El IPCC presenta un informe en el que alerta del abrumador impacto del cambio climático y subraya el peso que soportan los ecosistemas
El documento, acordado tras una semana de discusiones en la localidad, es el segundo de un grupo de informes que se presentará este año y que apuntan a las causas, efectos y soluciones para el cambio climático. El IPCC ha subrayado que la cantidad de pruebas científicas que respaldan la existencia de este fenómeno y de sus peligros es aplastante, y ha detallado que la misma se ha duplicado desde 2007, cuando presentó su último informe.
«El incremento de las magnitudes de calor hace que ascienda la posibilidad de impactos severos, penetrantes e irreversibles», ha indicado. El texto recoge que desde los glaciares al permafrost, el impacto ha sido consistente en todos los continentes y océanos.
«Antes de esto pensábamos que sabíamos lo que estaba ocurriendo, pero ahora tenemos pruebas aplastantes de que está pasando y de que es real», ha dicho el doctor Saleemil Huq, uno de los autores del documento.
Por su parte, el secretario de la Organización Mundial Meteorológica, Michel Jarraud, ha sostenido que, antes de este informe, la gente podía citar «ignorancia» respecto al cambio climático. «Ahora, la ignorancia ha dejado de ser una buena excusa», ha remachado.
El informe detalla impactos a corto plazo en los ecosistemas en los próximos 20 o 30 años y cifra cinco motivos de preocupación, entre los que están las amenazas a sistemas únicos como el hielo del Ártico y las barreras de coral, el impacto sobre el mar y los sistemas de agua dulce.
En este sentido, el documento afirma que los océanos aumentarán su acidez, amenazando a los corales y a las especies que viven en ellos y provocando que los animales, plantas y otras especies se muevan hacia los polos con el incremento de las temperaturas.
Respecto al impacto del cambio climático sobre los seres humanos, el IPCC ha alertado de que la seguridad alimentaria es un aspecto que desata especial preocupación. Las previsiones contemplan pérdidas de hasta el 25 por ciento en las cosechas de maíz, arroz y trigo en el periodo que se extiende hasta 2050.
Además, múltiples especies de peces, fuente de alimentos para una importante parte de la población, se desplazarán a causa del calentamiento de las aguas, lo que podría provocar una disminución en la pesca en los trópicos y la Antártida de hasta el 50 por ciento en dicho periodo de tiempo.
«Es un informe aleccionador. Si proyectamos el futuro, los riesgos sólo aumentan sobre la población, los cultivos, la disponibilidad de agua, y los sucesos extremos», ha sostenido el profesor Neil Adger, de la Universidad de Exeter, también autor de un capítulo del informe.
El documento resalta además que la población mundial se verá además afectada por inundaciones y un incremento de la tasa de mortalidad a causa del calor, y advierte del incremento de las migraciones vinculadas a las condiciones climáticas, así como los conflictos y las amenazas a la seguridad nacional derivadas de las mismas.
Por otro lado, apunta que el mundo, en la mayor parte de los casos está «poco preparado» para afrontar los riesgos de este fenómeno, aunque aún es «posible» luchar en su contra, aunque esto requiere «tomar decisiones». El trabajo incluye las aportaciones de 309 autores principales y editores de 70 países que, a su vez, solicitaron ayuda a otros 436 autores y un total de 1.729 revisores expertos.
El copresidente del grupo de trabajo II, Vicente Barros, ha manifestado que esta es una época en la que «el cambio climático está causado por el hombre» y que en muchos casos el mundo no está preparado para los riesgos relacionados con el clima. «Invertir en una mejor preparación puede reportar dividendos en el presente y en el futuro», ha manifestado.
Por su parte, el también copresidente del grupo de trabajo II, Chris Field, -premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA este año- ha manifestado que ya se está empezando a producir una adaptación para reducir los riesgos derivados del cambio climático, pero ha lamentado que se concede más importancia a reaccionar ante fenómenos ya ocurridos que a prepararse para la evolución futura.
«La adaptación al cambio climático no es un programa exótico que no se haya intentado nunca. Los gobiernos, las empresas y las comunidades de todo el mundo están adquiriendo experiencias sobre la adaptación», ha señalado Field durante la presentación del documento en Japón.
Además, ha manifestado que estas experiencias son precisamente el punto de partida para lograr adaptaciones «más audaces y ambiciosas, que serán importantes a medida que continúen cambiando el clima y la sociedad» y ha explicado que con niveles elevados de calentamiento por el aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero «será difícil controlar los riesgos y, aunque se invierta de manera significativa y continuada en la adaptación, habrá limitaciones».
En el momento actual, se han referido a los impactos del cambio climático que «ya se han observado» en la agricultura, la salud humana, los ecosistemas de la tierra y los océanos, el abastecimiento de agua y los medios de vida de algunas personas y ha expuesto que el rasgo «más llamativo» es que estos impactos se están produciendo desde los trópicos hasta los polos, desde las islas pequeñas hasta los grandes continentes y desde los países más ricos hasta los más pobres.
En este contexto, Field ha insistido en que personas, sociedades y ecosistemas son vulnerables en todo el mundo, pero la vulnerabilidad es diferente en cada lugar, al tiempo que el cambio climático interactúa con «otras tensiones», aumentando el riesgo.
A este respecto, Barros ha manifestado que la adaptación puede contribuir «decisivamente» a disminuir esos riesgos» y que en parte, el motivo de que la adaptación sea «tan importante» es que el mundo se enfrenta a una multitud de riesgos derivados del cambio climático que ya están integrados en el sistema climático, debido a emisiones previas y a la infraestructura existente».
Del mismo modo, Field ha subrayado que si se comprende que controlar los riesgos del cambio climático es una «tarea acuciante» se abre una «amplia gama de posibilidades» para integrar la adaptación en el desarrollo económico y social y en las iniciativas para limitar el calentamiento en el futuro.
«Es indudable que nos enfrentamos a una tarea difícil, pero comprender esas dificultades y hacerles frente de manera creativa puede hacer que la adaptación al cambio climático se convierta en una vía importante para construir un mundo más dinámico a corto plazo y en un futuro más lejano», ha valorado.
Por su parte, el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri ha subrayado que el informe del grupo de trabajo II es «otro avance importante en la comprensión sobre cómo reducir y gestionar los riesgos del cambio climático» y que junto, con los informes de los Grupos de Trabajo I y III, el documento proporciona un panorama conceptual de las características esenciales del problema, pero también de las posibles soluciones.
Finalmente, Pachauri ha declarado que los informes del IPCC son «una de las empresas científicas más ambiciosas de la historia de la humanidad» y ha confesado que se siente «muy honrado y agradecido» por las aportaciones de cuantos los hicieron posibles».
Incluso con las máximas medidas de adaptación, el cambio climático seguirá
El vicepresidente del Grupo II del Panel de Expertos de Cambio Climático de la ONU, José Manuel Moreno, ha subrayado en que incluso si se toman las máximas medidas de mitigación y adaptación, el fenómeno del cambio climático seguirá durante las próximas décadas.
Moreno, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha, ha explicado que el informe de la ONU presentado este lunes en Japón manifiesta que de aquí a 2050, en el mejor de los escenarios, el clima va a seguir cambiando «inevitablemente», por lo que ha insistido en que la adaptación es «necesaria».
«En este trabajo, respecto al anterior, hay un avance muy importante y es que la ciencia demuestra que, independientemente de lo que hagamos, en el mejor de los escenarios, aunque nos pusiéramos a hacer todo lo posible, el cambio climático se va a seguir produciendo», ha apostillado.
El informe pone en un marco de evaluación todos los impactos y apunta que todas las sociedades deberán gestionar los riesgos. En este caso, ha dicho que los riesgos asociados al cambio climático, -un fenómeno que el trabajo del Grupo I del IPCC aseguró que seguramente se produce por la acción humana- son múltiples y trasversales y tiene un riesgo residual al que no se podrá hacer frente.
Por ello, considera que ahora la pelota está «en el tejado político», ya que son los decisores políticos quienes deben decidir cómo actuar, ya que en este informe adquiere robustez, respecto al anterior, ya que «acumula más conocimiento y ata muchos cabos», constata que en todo el mundo «hay huellas de que el cambio climático ya ha ocurrido; se manifiesta en todos los ecosistemas y son detectables, generalizados y atribuíbles al cambio climático» producido por la acción humana. «Las décadas recientes hemos observado impactos en todos los continentes y en todos los océanos. Esa frase ha sido aprobada y es demoledora», ha añadido.
En definitiva, el experto destaca que el informe evidencia que las distintas sociedades son vulnerables a los eventos extremos como las olas de calor y ha manifestado que esto es «importante» por los efectos en las cosechas y la alimentación mundial, donde casi 1.000 millones de habitantes, la séptima parte de los habitantes del mundo «comen poco o no comen».
De este modo, ha comentado que «la vulnerabilidad no es igual para todos» y ha detallado que uno de los temas de mayor trascendencia es el de la disponibilidad del agua porque va a haber disminución de los recursos hídricos en zonas secas subtropicales, como la de España y eso acrecentará los conflictos del agua. «Conforme se va al sur, es peor. La banda del Mediterráneo es una de las zonas claramente afectadas por este riesgo, mientras que en el centro y este de Europa se esperan problemas de inundaciones», ha indicado.
