Desconectado el último generador en Barcelona un mes después del gran apagón

Fecsa-Endesa ha desconectado este miércoles el último grupo electrógeno que daba servicio a los afectados por el gran apagón ocurrido en Barcelona el 23 de julio, justo un día antes de que se cumpla un mes de la avería que dejó sin luz a unas 350.000 personas, y que en algunos casos se prolongó durante 3 días.

El último grupo electrógeno que ha sido «desenchufado» ha sido el generador instalado en las dependencias del Hospital de Sant Pau, que se ha sumado a los otro ocho que se han apagado en los últimos dos días y que estaban ubicados también en los centros sanitarios del hospital de Sant Pau y en la Fundación Puigvert.

La caída de un cable de 110 kilovoltios de Endesa sobre la subestación de Collblanc, propiedad de Red Eléctrica de España, causó el 23 de julio varios cortocircuitos que derivaron en un incendio en la subestación de Maragall y un corte en el abastecimiento que en algunos casos duró varios días y obligó a instalar más de un centenar de grupos electrógenos repartidos por los barrios más afectados, el Guinardó, Gràcia, Sant Andreu y Derecha del Eixample.

Fuentes de Endesa han informado a Efe de que hasta la fecha se han presentado 15.000 reclamaciones de usuarios afectados por el apagón, y se han abonado ya 8.000 indemnizaciones con cantidades que oscilan entre los 60 y los 300 euros (según las horas en las que estuvieron sin luz y el número de personas que vivían en el domicilio), mientras las otras 7.000 están todavía en trámite.

Además, hoy se reúne el consejo de administración de la Comisión Nacional de Energía (CNE) para analizar la primera remesa de información que deben aportar Endesa y Red Eléctrica de España (REE) sobre este incidente, que además de las molestias generadas a los vecinos y comerciantes de las zonas afectadas, con «caceroladas» por las calles, desencadenó una tormenta política en Cataluña que llegó al Parlament.

Así, el apagón de Barcelona fue debatido en una sesión de la Diputación Permanente del Parlament en la que los presidentes de Endesa y REE, Manuel Pizarro y Luis Atienza, respectivamente, se culparon mutuamente del corte de suministro.

El regulador energético decidió el pasado 25 de julio abrir un expediente informativo para esclarecer las causas del incidente y concedió un plazo de diez días a las empresas afectadas para que remitieran información relevante sobre las infraestructuras eléctricas involucradas en este incidente.

Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha reclamado a las empresas eléctricas «un trabajo efectivo» para que el gran apagón del pasado mes de julio «no se vuelva a repetir» y ha abogado por una infraestructura con suficientes centros conectados «en forma de malla» que permita restablecer el suministro en caso de avería.

Para ello, Hereu convocará el próximo septiembre a REE y Endesa a un grupo de trabajo para reforzar la red de alta tensión y de distribución de la ciudad.

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