Achique de espacios
Ayer podíamos conocer cómo la caída de la demanda asociada a la crisis obligaba a parar los parques eólicos. Se trata de una cuestión que ya anticipamos en Energía Diario y que definimos como cambio de marco, de “frame” en el sector energético español, dada la magnitud que este fenómeno está alcanzando. Los últimos datos, confirman una caída al mes de abril del 13,4% y una reducción de la demanda en horas valle (nocturnas) de 23.000 a 20.000 MW.
Caída de demanda que está asociada a unos precios muy bajos en el mercado de generación (en muchos momentos cuestionado, pero que, en la medida que refleja en la formación de precios los aspectos de oferta, demanda y costes, se confirma como mecanismo eficaz y eficiente de asignación de recursos).
En sentido figurado, podemos denominar a este fenómeno, con todas sus manifestaciones y consecuencias, con una denominación de estrategia futbolística que el que fuera ex entrenador del Barça, César Luis Menotti (ahora que están de moda), señalaba como achique de espacios. Esta estrategia consistía en la utilización de las líneas defensivas muy por delante (subían mucho, en el argot, hasta estar muy próximas de la línea medular del terreno de juego), para provocar fueras de juego. Empezamos a ver la existencia de “fueras de juego” en la generación eléctrica.
Lo primero que tenemos que señalar es que parece que esta caída de la demanda ha llegado para quedarse. Las estimaciones más optimistas señalan que la recuperación de la demanda de electricidad no se producirá, como pronto, al menos en dos años. Por tanto, no nos encontramos solamente ante una cuestión que podríamos denominar “coyuntural”. Si esto fuera poco, estábamos acostumbrados a unos fuertes incrementos de la demanda que permitían aprovechar fuertemente la capacidad instalada, sea cual sea la tecnología de generación y sus costes. Por tanto, nos encontramos ante unas perspectivas y planificaciones construidas con una economía creciendo por encima del tres por ciento del PIB y con una demanda energética por encima del 2,5. Lo que demuestra que cualquier tiempo pasado fue anterior y que, como figura en los prospectos de los productos financieros, rentabilidades presentes no aseguran rentabilidades futuras.
Segunda consecuencia: la bajada de precios del mercado de generación (y de las materias primas) cambia los “precios relativos” entre las tecnologías. En consecuencia, en este período se van a producir reacciones lógicas y comportamientos a la vista de este escenario desde los distintos agentes económicos, incluyendo empresas, consumidores y administración. ¿Qué va a pasar con las tecnologías más caras ante un exceso de capacidad? ¿Por qué no se concluye la regulación de la retribución gestión de la disponibilidad? La respuesta es sencilla: porque hay exceso de capacidad.
En términos de inversión, seguramente que asistimos a la paralización de los procesos de inversión y la necesidad de rentabilizar el mix de generación. Por tanto, la batalla de las tecnologías por cubrir la demanda (decreciente) está servida y, detrás, seguramente otros intereses vinculados a los precios y suministro de las materias primas, empleo, financiación etc. ¿Cómo construir un nuevo escenario de primas para las renovables y de aumento de capacidad por tecnologías si la tarta se reduce? ¿Cómo conciliar la necesidad de asegurar la incorporación de la producción del régimen especial en el sistema, garantizando a la vez el funcionamiento de las centrales de carga base, térmicas y nucleares, cuya desconexión es muy compleja por cuestiones logísticas y de seguridad, en un escenario de demanda insuficiente?
Se trata de preguntas que no se pueden resolver acudiendo al pensamiento mágico: a los planes de futuro (de plazo incierto), a cambios de modelo que surtirán efecto en el medio y largo plazo, la regulación de oferta y demanda a través de la recarga nocturna de vehículos eléctricos, la extensión de los contadores inteligentes (casi en fase de prototipo), etc… Soluciones, en teoría más a corto plazo, serían las relacionadas con mejorar la capacidad de exportación de electricidad a través de las interconexiones, pero de eso (algo no tan viable como parece) hablaremos otro día.
El hecho es que empiezan a “pitarse” fueras de juego a los excesos de capacidad y habrá que cambiar el estilo de juego.

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