La conexión entre desarrollo, energía y medioambiente clave en las intervenciones de Ricardo Lagos, Isabel Tocino y Mary Robinson en la UIMP

El ex presidente de Chile Ricardo Lagos abogó hoy por la integración de los países para lograr una estabilidad energética mundial «sin condicionantes políticos», porque de lo contrario cada Estado «irá a una autarquía» en esta materia, que «tiene costes infinitamente mayores».

Lagos considera «indispensable» esta integración porque, si la energía se utiliza como «herramienta política», cada país «luchará por tener un sistema autónomo de energía, para no estar sometido a decisiones de carácter político». El ex mandatario chileno cree que los países aún «pueden reaccionar» para «no terminar con el sistema» y acabar «todos jugando con la autosuficiencia» energética.

En su intervención en el curso que el Club de Madrid organiza en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), el presidente de este foro que integran ex jefes de Estado apoyó así la necesidad de la política gubernamental para solucionar el déficit energético en los países pobres. Lagos negó que los pobres no tengan dinero para pagar la energía que demandan y aseguró que el coste de las fuentes energéticas que consumen los países en desarrollo es «mucho mayor» que si tuvieran acceso a métodos modernos.

Alumbrarse con una bombilla es 70 veces más barato que hacerlo con una lámpara de queroseno y 150 veces más que utilizar velas, explicó Lagos. «Hoy los pobres pagan por la escasa energía que tienen más que si tuvieran una conectividad adecuada», sentenció. Por ello insistió en la necesidad de la política gubernamental para ayudar a estos países en su acceso a la energía, aunque consideró «fundamental» que este subsidio «esté focalizado».

El ex presidente chileno y presidente del Club de Madrid, Ricardo Lagos, advirtió hoy de que «buena parte» de las metas marcadas en los Objetivos del Milenio –que proponen reducir la pobreza mundial a la mitad en el año 2015– no podrán alcanzarse si no se garantiza el acceso a la energía y si ésta no es «más limpia».

Según recordó, 2.000 millones de personas, aproximadamente una tercera parte de la población total de la humanidad, no tienen acceso a servicios de energía «modernos», una cuestión que, sin embargo, consideró que permanece «oculta» a la hora de afrontar el problema de la pobreza. Frente a ello, Lagos recalcó que «sin energía, no se pueden cubrir las necesidades humanas más básicas», desde la preparación de los alimentos, hasta la calefacción o el transporte.

También reconoció que el acceso a las energías tiene efectos sobre el medio ambiente, ante el recurso de los países en desarrollo a la «sobreexplotación de sus bosques» con fines económicos y de desarrollo, lo cual conduce a la deforestación y el avance de la desertización.

En su opinión, el principal reto es «incrementar el uso de la energía, pero sin aumentar los niveles de emisión de dióxido de carbono», y abogó por obtener energías «más limpias y eficaces». Así, el presidente del Club de Madrid, organización que reúne a ex jefes de Estado y de gobierno, se refirió a la prioridad para este colectivo de la relación entre energía y liderazgo, junto con el cambio climático y la necesidad de abordar este problema en un «nuevo acuerdo post Kyoto».

«El tiempo del diagnóstico ya pasó», enfatizó Lagos, que abogó por definir el papel de los «actores» en este proceso, como el sector privado, las organizaciones no gubernamentales, o los gobiernos, «que son los que dictan las políticas».

El ex presidente de Chile y presidente del Club de Madrid, Ricardo Lagos, defendió la importancia de las políticas públicas para abordar la relación entre energía y pobreza. «Necesitamos instituciones muy sólidas», afirmó, apostando por la vigencia de las políticas públicas «porque el mercado no va a llegar a los pobres, ya que los pobres no tienen capacidad» de pagar por la energía.

No obstante, Lagos reconoció que es «indispensable» un «entendimiento» entre lo público y lo privado para abordar este problema. Recordó que los países pobres utilizan fuentes de energía como el queroseno que resultan más caras que las energías modernas, y que también suponen más esfuerzo físico conseguirlas, en relación al uso de la biomasa para producir energía y los desplazamientos físicos que implica este proceso. «Los pobres gastan más en energía», enfatizó, para defender que en estos países sí podrían costearse el uso de energías modernas.

La defensa de las políticas públicas y la capacidad de los países pobres para pagar por la energía fueron dos de las conclusiones que apuntó como balance del encuentro, que calificó de «enriquecedor». El presidente del Club de Madrid también destacó la necesidad de conseguir la generación de energía que pueda pagarse «en términos monetarios».

