Abengoa cumplirá su objetivo de deuda gracias a la salida a bolsa de su filial americana Abengoa Yield
El consejero delegado de la compañía, Manuel Sánchez Ortega, señaló que «el objetivo es que la deuda neta de Abengoa a nivel corporativo para este año sea de 2 veces el ebitda (resultado bruto de explotación), desde 3,7 veces en 2012 y 2,5 veces en 2013» y que tras la salida a bolsa de su filial en Estados Unidos «este objetivo ha quedado perfectamente alineado«.
Esta reducción en el ratio supondrá que la deuda neta corporativa quedará a finales de año por debajo de los 2.000 millones de euros, desde los 2.421 millones que sumaba al cierre del primer trimestre. El resto de la deuda, los 6.087 millones no recurrentes vinculados a proyectos, «se irá traspasando a Abengoa Yield a medida que se vaya quedando con los proyectos de concesiones de Abengoa», es decir, cuando estén terminados y generen ingresos.
El yieldco es la última herramienta financiera utilizada por Abengoa para encontrar financiación. Se trata de una compañía cotizada que controla activos que generan flujos de caja estables y predecibles, como plantas de generación de energía con acuerdos de compra de suministro a largo plazo. «Cuando tienes una necesidad agudizas el ingenio y Abengoa ha sido siempre tremendamente pionera en temas de financiación», proclamó Ortega.
«Si nos comparas con la Abengoa que éramos hace 15 años o con las empresas españolas que se han quedado en la financiación bancaria, parece que estemos en el hiperespacio», señaló Sánchez Ortega, «pero si nos comparas desde el punto de vista financiero con multinacionales como General Electric o Siemens, son tremendamente mucho más sofisticados». Para Sánchez Ortega, la diversificación e internacionalización, no sólo de los ingresos, sino también de las fuentes de financiación, ha sido uno de los pilares de crecimiento de la compañía.
Actualmente, el 70% la financiación a largo plazo de Abengoa procede de los mercados de capitales y el 30% de la bancaria. Y dentro del mercado de capitales, «entre el 50% y el 60% es norteamericano y el resto, europeo». «Hemos querido hacer un tránsito ordenado de financiación bancaria a financiación de mercados de capitales», explica el consejero delegado de Abengoa, «y sabíamos que para alcanzar esa dependencia de los mercados de capitales era muy importante estar en el mercado de capitales norteamericano, el más profundo y sofisticado del mundo».
La próxima operación financiera en Abengoa podría proceder de su negocio de biocombustibles. «Hay quien dice que Abengoa Yield ha puesto encima de la mesa una joya que mucha gente no veía, pero tenemos otra joya, que es el negocio de bioenergía», apunta Ortega. El negocio de bioenergía de Abengoa representaba a finales del primer trimestre del año un 28% de los ingresos y un 19% del ebitda del grupo.
Después de más de diez años trabajando en el desarrollo tecnológico de biocombustibles, la compañía alcanzará un hito este año con la entrada en operación de su primera planta de segunda generación de etanol a partir de biomasa a nivel comercial en Estados Unidos, la planta de Hugoton, en el estado de Kansas. «Una vez que se alcance ese hito, se van a abrir muchas opciones para Abengoa», concluyó su consejero delegado, plenamente convencido de que la «revolución de la bioenergía no tiene marcha atrás«.


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