Angela Merkel presiona a China para que aborde el problema del cambio climático
La canciller alemana, Angela Merkel, ha iniciado una visita de tres días a China, en la que ha aprovechado para añadir presión al Gobierno del país para que tome medidas para frenar el cambio climático. China, debido a su extensión, a su población y al boom económico que ha venido experimentando en los últimos años, ha incrementado en gran medida sus emisiones contaminantes.
Pero el país no está tan dispuesto a dejarse convencer. El primer ministro chino, Wen Jiabao, ha respondido a Merkel explicando que China todavía está en pleno desarrollo económico, y eso hace que la reducción de emisiones resulte más complicada. Pero además, Jiabao ha girado el espejo hacia occidente, explicando que los países desarrollados han contribuido más al cambio climático porque han crecido a un ritmo muy fuerte durante 200 años.
El país asiático ha sido muy criticado por su contribución al cambio climático, aunque el Gobierno considera que se le debería de permitir que crezca económicamente, igual que otros países han podido desarrollarse ya.
En la conferencia de prensa en la que ha participado Jiabao, el primer ministro chino explicó que «el pueblo chino desea, como todos los demás, que existan cielos azules, colinas verdes y agua cristalina. Pero China contribuye al cambio climático desde hace sólo 30 años, mientras que los países industrializados han crecido a un ritmo fuerte durante los últimos 200 años.»
Alemania, un país con una muy extendida conciencia medioambiental, ha sido testigo de cómo su canciller ha luchado por situar la lucha contra el cambio climático en un lugar prioritario en la agenda internacional. Merkel tiene especial interés en que los países en actual estado de desarrollo, como China, adquieran un papel importante en la lucha contra el cambio climático mientras están a tiempo de hacerlo. China, aunque declaró en junio de este año su primer plan nacional para atajar el cambio climático, también dejó claro que no permitirá que el medio ambiente sea un freno para su crecimiento económico.
De hecho, China no está obligada a cumplir los objetivos del protocolo de Kyoto, que sí afectan a varios países desarrollados. El actual protocolo está en vigor hasta 2012, y es el principal marco de trabajo bajo el que se asienta la búsqueda de reducir emisiones.
Viena sentará esta semana los antecedentes de la cumbre de Bali
La visita de Merkel a China coincide con el tratamiento que el problema está recibiendo en Viena. Representantes de Gobiernos, industria y ciencia de más de 150 países se reúnen en la ciudad austríaca durante esta semana para decidir cómo reducir las emisiones.
La celebración de este congreso en Viena no sólo pretende movilizar a los Gobiernos, sino también a instituciones públicas y otros organismos, y pueden tener un papel importante en la preparación de la cumbre de Bali sobre Cambio Climático que se celebrará en Diciembre.
Según el representante de la ONU para el Cambio Climático, Yvo de Boer, la conferencia servirá de indicador para conocer hasta qué punto los países están dispuestos a mover ficha para dar un paso más allá del protocolo de Kyoto, cuando éste finalice en 2012.
Además, está previsto que en la reunión de Viena se hable del informe de la ONU sobre las consecuencias económicas del cambio climático durante los próximos 25 años. Según el informe, de aquí a 2030 serán necesarias inversiones adicionales de unos 200.000 millones de dólares para mantener las emisiones de gases de efecto invernadero a los niveles actuales.


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