TEPCO informa de la existencia de otra vía de escape del agua radiactiva de Fukushima

Según explicó, sus operarios detectaron el pasado jueves un nivel de radiación de 16 milisievert por hora cerca de una válvula pluvial ubicada en la parte sur del tanque desde el que se produjeron las fugas anteriores.

La compañía eléctrica ya informó la semana pasada de una serie de vertidos contaminantes desde la parte noreste de este tanque, ubicado en los alrededores del reactor cuatro, de acuerdo con la televisión pública japonesa NHK.

TEPCO insistió en que está investigando las causas de las fugas de agua radiactiva, pero advirtió de que le llevará semanas. De momento, apuntó como posibles causas a la corrosión de algunas piezas y del material del que están hechos los tanques.

Si bien, admitió que no detectó antes los vertidos contaminantes porque los tanques no tienen contadores y el único medio de control eran patrullas rutinarias, por lo que hasta que no se han formado charcos superficiales no han saltado las alarmas.

El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al océano Pacífico.

Con el fin de frenar las fugas, TEPCO inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.

El pasado 16 de agosto, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear.

Sin embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de los reactores tres y cuatro todavía están en marcha, por lo que se calcula que diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.

En este contexto, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó al Ministerio de Economía, Comercio e Industria que se implique directamente en la solución al problema de los vertidos radiactivos y no descartó la utilización de fondos públicos.

Además, la Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA) de Japón decidió elevar del uno –que indica una «anomalía»– al tres –que indica un «grave incidente»– el nivel de alerta por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima.

La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), por su parte, expresó su preocupación por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima y ofreció al Gobierno de Japón su ayuda para resolver este problema.

Los problemas en Fukushima se deben al terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.

Fukushima estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *