El FMI eleva hasta un 0,7% más el crecimiento mundial en 2015 por la caída de los precios del petróleo
En un informe de Rabah Arezki y Olivier Blanchard, ambos destacan que este descenso está afectando a «todo el mundo» (productores, exportadores, gobiernos y consumidores), pero en general es un «gran estímulo» para la economía global. Según los expertos, esa situación puede provocar «un incremento del producto interior bruto (PIB) mundial de entre el 0,3% y el 0,7% en 2015«. Este avance se produciría sobre la previsión del crecimiento económico global del 3,8% para 2015 que el FMI ya divulgó el pasado octubre, cuando subrayó que, «pese a los reveses, la desigual recuperación global continúa».
El informe destaca que los mercados de futuro sugieren que los precios del petróleo repuntarán, pero se mantendrán por debajo de los niveles de los últimos años. En cambio, agrega que existe una «gran incertidumbre» sobre la evolución de la oferta y la demanda. Con los precios actuales, que caen casi un 50% desde junio y se sitúan en torno a los 55 dólares el barril, los expertos prevén que los niveles de producción petrolera «podrían bajar, pero sólo de forma moderada en menos del 4% en 2015«, de ahí que se beneficie la economía.
El informe indica también cómo afectará el mantenimiento de los precios bajos del crudo a las dos principales economías del mundo. En Estados Unidos, los economistas del FMI esperan un impulso del PIB de entre el 0,2% y el 0,5% sobre la base del aumento del 3,1% que la institución multilateral planteó en octubre para ese país. En China, el abaratamiento del oro negro podría contribuir a un progreso del PIB de entre el 0,4% y el 0,7% sobre la base del 7,1% pronosticado el pasado octubre por el Fondo.
Los expertos subrayan también que, aunque no hay dos países a los que les esté afectando por igual este descenso, algunos comparten unas tendencias comunes. Así, las economías avanzadas importadoras y algunos emergentes se están beneficiando de unos mayores ingresos de los hogares, unos menores costes de producción y mejor posición exterior. Por su parte, la caída de los precios del crudo se traducirá en unos menores ingresos en las economías exportadoras de petróleo, lo que puede poner bajo presión sus presupuestos y sus balances.
En este contexto, los expertos consideran que, pese a que los riesgos a la estabilidad financiera han aumentado, siguen siendo limitados y las presiones en las divisas se han visto limitadas hasta la fecha a unos pocos países como Rusia, Nigeria y Venezuela. «Dados los vínculos financieros globales, estos acontecimientos exigen una mayor vigilancia en todo el mundo», añade. Los expertos del fondo señalan que los países exportadores van a querer suavizar el ajuste sin recortes abruptos del gasto fiscal.
Por otro lado, remarcan que los descensos de los precios suponen una oportunidad para que muchos países puedan reducir su subsidios energéticos y usar los ahorros para transferencias más concretas e, incluso, incrementar los impuestos energéticos para reducir otros. En la zona euro y Japón, donde la demanda es débil y la política monetaria ha hecho casi todo lo que podía, la orientación de los bancos centrales es «crucial» para anclar las expectativas de inflación en el medio plazo para hacer frente a la caída de los precios del crudo.


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