Cañete anuncia la creación de un grupo para impulsar el MidCat

Durante la presentación del proyecto Trans Adriatic Pipeline (TAP), en el que participa la española Enagás, Cañete detalló que el principal objetivo del grupo será la mejora de las interconexiones en el suroeste de Europa y la búsqueda de una cooperación «más estrecha» entre los Estados miembros ya que precisamente la falta de cooperación y de financiación son los mayores problemas. Cañete detalló que para alcanzar estas metas se pondrá en marcha un plan de acción, y afirmó que desde la Comisión Europea se apoyará una tercera interconexión de gas entre España y Portugal para conseguir «un verdadero corredor ibérico del gas hacia Europa».

En este sentido, Cañete se refirió a la estrategia europea de alcanzar una Unión Energética. Asimismo, se refirió a la importancia de la seguridad de suministro y a la elevada dependencia energética europea, que importa el 53% de toda su energía, lo que supone una factura de 400.000 millones de euros al año, es decir, más de 1.000 millones de euros al día. De hecho, «de los 28 Estados miembros de la Unión Europea, 6 dependen de un proveedor único para la totalidad de sus importaciones de gas«, según explicó, una situación que, «dada la dirección emprendida por Rusia», hace necesario diversificar fuentes y corredores.

Cañete precisó que la política energética de la Unión Europea en los próximos meses pasará por la revisión de los 348 proyectos de infraestructuras energéticas de interés común a final de año, y revisión del reglamento para fortalecer la seguridad de suministro. «Hay mucho margen para desarrollos ulteriores, hemos impulsado flujos reversibles, una utilización muy mejorada de los gasoductos tradicionales», apuntó Cañete, quien avanzó que se buscará una mayor «transparencia» en los contratos de gas con terceros países ya que «hay Estados miembros que suscriben acuerdos unilaterales que no se adecúan a la normativa comunitaria, y luego nos encontramos que no se pueden modificar», apostilló.

Según indicó Cañete, la Unión Europea va a seguir utilizando una cantidad de gas «importante» con el objetivo de reducir sus emisiones de CO2. Además, en su opinión, en Europa se necesita una «mayor competencia» y, por ello, la Comisión Europea prepara una estrategia integral sobre gas natural licuado (GNL) y su almacenamiento, «sobre todo pensando en que se liberalizarán las exportaciones en el mercado americano», algo para lo que España tiene un «posicionamiento privilegiado» por sus plantas regasificadoras y siempre que mejoren las interconexiones.

Mercado interior de la energía

Por su parte, el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, indicó que el proyecto del gasoducto MidCat es una de las «prioridades» del Gobierno para permitir unir las dos grandes zonas de suministro de gas del continente, la del norte de Europa, con gas procedente de Rusia y Noruega, y la del gas que proviene del norte de África. «En unos años podremos ver un verdadero mercado único de la energía», lo que redundará en unos «menores precios y una mayor competencia«, auguró Nadal, que indicó que, en consecuencia, «el riesgo de la introducción de la energía renovable lo compartiremos entre todos los países».

Nadal apuntó que la Unión Europea empezó con el mercado del carbón y del acero y que ahora es el momento de la Unión Energética. En este contexto enmarcó la Declaración de Madrid, realizada por los Ejecutivos de España, Francia, Portugal y la Comisión Europea «con el propósito de que la Península Ibérica deje de ser una isla energética». Para estos objetivos, según Nadal, hacen falta «interconexiones físicas» que llevarán a una «convergencia» en precios y a un mix energético con menores emisiones de CO2.

El presidente de Enagás, Antonio Llardén, argumentó que contar con una red interconectada de gas en toda la Unión Europea facilitará la creación de un mercado interior que, a su vez, redundará en una mayor competencia entre operadores y en un descenso en los precios de la energía. Asimismo, Llardén reivindicó que unas mejores interconexiones «garantizará» asegurar mucho mejor el suministro frente a incidentes «de tipo geopolítico» y facilitar la sostenibilidad al propiciar el desarrollo de las plantas renovables, cuya principal energía de respaldo es el gas, reduciendo las emisiones de CO2. Finalmente, Llardén apuntó que el impulso al TAP y al MidCat son «complementarios».

Asimismo, el consejero delegado de Enagas, Marcelino Oreja, destacó el esfuerzo del Gobierno y de la nueva Comisión Europea por «situar las interconexiones en el punto central» de los planes de infraestructuras ya que el actual es un «momento crucial para la Unión Energética. En este sentido enmarcó el TAP, en el que Enagás participa con un 16%, y que forma parte del Southern Gas Corridor, el corredor energético integrado por tres gasoductos diseñado para suministrar gas natural procedente del Mar Caspio a Europa y que forma parte de los proyectos identificados por la Comisión Europea como de interés común.

El TAP es uno de esos tres gasoductos. Constará de 871 kilómetros de longitud y unirá Turquía con Italia, a través de Grecia y Albania; contará con una capacidad inicial de 10 bcm de gas (10.000 millones de metros cúbicos), equivalente al consumo de 7 millones de hogares en Europa y sus primeras entregas a Europa están previstas para 2020. El director general del TAP, Ian Bradshaw, valoró la importancia de la nueva infraestructura y señaló que se firmaron contratos con Albania y Grecia para la construcción de infraestructuras con las que se logrará satisfacer el 25% de las necesidades de suministro de los griegos.

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