AEGE y Fortia se debilitan

Las sucesivas informaciones aparecidas de los últimos días, comienzan a transparentar que la central creada por los grandes consumidores de energía ha reducido su potencial de poder de compra por los ‘abandonos’ de los que serían sus integrantes principales, es decir los miembros de la Asociación Española de Grandes Consumidores de Energía (A.E.G.E.). Según informó el Ministro de Industria y según ha podido corroborar Energía Diario, un número importante de estos grandes consumidores han cerrado ya contratos bilaterales con las empresas de distribución eléctrica, lo que en primer lugar disminuye la presión a la que se había sometido a la nueva Administración energética, y de facto, también reduce la concentración de la demanda de energía que podían realizar estos grandes consumidores y canalizar a través de su central de compras, Fortia.

Industria ha recibido sucesivos embates desde la asociación que dirige Javier Penacho. El primero en lo que se puede considerar como un salto cualtativo en la estrategia de comunicación de la asociación, fue que se dirigió al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero para presionar al más alto nivel con su postura y posteriormente la semana ‘in extremis’ hacer pública una carta sobre los efectos que la liberalización tarifaria tendría sobre las grandes empresas y en el que se aludía constantemente a los riesgos en el empleo. Industria pidió las cuentas de estas empresas y, según se ha podido conocer no recibió esta información, aunque parece que el objetivo de mantener el nivel de beneficios de estas empresas era la clave de esta estrategia, que reclamaba la energía más barata y que, por ello, no dudó en uncirse al Informe de Costes y Precios que hizo público la Comisión Nacional de Energía.

Fortia, por su parte, fue creada por AEGE, Asociación Española de Grandes Consumidores con el fin de concentrar sus compras de electricidad, constituyendo para ello una comercializadora de cara a la próxima desaparición de tarifas reguladas. De hecho, en el momento de la presentación pública de Fortia, incluso se especuló con la posibilidad de que la empresa llegase a preparar un proyecto para construir una central nuclear para sus necesidades de suministro. En todo caso, la estrategia de negociación de contratos con las eléctricas no ha dado el resultado esperado, de forma que hasta ahora no se habría firmado ninguno. Por ello, Fortia ha tenido que reconocer estas dificultades para llegar a realizar estos contratos centrando la responsabilidad de este fracaso en las propias eléctricas. Seguramente porque las expectativas de reducción de precios eran mayores que la realidad. En términos de capacidad de suministro, tan sólo se conoce que recientemente había adquirido 460 MW/h (una cifra muy reducida, tan sólo el 20 % de lo que ofertaban Endesa e Iberdrola) en la ultima subasta de energía primaria. Y este resultado, se produce a un precio muy semejante al del mercado eléctrico (64,80 euros), pese a las críticas que desde AEGE y Fortia se realizan al funcionamiento del mercado eléctrico. La CNE estima que el consumo total de los 211 grandes consumidores es superior a los 37.270 GWh incluyendo sujetos a la G4, THP e Interrumpibles.

Y es que parece que la realidad de los hechos se impone a formulaciones más o menos teóricas. Así, la mayoría de los grandes consumidores han podido ya organizar sus ofertas de suministro directamente con las eléctricas. En el plano interno, ha quedado un núcleo duro, que se centraría sobre todo en la siderurgia integral. Según todas las fuentes consultadas, es previsible que el período de adaptación que establece la tarifa sea suficiente como para que se organice el proceso de adquisición de energía en las empresas que faltan y no haya problemas de suministro en las empresas que quedan pendientes de bilateralizar su energía o sindicarla a través de la propia Fortia.

Los problemas empezaron a surgir con la negativa de Red Eléctrica de España a ‘reducir los avales financieros’ que se fijan para las comercializadoras. Incluso, en un momento determinado se pudieron conocer versiones contradictorias del estado de las negociaciones entre Fortia y Red Eléctrica. Mientras que Juan Estarellas, presidente de Fortia, afirmaba que las exigencias del operador de sistema se habían reducido de forma considerable, desde Red Eléctrica se hizo público una versión diferente que no se había producido negociación en torno a esta cuestión. Al parecer Red Eléctrica de España habría solicitado 250 millones de euros apara cubrir los desvíos que se pudieran producir, mientras que la postura de Fortia es que no se puede aplicar a los grandes consumidores los mismos ratios que a las distribuidoras, en la medida que sus previsiones y consumos de los grandes distribuidores son más estables y tienen menos márgenes de variabilidad. Al parecer esta cuestión de los avales ya está zanjada y AEGE cuenta con los avales suficients para operar en mercado.

La Asociación Española de Grandes Consumidores de Energía, está formada por las empresas que más consumo de electricidad tienen en sus procesos productivos. AEGE ha venido reclamando en sucesivas ocasiones ‘precios competitivos’ de la electricidad para no afectar a la competitividad de las empresas en ella integradas. Entre ellas, están las grandes siderúrgicas, cementeras, empresas de fertilizantes etc… Hasta el momento, por otra parte, las tarifas de alta tensión y la G4 (que no desaparece hasta el 1 de enero de 2009), que disfrutaban estas empresas, han estado cuestionadas por la existencia de subsidios cruzados entre otros consumidores y el de estas empresas, que en la esfera europea se han llegado a considerar ayudas de estado.

No obstante, este año pasado se articuló el primer paso para el cambio de la fórmula de pago de la electricidad por parte de estas empresas. Así, y con vistas a la liberalización tarifaria y con el fin de reducir su factura y retribuir los servicios de energía reactiva y de disponibilidad (capacidad de ser desconectados del sistema en caso de ser necesario), Industria aprobó el pasado verano una orden ministerial en la que se establecían los denominados “servicios de gestión de la demanda”, que serán la fórmula para pagar a los grandes consumidores estos servicios y, al mismo tiempo, que permitirán suavizar los precios que tendrán que abordar en el contexto de la liberalización y los precios altos energéticos atuales para adecuarse a la realidad del coste actual de la electricidad, aprovechando también las posibilidades que establecen los contratos bilateralizados y el mercado. Unos servicios que también han sido cuestionados en su valoración puesto que antes del apagón de interrumibles de noviembre de 2007, han existido años completos sin que se haya requerido esta opción por el operador de sistema a las empreas acogidas a esta modalidad.

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