La Agencia Internacional de la Energía revisa a la baja de previsión de la demanda mundial de petróleo para fines de 2007 y 2008

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó fuertemente a la baja sus previsiones sobre la demanda mundial de petróleo en el último trimestre de este año y en 2008 por efecto del tirón del barril de crudo, pese a lo cual el mercado seguirá tenso, con posibles efectos sobre la economía.

A medio plazo, el crecimiento del consumo ante la fuerte demanda latente de los países en desarrollo seguirá poniendo presión sobre las capacidades de los productores de petróleo, y esa tendencia no la podrá corregir tanto un barril de petróleo que llegara al listón simbólico de los 100 dólares, como medidas de eficiencia energética de consumidores y gobiernos, advirtió la AIE.

En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la agencia redujo en medio millón de barriles diarios sus previsiones de la demanda mundial para el cuarto trimestre de 2007, que quedó en 87,1 millón de barriles, con lo que la corrección para el conjunto del año será de 110.000 barriles diarios.

Esa corrección, que se explica esencialmente por el efecto de los precios sobre el consumo en particular en Estados Unidos, Europa y los países de la antigua Unión Soviética, se prolongará en 2008 con 250.000 barriles diarios menos de lo que calculaba hace sólo un mes. No obstante, la demanda global de crudo el próximo año será un 2,3% superior a la de 2007, cuando el crecimiento respecto a 2006 debería limitarse al 1,2%.

En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los autores del informe esperan incluso una caída del consumo del 0,2% en 2007, tendencia que se corregirá con un ascenso limitado al 1,2% el ejercicio próximo.

Fuera de la OCDE, la AIE también ha disminuido sus expectativas de demanda de crudo, pero muy ligeramente (50.000 barriles diarios menos en el cuarto trimestre y en 2008), y además muy centralizado en los Estados de la antigua Unión Soviética.

China y Oriente Medio, que representan juntos dos tercios del aumento del consumo mundial de petróleo en 2007, no deberían verse significativamente afectados por los efectos de la crisis hipotecaria en Estados Unidos ni por el tirón del precio del barril.

En el caso de China, los autores del informe indicaron que la reducción reciente de las reservas industriales indica que los datos de la demanda se han disminuido «artificialmente». También insistieron en que la tendencia del crecimiento económico es tan fuerte en China que el efecto del aumento del precio no parece afectar el ritmo de incremento de la demanda.

Más allá del caso general de este país, la agencia estimó que si el barril de petróleo superara el límite simbólico de los 100 dólares, más allá del impacto psicológico, no debería tener «una influencia significativa» sobre el aumento del consumo. La cuestión fuera del símbolo de los 100 dólares es «el efecto acumulativo», es decir, que una subida de 70 dólares desde 2002.

En términos mundiales, la AIE reconoció que, aunque el precio del petróleo es sólo uno de los factores que pesan sobre la evolución de la economía global, su importancia es creciente, y cita en particular el caso de Estados Unidos. Añadió que aunque ese efecto «puede no ser amplio, podría ser más significativo si emergieran otras áreas de debilidad económica».

Por lo que respecta a la oferta de crudo, en octubre experimentó un alza de 1,4 millones de barriles diarios por el fin de los recortes en países como China y Azerbaiyán, pero también por una aportación suplementaria de 410.000 barriles diarios de la OPEP, esencialmente de Angola e Irak.

La AIE previno de que ha reducido para 2007 (en 35.000 barriles diarios) sus expectativas en la oferta de los productores de crudo que no pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a 50,1 millones de barriles.

El cártel, que puso 31,2 millones de barriles diarios en el mercado en octubre, contaba entonces con un margen de producción suplementario de 2,46 millones de barriles, esencialmente de Arabia Saudí (1,95 millones).

Las reservas industriales de petróleo de la OCDE bajaron en 29,5 millones de barriles en septiembre a 2.648 millones de barriles, lo que significa 113,9 millones menos que un año antes, y los datos preliminares de octubre apunten a un descenso añadido de 20,9 millones.

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