Las emisiones totales de CO2 del sector energético e industrial han aumentado un 3,8 por ciento en 2007 respecto al año anterior
Las emisiones totales de CO2 del sector energético e industrial han aumentado un 3,8 por ciento en 2007 respecto al año anterior, motivado principalmente por un descenso de la generación de origen nuclear que ha debido ser sustituida por energía procedente de combustibles fósiles.
Así se desprende del balance de los datos de las emisiones verificadas del periodo 2005-2007 de los sectores sujetos al comercio de derechos de emisión (que representan el 45 por ciento del total de los gases de efecto invernadero), que el Gobierno ha presentado en la Mesa de Diálogo Social.
En un encuentro informativo con los medios, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, ha asegurado que ese incremento del 3,8% es «imputable casi en su totalidad» al sector eléctrico, responsable de más del 50% de las emisiones de los sectores afectados, que han registrado un aumento del 6,2 por ciento.
Esa subida se explica por un descenso del 8,4 por ciento en la producción de energía nuclear, que ha tenido un impacto de más de 3,5 millones de toneladas de CO2, que el Gobierno califica de «anormal» y justifica en las paradas técnicas y de recarga de las centrales programadas el año pasado.
Ribera ha reconocido que el dato del 3,8% no es bueno de manera aislada, pero ha valorado como positivo el hecho de que la mayor parte del incremento de la demanda (80 por ciento) fue cubierta con energías renovables, especialmente eólica. Estas energías, que generaron un total de 58.906 megavatios/hora en 2007, han supuesto un ahorro de 21,5 millones toneladas de CO2 en el «mix» energético español.
Además ha realizado también una lectura positiva del «estancamiento» de las emisiones que se ha producido en los sectores industriales, en un año en el que ha aumentado la producción.
El director general de Industria, Jesús Candil, ha destacado que estos datos ponen de relieve que la defensa del medio ambiente no está reñida con el desarrollo económico, y que no se ha producido ninguna afección a la competitividad, sino todo lo contrario.
En el conjunto de los sectores afectados, el Plan Nacional de Derechos de Emisión 2005-2007 ha representado una asignación deficitaria del 4,1 por ciento (diferencia entre las asignaciones y las emisiones). Ese déficit se concentra en el sector de la generación eléctrica (15 %), mientras que los sectores industriales y el de la combustión han emitido un 6,1% y un 22,5% menos de lo que el plan les asignaba.
Ribera ha destacado que el comercio de derechos de emisión ha funcionado «con total normalidad», ya que se han realizado un total de 2.070 transferencias -equivalentes a unos 200 millones de toneladas de CO2-, de las cuales un 50% se han hecho en el ámbito español, un 23% son salidas internacionales y el otro 27% restante son entradas de terceros países. A su juicio, estos datos demuestran que el comercio se ha revelado como una herramienta útil, que tiene un carácter incentivador, ya que los ahorros a los que induce el precio de la tonelada de CO2 son «significativos».
Respecto al actual Plan Nacional de Derechos de Emisión 2008-2012, Ribera ha asegurado que los parámetros actuales de ahorro y eficiencia energética unido a un incremento «espectacular» de las energías renovables «son plenamente coherentes con su cumplimiento».


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