Un exdirector de Petrobras admite que recibió sobornos por facilitar la compra de una refinería en Texas

En una de sus declaraciones dadas en septiembre en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná y donde se sustancia el proceso judicial, Costa señaló que recibió el dinero por parte del empresario Fernando Baiano, que está preso, en una cuenta en Liechtenstein.

En 2006, Petrobras realizó la compra inicial del 50% de la refinería Pasadena, en Texas (Estados Unidos), negocio que según el Tribunal de Cuentas de la Unión se pagó con un «sobreprecio».

Petrobras compró la mitad del capital de la refinería por 360 millones de dólares a la empresa belga Astra Oil, que un año antes había pagado 42,5 millones de dólares por la totalidad de la planta y después, por una cláusula, fue obligada a comprar el otro 50% por 820 millones de dólares.

El pasado 14 de enero, la Policía Federal detuvo en el aeropuerto Galeao de Río de Janeiro al exdirector del Área Internacional de Petrobras Néstor Cerveró, otro de los acusados en el proceso de investigación por la formación de una red de corrupción en la empresa estatal y en cuya gestión se realizó el polémico negocio.

En la declaración de Costa a las autoridades, el exdirector acusó a Cerveró y Baiano, señalado como el operador del esquema para favorecer al aliado Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de haber recibido sobornos por un valor entre veinte millones y treinta millones de dólares de Astra Oil.

Los abogados de defensa de Cerveró y Baiano negaron que sus clientes hayan recibido el supuesta soborno entregado por la petrolera belga, como indicó Costa, quien está en prisión domiciliaria en Río de Janeiro por un acuerdo de delación premiada con la Justicia.

Petrobras, responsable por sí sola del 13% del producto interno bruto (PIB) brasileño, está en el centro de una profunda investigación de la Policía, que detectó una vasta red de corrupción enquistada en la empresa desde hace al menos una década y por la cual han sido arrestados varios ejecutivos de la compañía.

Según las investigaciones, la red de corrupción movió entre 2006 y 2014 unos 3.850 millones de dólares en sobrefacturación de obras y contratos de Petrobras y que habrían sido dedicados a financiar a partidos políticos, legisladores y empresarios.

Las denuncias de corrupción en Petrobras, que provocaron una pérdida del precio de las acciones de más del 40% en 2014 y llevaron a la compañía a caer del primero al séptimo lugar como empresa más valiosa de Latinoamérica, salpican a varios dirigentes y políticos aliados del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

Hasta ahora la fiscalía acusó a 36 personas por las corruptelas, entre los que se incluyen tres ejecutivos de Petrobras y los directores de seis de las mayores constructoras de Brasil.

El escándalo también tiene en la mira de las investigaciones a importantes empresas constructoras del país acusadas no sólo de formar un cartel para distribuirse los contratos sino también de pagar millonarios sobornos a cambio de obtener los negocios.

El programa televisivo Jornal Nacional, del canal Globo, informó que la Justicia determinó romper el secreto bancario y fiscal del exministro de Casa Civil (Presidencia) José Dirceu, el hombre fuerte durante el primer mandato del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que gobernó entre 2003 y 2010.

Dirceu, expresidente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), está preso después de ser condenado en el llamado «juicio del siglo» como uno de los articuladores del «mensalao» (gran mesada), como se conoció a la red de corruptelas que desviaba dinero de empresas estatales para beneficiar a políticos y partidos aliados.

Ahora, en el caso de Petrobras, el Ministerio Público (fiscalía) sospecha que Dirceu, a través de una empresa de consultoría abierta con un hermano suyo, recibieron dinero de empresas vinculadas al red de corrupción.

Petrobras aún está calculando sus pérdidas por la corrupción

Asimismo, la petrolera estatal brasileña informó de que aún está calculando la dimensión de las pérdidas que ha sufrido por la corrupción y el volumen de los recortes en las inversiones que realizará por sus problemas financieros.

Petrobras «no confirma» las cifras publicadas por el diario O Globo, que, citando a una fuente del Gobierno, sostuvo que la compañía descontaría de su balance del tercer trimestre del año pasado unos 3.850 millones de dólares. Ese importe es la cifra de fondos desviados en la última década, según cálculos de la Policía Federal de Brasil.

Según O Globo, la compañía también prevé recortar sus inversiones previstas en un 30%, porcentaje que Petrobras tampoco confirmó, aunque reiteró que está revisando su planificación para 2015.

La petrolera dijo que está tomando medidas para «hacer viables» sus proyectos sin la necesidad de pedir nuevos créditos en el mercado, lo que incluye la «reducción del ritmo de inversiones», la «revisión» de estrategias de precios y productos, y la disminución de los costes operacionales, entre otras medidas.

Petrobras debería haber publicado su balance del tercer trimestre hasta el pasado noviembre, pero pospuso la divulgación por el escándalo de corrupción. La compañía prevé publicarlo el próximo día 27, aunque posteriormente los números serán revisados por una auditora externa contratada para tal fin.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *