La Unión Europea buscará mañana un acuerdo que permita avanzar hacia la separación de redes de transporte de gas y electricidad
Los países de la UE intentarán mañana llegar a un acuerdo que permita avanzar hacia la separación de la propiedad de las redes de transporte de gas y electricidad, algo que implicaría la división de gigantes energéticos como el alemán E.ON o el francés EDF.
La cuestión de la separación patrimonial de esas redes, que se debate desde hace más de un año y cuenta con el rechazo de un grupo de países encabezado por Alemania y Francia, será abordada a partir de una nueva propuesta que, según fuentes diplomáticas, tiene posibilidades de recibir mañana el respaldo de los países. La discusión se producirá en un consejo de ministros responsables de Energía al que asistirá el titular español de Industria, Miguel Sebastián.
Las mismas fuentes explicaron que la presidencia eslovena de turno de la Unión Europea confía en que la propuesta ayude a acercar posiciones entre los dos grupos existentes: los defensores de los planes de Bruselas para forzar la separación (entre los que figura la mayoría de Estados miembros, incluido España) y un grupo de siete países liderado por Francia y Alemania, que se opone frontalmente.
Además, la reciente decisión del gigante energético alemán RWE de vender su red de transmisión de gas en el oeste de Alemania a un operador independiente podría hacer que Berlín modifique la posición mantenida hasta ahora, lo que facilitaría la posibilidad de llegar a un acuerdo, según las fuentes.
La nueva propuesta plantea una «tercera vía» que aunque no obliga a la separación de las redes, obstaculiza la posibilidad de controlar de manera conjunta propiedad y actividades de producción y suministro, lo que garantizará una mayor independencia y a la larga conducirá a la venta de los activos, según las mismas fuentes.
Los ministros tendrán que determinar si respaldan esa tercera vía para el sector del gas y la electricidad (como apoyan Alemania o Francia) o sólo para el gas, como quisiera entre otros países España. También tendrán que decidir si debe ser una medida transitoria o definitiva y si ha de incluir una cláusula de revisión.
Fuentes diplomáticas explicaron que además hay otros asuntos que preocupan a los ministros, como la eventual adopción de salvaguardas frente a empresas de terceros países o sobre los poderes de la futura agencia de cooperación de reguladores energéticos.
Aunque España mantiene una «actitud positiva» de cara al Consejo dado que quiere que el paquete de energía siga adelante, no cederá a cualquier precio para lograr un acuerdo, según las mismas fuentes. Al margen de que se llegue a un consenso mañana, el asunto aún estará pendiente de la votación del pleno del Parlamento Europeo.
La «tercera vía» que se tratará mañana es una alternativa a las dos opciones presentadas por Bruselas para aumentar la competencia en el sector: la separación patrimonial -opción preferida de la CE- y el sistema de operador independiente (ISO), que permite a las empresas mantener la propiedad de las redes pero obliga a una gestión independiente supervisada por un regulador.
Junto a Francia y Alemania se alinean por diversos motivos Austria, Luxemburgo, Chipre, Bulgaria y Eslovaquia, todos muy críticos con el principio de separación patrimonial, mientras que los países que ya lo han introducido -como España, el Reino Unido, Italia, Bélgica u Holanda- son los principales aliados de la Comisión.
El objetivo es alcanzar un acuerdo sobre esta cuestión en el Consejo Europeo de junio.


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