«Nos preocupa la seguridad jurídica; saber si lo que refleja la regulación va a permanecer»

PREGUNTA.- ¿Qué importancia tiene en España la energía solar termoeléctrica?

RESPUESTA.- Actualmente no tiene importancia económica, pues no hay proyectos en producción. Sin embargo, creemos que esta tecnología va a tener mucho peso en el ámbito de las energías renovables. Por un lado, por el alto potencial que tiene España de radiación solar, y por otro, porque, al ser un país en el que hemos desarrollado todo tipo de energías, estamos capacitados para desarrollar también la solar termoeléctrica.

En este momento hay en marcha un proyecto de Abengoa, con tecnología de torre, pero hay presentados proyectos para aproximadamente 6.000 MW. Aunque el real decreto 661/2007 habla de 500 MW, según los estudios que hemos elaborado en APPA, creemos que hay capacidad tecnológica y de producción para que se instalen hasta 8000 MW para el período 2008-2015.

PREGUNTA.- ¿Qué potencia es la habitual para este tipo de centrales?

RESPUESTA.- En los primeros proyectos, hace cinco años, se hablaba de una potencia media de unos 20 MW. Hoy no se concibe ninguna planta por debajo de los 49,9 MW, pues el real decreto prevé una tarifa para las instalaciones de menos de 50 MW y otra distinta para las de más de 50 MW.

En estos momentos no hay ninguna planta en España en producción. Existen varias centrales en construcción, y es posible que a lo largo de este año y principios de 2009 puedan empezar a construirse unas ocho o diez más. Es posible que los 500 MW previstos en el real decreto 661/2007 estén en construcción entre 2009 y 2010 como muy tarde.

PREGUNTA.- Regulación. ¿Cómo definirían la situación regulatoria en España? ¿Creen que el real decreto 661/2007 supondrá un impulso para esta tecnología?

RESPUESTA.- El real decreto no es malo en sí mismo para todas las energías, aunque pueda haber leves problemas en algunos aspectos para determinadas tecnologías. Nos preocupa la seguridad jurídica, es decir, saber si lo que ha quedado plasmado en papel va a permanecer.

Por lo que respecta al sector termoeléctrico, al ser una tecnología nueva, existen determinados aspectos que el real decreto no define con precisión. De modo que, en la medida en que se haga una interpretación positiva, puede ser un buen decreto, y en la medida en que se haga una interpretación negativa, puede resultar perjudicial. Pero creemos que, hasta hoy, hay voluntad por parte de la Administración, del IDAE, desde los diferentes organismos, en hacer bien las cosas, al menos para nuestro sector. Desde APPA hemos hecho grupos de trabajo con Red Eléctrica y con el IDAE, pues la energía solar termoeléctrica no se había contemplado prácticamente en la planificación 2008-2016. Hasta ahora hemos encontrado una recepción positiva.

Si el real decreto habla de 500 MW, el informe sobre renovables de Greenpeace habla de potencias para 2050 de hasta 50.000 MW, pero desconocemos hasta qué punto eso es factible. Aunque apreciamos que Greenpeace haya reconocido la importancia que puede tener esta tecnología.

PREGUNTA.- ¿Cómo valoran la nueva propuesta de directiva comunitaria para luchar contra el cambio climático?

RESPUESTA.- Todavía no hemos podido estudiarla en profundidad, pero en un primer análisis, parece que puede ser positiva. Es importante que tengamos en cuenta que en este tipo de energías dependemos de una regulación tanto comunitaria como estatal, por lo que, si cambian una tarifa de repente, pueden hacer mucho daño al mercado.

En el caso particular de la solar termoeléctrica, ya hay plantas que van a desarrollar aquí su tecnología, y tenemos la intención de establecer la base en España para producir todos los equipos necesarios para construir plantas de energía solar termoeléctrica, tanto para el mercado nacional como para exportar a todo el mundo.

