La Junta de Accionistas de Repsol abordará importantes cambios en los estatutos de la compañía y el acuerdo de compensación por el 51% de YPF

Los accionistas de Repsol decidirán el viernes si dan el visto bueno al acuerdo alcanzado el mes pasado con el Gobierno argentino para compensar la nacionalización del 51% de las acciones de YPF en abril de 2012.

Este acuerdo prevé el pago de 3.700 millones de euros a través de la entrega de deuda argentina, asegurada para evitar que pierda de su valor, y la retirada de todos los litigios pendientes por ambas partes.

La aprobación por parte de la Junta será el último trámite para la validación definitiva del pacto, ya que el otro hito pendiente, el visto bueno del Senado argentino, se resolverá previsiblemente en la sesión del próximo día 26.

Además, la Junta abordará una serie de cambios en los estatutos de la petrolera, entre los que destaca el refuerzo de su blindaje para evitar una posible segregación de sus divisiones de exploración y producción («upstream») y refino y márketing («downstream»).

Así, el Consejo de Administración propuso que la escisión, segregación o enajenación de estas dos divisiones de la sociedad, así como la liquidación de una parte importante o de todos los activos de una de ellas, necesite el voto favorable de tres cuartas partes del órgano de dirección y la aprobación de la Junta.

Este punto del orden del día contó con el voto en contra de Pemex, uno de los accionistas de referencia de Repsol, que criticó públicamente la gestión de la actual dirección y del que se rumoreó que estaría interesado en hacerse con el negocio de exploración y producción de la española.

Otro cambio estatutario que se someterá a voto afecta a la obligación de los consejeros de actuar «con solidaridad y coordinación», es decir, que no podrán intermediar con terceros en nombre de Repsol, salvo que hayan recibido un mandato para ello, ni hacer públicas posibles discrepancias con la dirección de la firma.

Por otra parte, La Junta abordará la aplicación del dividendo a cuenta de los resultados de 2014 y el complementario de 2013 mediante su mecanismo «flexible», que permite cobrarlo en efectivo o en nuevas acciones, y que en el último caso equivaldrá a 0,5 euros brutos por acción.

Además, se plantea una reducción de capital del 2,05% mediante un programa de recompra de acciones que supondrá una inversión máxima de 500 millones de euros, con el objetivo de ofrecer una «mejora» a la política de retribución al accionista.

En el orden del día también figuran las reelecciones de los consejeros Paulina Beato, Artur Carulla, Javier Echenique, Henri Philippe y el de Pemex.

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