El impulso hacia un agricultura eficiente energéticamente
La agricultura tiene un impacto claro sobre el clima; se estima que es responsable del 9% de las emisiones de gases con efecto invernadero. Además, la actividad agraria necesita de combustibles fósiles (maquinaria, fertilizantes, fitosanitarios, producción, calentamiento o ventilación de edificios auxiliares, procesado de productos, etc.), emite metano (secado de la turba o uso del agua en la producción de arroz) y óxido de nitrógeno. De hecho, la agricultura es una de las principales fuentes de emisiones de metano y óxido de nitrógeno, dos de los gases con efecto invernadero más importantes. Por otro lado, posee un gran potencial de mitigación del cambio climático mediante la fijación de carbono en el suelo.
En este sentido, y dada la importancia del sector agrario en Castilla y León, la necesidad de articular respuestas en torno a la eficiencia del sector energético es especialmente relevante. Por ello, el EREN) como órgano gestor encargado por la Consejería de Economía y Empleo de la puesta en práctica de las medidas para el desarrollo de la Estrategia de Eficiencia Energética de España (E4), que contempla el desarrollo de una serie de medidas considerada prioritarias por el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético).
Así, en el sector agricultura se considera como prioritaria la Campaña de Promoción y Formación de Técnicas de Uso Eficiente de la Energía en Agricultura, cuyo objetivo es ayudar a los agentes del sector a tomar conciencia sobre la importancia de la eficiencia energética en el uso de los equipos agrícolas consumidores de energía, en especial, los tractores y sistemas de riego, además de informar de las posibilidades de ahorro de energía en la ganadería. En en año 2007, han sido 2.020 personas las que han asistido a los cursos en los locales de las cooperativas, ayuntamientos, centros de capacitación de la Junta de Castilla y León, servicios territoriales, hoteles y demás locales reservados y habilitados a tal efecto.
Los cursos constan de tres partes: una breve introducción, las clases teóricas en las que se explican los temas incluidos en el programa, y una última parte de análisis de los resultados y conclusiones en la que se realizaba un breve cuestionario para verificar los resultados obtenidos y se entregó a los alumnos el correspondiente diploma y la documentación técnica propia del curso.
El programa de los cursos abarca entre otros, lo siguientes temas:
– 1.La E4 y medidas de ahorro y eficiencia energética en la agricultura.
– 2.Ahorro y eficiencia energética en agricultura de regadío.
– 3.Ahorro y eficiencia energética en la ganadería.
– 4.Ahorro de combustible en el tractor agrícola.
En cuanto al primer punto, para mejorar la eficiencia en el uso del combustible, amén de un manejo correcto del tractor y la elección del sistema de laboreo menos intensivo posible, se recomienda prestar atención a la estructura de la explotación y tener en cuenta toda una serie de aspectos como, por ejemplo, la concentración de parcelas grandes, reducir las distancias entre el garaje del parque de maquinaria y las parcelas de cultivo, disponer de tractores y parques de maquinaria dimensionados a la explotación, la gestión de cultivos en grandes explotaciones (formando asociaciones o agrupaciones) para así obtener costes de mecanización menores y mayor eficiencia en el uso del combustible, etc.
Todas estas medidas contribuyen de manera decisiva a la obtención de un mayor rendimiento en las labores agrícolas y a la reducción en un alto porcentaje del consumo de combustible.
En lo relativo a la agricultura de regadío resulta clave el ajuste de los desembalses de agua a las necesidades reales de riego de los cultivos, la colocación de módulos para el control del agua demandada, formación de los regantes sobre funcionamiento y mantenimiento de instalaciones de riego y necesidades de agua de los cultivos, incentivos para el uso racional del agua y la energía como, por ejemplo, las tarifas progresivas que sancionen los excesos de consumo, diseño de sistemas eficientes de riego con técnicas que permitan lograr caudales y presiones acordes con las necesidades reales, programas de mantenimiento que eviten pérdidas de rendimiento, servicios de asesoramiento al regante (www.inforiego.org) que faciliten recomendaciones de riego con periodicidad semanal, etc.
En lo tocante a la ganadería, se imparten nociones básicas sobre la relación entre las necesidades térmicas de los animales y el control de las condiciones ambientales de las naves, de forma que se logre un bienestar animal adecuado para alcanzar la máxima producción. Se insiste además, en la importancia del aislamiento de las naves ganaderas, dado que con ello se mejora el rendimiento de los equipos y se ahorra energía (un buen aislamiento de la cubierta evitaría el 70% de las pérdidas de energía).
Una adecuada climatización resulta fundamental para atender a los animales en cada uno de sus estadios de la manera más eficaz y al menor coste posible. La iluminación de las naves es un factor esencial a la hora de ahorrar energía; el uso de fluorescentes en lugar de bombillas incandescentes, la utilización de pinturas blancas o en tonos claros o la realización de revisiones periódicas de la instalación son elementos clave en estas medidas.
Se orienta además, acerca de la implantación de barreras vegetales cortavientos y de medidas específicas del sector lácteo tales como instalar y mantener los sistemas de ordeño mecánico de forma apropiada con el fin de reducir el coste energético de los mismos.
En referencia al tractor, conviene resaltar que el 65% del gasóleo de la explotación agrícola se emplea en el tractor; de ahí la importancia de aprender a hacer un uso racional del mismo. Para ello se instruye acerca de cómo realizar una planificación correcta de la actividad, simplificando en lo posible las operaciones de cultivo asociando labores.
También es importante elegir el tractor adecuado para el trabajo que se vaya a realizar teniendo en cuenta los últimos avances tecnológicos (GPS, motores diésel de última generación, neumáticos, etc.), utilizar máquinas y aperos apropiados y en buen estado, elegir bien los neumáticos y que rueden con las presiones de inflado correctas, conocer bien el manejo de los distintos dispositivos de control de que dispone el tractor para las diferentes labores, realizar siempre un mantenimiento adecuado y evitar las operaciones agrícolas en condiciones desfavorables del suelo, el producto, el cultivo o la meteorología (el suelo húmedo, por ejemplo, demanda mayor potencia).
El EREN está organizando ya los nuevos cursos de ahorro y eficiencia energética para el año 2008, en los que se incluirán dos nuevos temas: ahorro, eficiencia energética y sistemas de laboreo agrícola y ahorro, eficiencia energética y estructura de la explotación agrícola.
Asimismo, se está preparando la realización de Seminarios y Jornadas de Campo para promocionar la Agricultura de Conservación y se están llevando a cabo Auditorias Energéticas en Comunidades Regantes.


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