Arias Cañete espera que la cumbre climática de Lima sea un «paso esencial» hacia un acuerdo en 2015

Arias Cañete representará a la Unión Europea en la cumbre de Lima junto con el ministro de Medio Ambiente de Italia, Gian Luca Galletti, cuyo país ocupa la presidencia de turno comunitaria.

«Lima es un paso esencial hacia París, donde tenemos una oportunidad histórica para abordar el mayor reto al que se enfrenta nuestro planeta en la actualidad», dijo el comisario español.

«Eso significa que necesitamos que cada una de las grandes economía desempeñe el papel que le corresponde. Europa tomó la delantera anunciando su propio objetivo. China y los Estados Unidos no tardaron en responder. Ahora esperamos que los demás grandes emisores se unan a nosotros. El tiempo apremia: hay que pasar a la acción«, resaltó.

La Unión Europea confía en que el nuevo acuerdo contribuya a reforzar y ampliar de manera significativa los esfuerzos colectivos internacionales para luchar contra el cambio climático. El objetivo de reducir en un 40% los gases de efecto invernadero acordado por los dirigentes de la Unión Europea en octubre, junto con el posterior anuncio de los Estados Unidos y China sobre sus objetivos futuros, ponen de manifiesto la determinación mundial, según la Comisión.

La ONU insta a impulsar un nuevo acuerdo mundial

Por su parte, la experta independiente de la ONU sobre los derechos humanos y la solidaridad internacional, Virginia B. Dandan, instó a los países a «comprometerse sinceramente» a impulsar un nuevo acuerdo jurídicamente vinculante sobre las emisiones de gases de efecto invernadero en la cumbre sobre el clima que tendrá lugar en Lima.

Dandan destacó que el aumento de la temperatura global es «una preocupación en todo el mundo» y que el medio ambiente «no conoce fronteras territoriales».

Señaló que «el cambio climático es un desafío global y la cuestión central es la supervivencia humana» y que «todos los gobiernos del mundo» tienen el deber de unirse para reducir las emisiones de CO2 y que la temperatura del planeta no suba más de dos grados centígrados en 2100 respecto de los niveles de la era preindustrial.

«Las consecuencias para los derechos humanos de la inacción afectará especialmente a las poblaciones más vulnerables y marginadas de todo el mundo, que sufrirían graves privaciones, incluyendo el derecho a la alimentación», añadió.

A este respecto, advirtió de que, con los países emergentes uniéndose a los más desarrollados en la quema de grandes cantidades de combustibles fósiles, el mundo «está llegando a un punto de inflexión que desencadenaría una catástrofe climática».

Por ello, llamó a los Estados que participarán en la Conferencia de las Partes Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Lima (COP20) a hacer «un progreso significativo» que desencadene «un acuerdo sólido y legalmente vinculante» en la COP21, que tendrá lugar en París (Francia) en diciembre de 2015.

Dandan subrayó que la solidaridad internacional resulta «fundamental para lograr la justicia climática» y que el enfoque debe basarse en los derechos humanos, ya que todos los países de la COP20 se han comprometido a respetarlos y protegerlos, por lo que «es su deber garantizar que los procesos y resultados de la acción internacional para abordar el cambio climático son plenamente compatibles con las obligaciones de derechos humanos de los Estados».

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