APPA aboga por una mayor intervención del mercado eléctrico introduciendo “correcciones” a la retribución de algunas tecnologías
La reforma energética del Gobierno entra en una semana clave con la esperada aprobación de la Ley del Sector Eléctrico en el Congreso de los Diputados después de un azaroso proceso; un proceso que, por su propia naturaleza, no ya de falta de consenso sino de nula negociación, ha reabierto heridas al convertirse en una guerra de guerrillas en la que cada una de las partes ha luchado por su propia supervivencia y verse lo menos afectada posible por la reforma impulsada por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal. En esta línea se inscribe el discurso adoptado por APPA, que, según su presidente, apuesta por intervenir el mercado eléctrico para reducir la retribución a las centrales hidroeléctricas y a las nucleares porque “la rentabilidad que obtienen en el mercado no tiene nada que ver con la rentabilidad razonable que se nos propone a las renovables, por ello es necesario introducir efectos correctores en su retribución para un mayor equilibrio”. Un planteamiento próximo al que adoptó el PSOE en la ponencia surgida de su Conferencia Política, coordinada por Jorge Fabra en los puntos relativos a Energía.
En este sentido, José Miguel Villarig manifestó que defendieron esta postura ante el secretario de Estado de Energía y que no tuvieron reparo en comentarle que se habían quedado “cortos” al establecer en septiembre de 2012 el canon a la energía hidráulica y los impuestos a los residuos nucleares, por lo que reclamó “más efectos correctores en el mercado eléctrico”. Respecto a la reforma emprendida por el Gobierno desde julio, Villarig señaló que “ha defraudado las expectativas ya que no se avanza hacia un nuevo modelo energético sino que son medidas recaudatorias, que se centran en los costes regulados y especialmente en las energías renovables que son las grandes damnificadas”.
Villarig lanzó un mensaje claro al Gobierno: «todavía está a tiempo de retirar la parte de la reforma que afecta a las renovables para diseñar un sistema que huya de la improvisación y busque un mayor diálogo con los implicados». Además denunció que la reforma ha provocado que el sector de las renovables esté viviendo “una situación de gran zozobra, indignación e impotencia mientras tenemos la sensación de haber sido engañados porque ninguno de los parámetros con los que lanzamos nuestros proyectos siguen vigentes ni sabemos cuál va a ser el régimen retributivo que se nos va a aplicar; no sabemos si nuestra decisión de acudir a la llamada del BOE para invertir en renovables fue un acierto o un error; la inseguridad regulatoria es impropia de un país de la Unión Europea”. Villarig también arremetió contra la reforma al considerar que pone en marcha medidas “injustas y discriminatorias con las renovables” y que suponen una “quiebra” de la seguridad jurídica aplicándose además con “retroactividad”.
Como prueba de la discriminación a las renovables, Villarig apuntó al hecho de que la rentabilidad razonable que rige el nuevo régimen retributivo para las renovables se calcula para toda la vida útil de la instalación, mientras que esto no sucede en otros conceptos, como la distribución o el transporte. Respecto a la sentencia del Supremo que obliga a las compañías eléctricas a financiar en sus balances el déficit de tarifa, Villarig manifestó que ya le “gustaría” recibir el mismo trato para el nuevo régimen retributivo que suprime las primas ya que asegura que “las eléctricas recuperarán el importe del déficit con sus correspondientes intereses en futuros plazos mientras a las energías renovables nos quitan la retribución complementaria y ahí acaba todo el compromiso, sin darnos la opción de cobrarlo en pagos aplazados a futuro».
A pesar de reconocer que uno de los errores que ha provocado el crecimiento del déficit tarifario fue la introducción en el sistema de las tecnologías solares, José Miguel Villarig apunto que “si algunas tecnologías se han desarrollado sin esperar a sus mejoras y abaratamiento de costes, son errores que ha cometido el regulador”. A juicio del presidente de APPA se deben diferenciar estos errores de la puesta en marcha de las centrales de ciclo combinado, que se encuentran tal y como reconoce la patronal Unesa en una situación complicada por su escaso funcionamiento dada la caída de la demanda y la prioridad de despacho de las renovables. Según Villarig, “el exceso de ciclos combinados se debe a una mala planificación de las compañías eléctricas y es, por tanto, un error empresarial”. “Son la gran burbuja del sector; con un parque de entre 10.000 y 12.000 megavatios (MW) sería suficiente para hacer las funciones de respaldo de todas las renovables”, sentenció el presidente de APPA.
José Miguel Villarig proclamó que no se puede «demonizar» a las renovables de un déficit “que no hemos generado” y, además de pedir al Gobierno que dé marcha atrás en su reforma, apuntó a que debe valorar que las energías renovables “son una gran herramienta para reducir la dependencia energética del exterior, que en 2012 se elevó a 45.000 millones de euros, y crean riqueza y empleo en nuestro país”.
Impacto macroeconómico de las energías renovables en España en 2012
APPA presentó el «Estudio del impacto macroeconómico de energías renovables en España 2012», en el que aseguran que las renovables abarataron el mercado eléctrico, o pool, en 4.056 millones en 2012, lo que equivale a dos terceras partes de las primas por 6.136 millones recibidas en el periodo, de modo que el sobrecoste final para el sistema es de 2.080 millones. Aún así, desde APPA subrayan que los beneficios que aportan las tecnologías renovables son mayores que sus costes: según los datos ofrecidos, contribuyeron con 10.563 millones de euros al PIB, abarataron en 4.056 millones el mercado eléctrico mayorista, ahorraron 2.429 millones en importaciones de combustibles fósiles y su saldo exportador ascendió a 724 millones.
Los dirigentes de APPA quisieron hacer especial hincapié en que si al ahorro del precio del pool se suman los 2.429 millones de euros evitados en importaciones fósiles en 2012 o los 271 millones del coste del CO2 emitido, la balanza sería positiva a favor de las renovables, por valor de 620 millones. La asociación también asegura que, en términos acumulados, las primas recibidas por las tecnologías verdes ascienden a 26.898 millones desde 2005, mientras que el abaratamiento procurado al pool es de 32.538 millones. También se han ahorrado 15.368 millones en importaciones fósiles y 3.095 millones en emisiones de CO2 en este periodo, señala.
Por otro lado, la asociación empresarial calcula que el sector perdió 8.618 empleos en 2012, de los que 5.973 corresponden a la termosolar y 3.811 a la eólica. En total, las renovables empleaban a 113.899 personas a cierre del año pasado, más que las 90.800 contabilizadas en 2005, pero menos que el máximo de 137.522 de 2008.


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