ACS defiende que no es «incompatible» con Iberdrola y está convencido de que los tribunales les darán la razón

En la Junta General de Accionistas de ACS, el presidente de la compañía apuntó que «creemos que tenemos derecho de participar en el Consejo, no somos competencia de ningún tipo».

«Vamos a impugnar el punto en el que creemos que nos han usurpado el derecho que tenemos de estar en el Consejo», subrayó Florentino Pérez en referencia al rechazo de la Junta de Accionistas de Iberdrola el pasado 26 de marzo al nombramiento del consejero José María Loizaga, designado por ACS.

La eléctrica justificó esta decisión con distintos informes que sostienen que entre ambos grupos existe un conflicto de intereses, es decir, que la compañía que preside Florentino Pérez es una competidora que, por lo tanto, no puede tener cabida en el Consejo de la eléctrica.

En la rueda de prensa posterior a la Junta, el presidente de ACS indicó que la impugnación se hará «tan pronto como hayamos concretado el trabajo que estamos haciendo, esperamos que se concluya en breve». Además, «vamos a seguir estudiando todas aquellas acciones» que en defensa de nuestros derechos, «no descartamos a priori ninguna».

ACS es consciente de que el proceso judicial se puede prolongar varios años, para indicar que «somos muy respetusoso con los tribunales».

«No hay nadie que entienda que el primer accionista de una compañía no esté representado en el Consejo, no conozco a nadie que sea capaz de entender eso», se quejó el empresario, para comentar que su relación con la dirección de la eléctrica es simplemente «profesional».

La inversión en Iberdrola es «estable, estratégica y tenemos voluntad de llegar al 20%» del capital, y que «no tardaremos mucho» en ello, subrayó.

«Iberdrola es estratégica para nosotros, hemos hecho una importante inversión, queremos colaborar con el resto de los socios para crear valor para los accionistas», dijo el responsable de ACS, quien insistió en que «no somos incompatibles».

En este sentido, explicó que en energías eólicas y termosolares, el porcentaje de actividad de ACS es «despreciable» en comparación con la facturación de Iberdrola (supone el 0,76%).

Mientras, la actividad de la eléctrica en construcción e ingeniería es «tan pequeña» en que la ponen dentro de otro apartado en las cuentas.

Pérez quiso dejar claro que la actividad de ACS se centra en construcción, y que mantendrán su política de desinvertir en áctivos maduros de energía para reinvertir lo ganado.

Sobre los cambios normativos que eliminan los blindajes en las empresas, se mostró sorprendido «de que me atribuyan poderes que uno no tiene», en referencia a que hable de «enmienda Florentino».

En todo caso, apuntó que es un «signo de modernidad, se ha dado un paso en transparencia, democracia y libertad de las empresas, es muy saludable para el mundo empresarial».

«La enmienda no tiene nada que ver con tener un consejero en Iberdrola, y sí con sentirnos los accionistas dueños de las empresas», sentenció.