Ana Palacio controlará el área de marketing de la empresa nuclear Areva

El grupo nuclear francés Areva fichó a la ex ministra española de Asuntos Exteriores y vicepresidenta del Banco Mundial (BM), Ana Palacio, para formar parte de su comité ejecutivo y trabajar en relaciones internacionales y el sector de marketing, informaron ambos este lunes en rueda de prensa.

La ex ministra asumirá su nuevo cargo el próximo 1 de junio, después de abandonar su función de vicepresidenta y asesora legal del BM tras cumplir dos del «máximo» de cuatro años que le correspondían, explicaron el presidente ejecutivo de Areva Norteamerica, Bernard Esteve, y la propia Palacio.

«En palabras sencillas, creo que lo que me atrajo de esta función ha sido que los mayores desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día consisten en lograr un desarrollo inclusivo y sostenible», explicó, al tiempo que destacó su experiencia internacional y su «experiencia en asuntos europeos». «Creo que las energías sin dióxido de carbono (CO2) son cruciales y Areva es campeona en este sector tanto en Francia, como en Europa y el mundo», aseguró la ex ministra de Exteriores de 2002 a 2004, del gobierno de Aznar.

La ex vicepresidenta del BM, cuya decisión de salir del Banco había sido anunciada por el actual presidente Robert Zoellick a principios de marzo, también defendió la necesidad de «canalizar» la energía nuclear para evitar la proliferación de armas de destrucción masiva.

«Ahora mismo, la energía nuclear es una realidad y hasta diría una realidad inevitable», sostuvo. «Se puede tener dos actitudes: canalizar esa demanda o no», explicó, antes de recordar a su hermana Loyola de Palacio, fallecida hace año y medio y comisaria europea de 1999 a 2004.

«Para mí, en cierta medida, esto es un homenaje a mi hermana Loyola de Palacio», explicó la ex ministra. «Como vicepresidenta de la Comisión Europea, a cargo del sector energético, ella fue una pionera y tenía una visión de los desafíos que se planteaban a Europa», añadió, antes de atribuir parte de su decisión de irse a París a la necesidad de estar más cerca de la familia.