México busca importar petróleo de Estados Unidos por primera vez

La propuesta fue hecha el año pasado por Pemex a la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de Estados Unidos, que estudia la viabilidad de la exportación. Pemex comunicó que, bajo el esquema propuesto, México importaría hasta 100.000 barriles diarios de crudos ligeros y condensados de Estados Unidos con el propósito de mezclarlos con el petróleo local. La iniciativa buscaría mejorar la producción de las refinerías de Salamanca, Tula y Salina Cruz.

La petrolera mexicana indicó que hizo la propuesta «ante la oportunidad comercial que representa el incremento significativo de producción de crudos ligeros en Estados Unidos y la reconfiguración de los sistemas de refinado de México». Asimismo, Pemex aclaró que la transacción «no representa un compromiso adicional a los 803.000 barriles diarios de crudo mexicano que se exportaron en promedio a Estados Unidos el año pasado».

«Los beneficios principales para México serían lograr una mayor producción de gasolina y diesel, una menor producción de combustóleo y de petrolíferos con alto contenido de azufre en el Sistema Nacional de Refinación (SNR), así como una mejor utilización de la capacidad instalada del SNR», indicó Pemex, que se pronunció oficialmente sobre el tema después de que la secretaria de Comercio estadounidense, Penny Pritzker, y el embajador mexicano en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, detallaran algunos avances de la negociación.

«Servirá para optimizar la operación de nuestras refinerías, tener una producción menor de subproductos que no son particularmente atractivos en los mercados internacionales ni necesarios en el mercado mexicano», dijo Medina. «Esta solicitud se sometió al Departamento de Comercio, que es la autoridad competente desde el año pasado, sigue su trámite en buena dirección y esperamos que muy pronto podamos tener una resolución favorable», agregó.

Pemex asegura que la importación fortalecerá las relaciones de México y Estados Unidos, en el marco del tratado de libre comercio TLCAN. Además logrará «una mayor eficiencia logística en términos de menores costes de transporte, uso preferente de transporte marítimo hacia México y reducción del transporte terrestre en Estados Unidos». «El acuerdo permitiría maximizar el margen del refino, de acuerdo con la configuración de las refinerías de cada país», indicó.

Si se concretara la importación se daría en el marco del inicio de la implementación de la reforma energética promovida por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que abre el sector a la inversión privada. México es el décimo productor mundial de petróleo y el tercer proveedor de petróleo a Estados Unidos, después de Canadá y Arabia Saudí. Eso sí, en los últimos años la producción de petróleo mexicana cayó de un récord de 3,38 millones de barriles diarios en 2004 a unos 2,5 millones de barriles en la actualidad.

México cede como país petrolero

El coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados de México, Miguel Alonso, manifestó que la reforma energética por la que apostó el Gobierno de Peña Nieto no ha dado resultados, al referirse al proyecto para importar petróleo de Estados Unidos. «Por falta de inversión no tenemos hoy la producción que deberíamos tener y estamos dejando de tener peso como país petrolero, lo que es algo delicado», advirtió el diputado.

El legislador federal recordó que la producción petrolera de México sufrió desde 2004 un retroceso de más de 800.000 barriles de petróleo diarios. El declive de la producción, aseguró, se dio pese a los sustantivos incrementos de las inversiones de Pemex que pasaron de 251.882 millones de pesos (17.158 millones de dólares) en 2009 a 330.600 millones de pesos (22.520 millones de dólares) en 2013. «Uno de los problemas es que no se invirtió para reconfigurar las refinerías y procesar el crudo pesado», resaltó Alonso.

Asimismo, enfatizó que «desde octubre no cesó el desplome del barril del petróleo, que cotiza alrededor de los 40 dólares, es decir, una diferencia de más de 39 dólares respecto al precio fiscal aprobado en el Congreso de la Unión para 2015». Por el decremento del precio del petróleo y la competencia entre los expendedores, la gasolina es más barata para los consumidores estadounidenses, por lo que, según Alonso, «en la coyuntura actual lo que más convendría seria importar directamente la gasolina de Estados Unidos«.

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