PREGUNTA.- ¿España tiene una posición de privilegio, no solamente por la incidencia de las radiaciones solares, sino por su experiencia en energía solar?

RESPUESTA.- Sí. Además, España ha tenido una herramienta de trabajo que no ha sido suficientemente valorada, que es la Plataforma Solar de Almería, y ahora mismo cuenta con el Centro Nacional de Energías Renovables, CENER. Son dos centros de investigación y desarrollo muy importantes, y que empiezan ahora a ser reconocidos, a pesar de que la Plataforma Solar de Almería lleva más de 20 años funcionando, y muchas veces en unas condiciones que no han sido bien reconocidas, ni por parte de la Administración ni de las empresas. Creo que ha llegado el momento de reconocer la importancia de estos dos organismos, que tienen más reconocimiento a nivel mundial que en España.

PREGUNTA.- Hay determinadas energías renovables que se encuentran con ciertas barreras. Por ejemplo, la eólica, que no siempre puede disponer de viento para generar electricidad. En cambio, en España tenemos sol casi a diario. ¿Qué ventaja tiene la solar termoeléctrica frente a otras fuentes renovables?

RESPUESTA.- Las energías renovables deben de ser un complemento. Creemos que se deben complementar bien la eólica, la solar fotovoltaica y la solar termoeléctrica. La ventaja de la solar termoeléctrica es que, a semejanza con la biomasa, es gestionable. En la medida en que es posible utilizar un 15% de gas, se puede seguir trabajando incluso en períodos en que no haya radiación solar. Bien porque previamente se ha almacenado energía, o bien porque se está empleando gas en mantener la producción, teniendo en cuenta que no debe superar ese 15%.

Por otra parte, la gestionabilidad implica que cuando el sistema requiere que se detenga una central o bien reanude su producción, desde una central de biomasa o desde una solar termoeléctrica, sí es posible responder al sistema. Si el sistema pide energía, pero no hay viento, no hay solución. Pero con esta energía, sí. Y, en ese sentido, creemos que aportan un mayor grado de estabilidad a la red.

Otro punto interesante es la hibridación de plantas de biomasa y termosolar, creemos que podría dar un buen resultado.

PREGUNTA.- La energía solar fotovoltaica se ha convertido en un fenómeno de inversión popular. La termosolar, ¿tiene posibilidades de evolucionar de la misma forma?

RESPUESTA.- No, porque se trata de instalaciones mucho más complejas en el diseño. Cada proyecto puede tener un coste de unos 250 millones de euros. Se diferencia mucho de la solar fotovoltaica, ya que en ésta última se puede conectar a la red, o emplearla para producir de forma autónoma, una simple placa de 5 kW. En el caso de la energía termosolar no podemos hablar de instalaciones individuales, sino de grandes centrales, para lo que es necesaria, en primer lugar, una gran extensión de tierra. Los captadores tienen extensiones de más de 500 metros cuadrados cada uno. Por otro lado, se emplea un fluido, aceite térmico, que concentra la energía en un tubo, calentándolo a 400 grados. El aceite calienta agua, que se evapora, moviendo una turbina y produciendo electricidad. Ese proceso es imposible de transferir a pequeña escala.

PREGUNTA.- ¿Pero se plantea que esté abierta a inversores una instalación de este tipo, como ocurre con las huertas solares?

RESPUESTA.- Al ser grandes inversiones, tienen que estar muy afianzadas por las entidades financieras. Creemos que es complicado. De todas formas, la rentabilidad de la fotovoltaica no es hoy tan alta como parece a simple vista.

Es fundamental que se sepa diseñar el sistema eléctrico teniendo en cuenta una nueva tecnología, que es costosa, pero que tiene un componente importante de mano de obra. Una central solar termoeléctrica de 50 MW tiene un período de construcción de dos años, con una media entre 600 y 800 trabajadores por planta durante dos años y que, una vez construida, da empleo a una plantilla de 50 trabajadores de media.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *