país estos procesos de transposición sirven tanto para un roto como para un descosido, de forma que se atienden e incorporan cuestiones pendientes, más o menos oportunistas. En este caso, parece que los trabajos deberían ser muy concienzudos para garantizar su alineamiento con los postulados de este tercer paquete, ceñirse a su contenido normativo y mantener el liderazgo de nuestro país en el proceso de liberalización y separación de actividades.
La segunda es la relativa a la fase de tramitación, con todos sus posibles elementos acechantes, donde también hay que mantener una atención constante. Y eso teniendo en cuenta la facilidad existente para introducir modificaciones a modo de enmiendas en el proceso legislativo. Recordemos, lo que pasó y lo que fue la Ley 17/2008 en la cual se consagró el transportista único en la fase final de la discusión parlamentaria, con la aquiescencia del anterior Secretario General de Energía, Ignasi Nieto y el traslado de los intereses del operador de transporte y sistema actual en el sector eléctrico. En todo caso, se trataba de una medida contraria al modelo de liberalización perseguido. Por tanto, es preciso estar atentos a la inclusión de nuevas figuras en la propuesta de trasposición de estos tres reglamentos al ordenamiento jurídico español.
La tercera tiene que ver, con la configuración actual en nuestro país de los operadores y el espíritu factual de la norma, tendente a la separación total y especialización de los operadores de transporte y de sistema, de su completa separación de propiedad como destino final, con independencia de los estados intermedios previstos para dar soluciones a países cuya evolución en los procesos de separación de actividades van más rezagados. Es más: en esto quizá, nuestro país, hasta el momento, lleva una importante ventaja sobre el resto de Europa. Sería recomendable, a tal efecto, apurar esa separación y la especialización de los operadores de transporte y sistema en el sector eléctrico y gasista, evitando también sus veleidades expansionistas y diversificadoras.
Por eso, habrá que estar atentos a los posibles movimientos latentes y tendentes a limitar/interpretar esa separación y, al mismo tiempo, a crear nuevas funciones al operador de sistema o gestor técnico que casualmente pasaba por allí. Para ello, sólo hay que seguir el trasunto de cuestiones como el almacenamiento de energía, el operador de recarga o las posibles tentaciones de hacer residir o planificar las actividades de generación de energía a través del bombeo, cuestión ambicionada desde los operadores de sistema eléctrico, pero que camina en sentido contrario de lo que dice este tercer paquete legislativo. En otro orden de cosas, sería el momento de comprobar la diferenciación plena con todos los requisitos personales, humanos, técnicos y de activos que establece el tercer paquete. Sin duda por asepsia, es el momento de caminar hacia el ISO en nuestro país, dado que nuestro punto de partida está más adelante y contamos con ventaja para ello. Toca, por tanto, en nuestro caso cirugía. Aquí hay que estar atentos al pajarito.
La cuarta tiene que ver con los órganos reguladores en España. Si se comprueba el contenido y enumeración de las funciones y papeles de los reguladores independientes en el modelo definido en el tercer paquete, estamos aún a tiempo en el proceso de renovación de la Comisión Nacional de Energía para hacerlo bien o, al menos, para hacerlo mejor que en su pasado más reciente: para que sus miembros no sean boicoteadores natos del modelo de liberalización y de separación de actividades, adalides de tiempos pasados donde el operador de sistema era el gran planificador, para evitar que su vis política arrostre sobre todo lo demás, para garantizar que sus currículos proporcionan al organismo experiencia y solvencia suficientes para llegar a cumplir las funciones que ya tenían y estas nuevas que se les añaden. Tengan en cuenta que cada vez más nos están viendo.
Por tanto, atentos a este tercer paquete, a su contenido inicial y a su tramitación. Y atención al pajarito. O pajaritos.




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