Por otro lado, se ha referido a los cambios en organismos y ecosistemas que se desplazan a cierta velocidad, en función del fenómeno. Sin embargo, ha advertido de que la velocidad de avance del cambio climático será mayor que la que van a poder hacer los organismos, sobre todo en los ambientes terrestres. «Esto quiere decir que hay un riesgo importante para muchas de estas especies que verán disminuidas y se verán en riesgo de extinción», ha agregado.
Otro de los riesgos para países como España, según el catedrático serán las olas de calor que, sumadas a la disminución de agua, conllevarán asociado un incremento de la salud y de la mortalidad o un aumento en la lucha contra los incendios forestales.
Ante la publicación de este documento José Manuel Moreno ha indicado que los gobiernos deben tomar medidas de adaptación, a quien le corresponde tomar decisiones «oportunas» para hacer frente a esta realidad.
Finalmente, respecto a su función dentro del IPCC, Moreno ha informado de que los responsables de cada grupo se encargarán de traducir el informe en inglés de cara a que los responsables de las políticas puedan comprender mejor su contenido.
Respecto al Gobierno español, ha dicho que la relación del IPCC con la Oficina Española de Cambio climático es «directa» aunque formalmente prevé exponer el documento al secretario de Estado de Cambio Climático próximamente.
Es preciso un compromiso global e individual ante el cambio climático
La directora de la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Susana Magro, ha asegurado que para luchar contra el cambio climático, «como en todos los temas relacionados con el medio ambiente, es preciso un trabajo global, pero también un compromiso individual».
Así lo ha manifestado Magro tras el informe del Grupo II del IPCC ‘Cambio climático 2014: Impactos, adaptación y Vulnerabilidad’, que se ha presentado este lunes en Japón, y que resalta que los impactos del calentamiento global ya son visibles en todos los continentes.
Magro ha recordado que la temperatura media ha subido 0,85 grados centígrados entre 1880 y 2012, un aumento que se ha acentuado en las últimas tres décadas, y muchas regiones del planeta experimentan con mayor frecuencia fenómenos extremos como sequías y olas de calor, impactos sobre cosechas, hábitats y biodiversidad.
En este contexto, ha recordado las líneas de acción del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en España e impulsar la actividad económica y la sostenibilidad en el uso de recursos.
Así, ha citado la finalización de la Hoja de Ruta 2020 que diseña el Gobierno para «marcar una línea costo eficiente» para seleccionar las medidas más adecuadas para cumplir los objetivos de reducción en los sectores difusos 2020 y que incluyen variables como la generación de empleo o la disponibilidad de recursos financieros.
Además, ha citado los programas de reducción de emisiones como los Proyectos Clima y los Planes de Impulso al Medio Ambiente (PIMA) para vehículos de distinto tipo y hoteles.
Finalmente, ha destacado el proyecto de Huella de Carbono para que las empresas españolas calculen cada año su huella de carbono y la registren con nosotros oficialmente mientras compensan su huella de carbono en sumideros españoles.
Greenpeace reclama una rápida transición a las energías renovables para frenar los riesgos del cambio climático
La organización ecologista Greenpeace ha reclamado a los líderes mundiales que aceleren la transición hacia un sistema energético basado en energías limpias y seguras, tras la presentación este lunes del Informe de impactos del cambio climático de la ONU que ha advertido de que la gravedad de los impactos dependerá de las decisiones que se tomen a corto plazo.
«Caminamos por la cuerda floja, pero si actuamos rápido para reducir las emisiones de gases que causan el cambio climático todavía podemos evitar las principales amenazas para la seguridad humana, los sistemas oceánicos, los bosques y las especies protegidas. Nuestras acciones definirán cómo nos juzga la historia, así que la pregunta que lanzamos a los líderes mundiales es si estarán con nosotros en la lucha frente al cambio climático», ha declarado la responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace, Tatiana Nuño.
Respecto a España, Greenpeace subraya que el quinto informe de evaluación del IPCC contempla un aumento generalizado de las temperaturas y una reducción de las precipitaciones; que la costa europea sufrirá un aumento de las marejadas y una subida del nivel del mar, lo que incrementará los riesgos de vivir en la costa, sobre todo en la segunda mitad de este siglo.
El IPCC señala que algunos países, como España, tendrán que reforzar sus defensas costeras por el aumento del riesgo de subidas extremas del nivel del mar y el riesgo de inundación costera.
En este contexto, Nuño ha manifestado que las plataformas de petróleo y las centrales térmicas de carbón suponen un peligro mundial, cargan la atmósfera de emisiones de CO2 y no respetan las fronteras nacionales. Por ello, ha apostado por desarmar estas energías y por acelerar la transición hacia una energía limpia, renovable y segura.
Finalmente, la ONG reclama a los Gobiernos que acudan a la Cumbre del Clima que ha convocado el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, el próximo mes de septiembre propuestas serias que se dirijan a alcanzar un sistema energético 100 por 100 renovable. «Los gobiernos tienen que acelerar la transición», ha concluido.



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