Además, el ex presidente de Chile se refirió al debate surgido en torno al uso de los biocombustibles, con posturas como la de Brasil, que defiende la existencia de terrenos para producir estos combustibles y también alimentos. Frente a esto, mencionó la aparición de voces que alertan sobre el incremento de los precios de alimentos básicos por la demanda de los materiales con los que se producen estos nuevos carburantes.

-Isabel Tocino: la pobreza energética como paradoja

La ex ministra española de Medio Ambiente Isabel Tocino (PP) coincidió con Lagos en la necesidad de la política gubernamental para la aplicación de la energía en los países pobres y para cumplir los Objetivos del Milenio, en los que opinó que «no se ha avanzado nada».

Tocino dijo que tras cumplirse la mitad del periodo para aplicar estos Objetivos «no se puede consentir» que propuestas «tan importantes» como las incluidas en esta declaración «se queden en papel mojado» y más cuando a nivel mundial las sociedades desarrolladas tienen «los mayores niveles de crecimiento sostenido que pudieran nunca haber imaginado».

«La pobreza energética en el siglo XXI es como una paradoja», opinó Tocino, quien advirtió de que esta situación puede incrementarse si no se aplican las medidas necesarias.

Salvador Ordónez: Tasas solidarias

Por su parte, el rector de la UIMP, Salvador Ordóñez, propuso la creación de tasas «solidarias» sobre el exceso de consumo energético en los países ricos, que se destinen a favorecer el acceso en los países en desarrollo. «La luz, el agua, las nuevas tecnologías de la comunicación servirán para devolver la dignidad humana a la que tienen derecho» los habitantes de estos países, explicó.

Asimismo, el rector de la Universidad Salvador Ordóñez mostró su «orgullo» por la celebración en la institución académica de esta cita del Club de Madrid, y elogió las figuras de su presidente y vicepresidenta, respectivamente. De Ricardo Lagos alabó su trayectoria «coherente» en el servicio a su país y en la defensa de los derechos humanos. Respecto a Mary Robinson, elogió su «generosidad» al dedicar, tras su paso por la presidencia de Irlanda, «su vida al servicio de los derechos humanos».

-Mary Robinson: el cambio climático y las tecnologías

Por su parte, la es presidenta de Irlanda y vicepresidenta del Club de Madrid, Mary Robinson, reflexionó sobre la cercanía del 60 aniversario de la promulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos como fecha que sirva para «renovar el compromiso» por la solidaridad global y «conectar pobreza y desarrollo» al abordar los derechos humanos, económicos y sociales en el «contexto del cambio climático» y de las dificultades para el acceso a la energía.

La ex presidenta de Irlanda alertó sobre las consecuencias del cambio climático para los países en desarrollo, con «más desertización y más inundaciones». Robinson lamentó que estos países «no pueden absorber» estos problemas y enfatizó que «ellos no han sido los causantes».

Así, reclamó que se aporten a los países pobres las «mejores tecnologías» para la explotación de las energías renovables, de forma que estos dispongan de «más capacidades». Se refirió al uso en las zonas rurales del Tercer Mundo de energías más costosas y contaminantes. Además, señaló el hecho de que hay un matiz «de género» cuando en muchas ocasiones son las mujeres las que tienen que realizar largos desplazamientos para llegar a las materias primas de las que luego obtienen energía.

-Miguel Angel Revilla: combatibilizar energía, desarrollo y medioambiente

La inauguración del encuentro también contó con la intervención del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que lamentó que en el mundo «sobren recursos para matar y hacer sufrir», y por el contrario, no se dediquen a favorecer a la mayoría. «Hay solución compatible entre la energía, el desarrollo y el medioambiente», aseguró, y citó el ejemplo de la implicación de Cantabria en la ayuda al tercer mundo.

Así, se refirió a una campaña de recaudación, en colaboración con distintos medios de comunicación regional, que se llevó a cabo para ayudar a una misionera cántabra en un poblado de Malí. El resultado fue la construcción de un pozo para obtener agua.

Revilla destacó que ahora esta infraestructura ha entrado en una segunda fase, en la que, con un motor de energía solar, se transporta el agua al centro del pueblo. De esta forma, se acerca el agua a sus 1.500 habitantes, así como al consumo animal, al tiempo que se abren posibilidades para los regadíos.

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