De Guindos exige que la bajada de la energía no engorde a las petroleras y éstas dicen que hay «gran traslación» de las caídas

De Guindos, que hizo estas consideraciones en la ceremonia de entrega de la IV edición de los Premios El Economista.es, añadió que el Gobierno va a poner «todo el énfasis» en que la Comisión Nacional de Mercados y Competencias (CNMC) vigile que la reducción del petróleo se traslade a los consumidores españoles y también comentó que la bajada del precio del petróleo supondrá el 1% del PIB.

Por otra parte, el director general de la Asociación Española de Operadores de Productores Petrolíferos (AOP), Álvaro Mazarrasa, afirmó que hay «una gran traslación» de los costes de la gasolina y el gasóleo al precio final de los combustibles y criticó el informe publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) esta semana.

En declaraciones a los medios después de intervenir en una jornada sobre eficiencia energética organizada por Enerclub, Mazarrasa señaló que su organización «para nada» está de acuerdo con este informe y pidió rigor en su elaboración «para no confundir a la opinión pública».

Así, señaló que comparar la evolución porcentual del coste de las materias primas con el precio final es «un error de principiante» porque este coste «solo representa un 35% del precio final».

«Sólo pedimos rigor. Pedimos que la CNMC no confunda a la opinión pública y a los medios con el margen bruto de distribución, cuando el 90% de ese margen son costes», señaló Mazarrasa.

Además, subrayó que este error en el informe es «muy dañino» y manda una señal equivocada al confundir un coste con un margen. «Creemos que es erróneo y falto de rigor», expresó.

En cualquier caso, Mazarrasa defendió que en esa comparativa con la Unión Europea se tuviese en cuenta el coste adicional de la eficiencia energética, que este año supuso el desembolso 54 millones de euros a las petroleras.

Llamazares exige acabar con el «oligopolio de facto»

Finalmente, el diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) por Asturias, Gaspar Llamazares, exigió al Gobierno que tome medidas para acabar con el «oligopolio de facto» que existe en el sector de la distribución de carburantes, que impide que las bajadas del precio del barril de petróleo se trasladen a los consumidores.

En una pregunta parlamentaria, Llamazares recordó que, según el informe de la CNMC, pese a las caídas del barril de Brent y de los precios de referencia internacional de la gasolina, los márgenes de beneficio siguen subiendo, y en España superan incluso la media de la UE-6.

«España continúa en los puestos de precios antes de impuestos de los carburantes más altos de la Unión Europea, y la CNMC constata que el precio de las gasolinas está cayendo menos de lo que correspondería», insistió el diputado asturiano.

Esta falta de competitividad en los precios es mayor en las gasolineras abanderadas por alguna gran compañía, que suponen el 70% de la red en España, mientras que las estaciones de servicio independientes cuentan con precios de venta al público «más bajos», según dijo Llamazares.

Así, concluyó que es precisamente la «situación de oligopolio de las empresas distribuidoras» la que impide que la bajada de los precios del petróleo se traslade «automáticamente» y «en el mismo porcentaje» a la gasolina y el gasóil.

«Todo indica que no hay competencia, que estamos ante un oligopolio donde las petroleras campan a sus anchas porque en España tenemos una altísima concentración en los contratos de abanderamiento entre las marcas y las gasolineras, lo que favorece la existencia explícita e implícita de mecanismos de concertación de precios de venta», acusó el responsable de la Izquierda Plural.

De hecho, Llamazares aseguró incluso que las distribuidoras mayoristas «no pujan ni compiten entre ellas» por conseguir contratos con gasolineras de sus rivales cuando vencen los contratos de modo que «se produce una prórroga de facto del contrato».

Por todo ello, exigió al Ejecutivo que tome medidas para «acabar con el oligopolio de facto existente en el mercado de distribución de carburantes» y para que «España deje de ser uno de los países donde la gasolina es más cara y los márgenes brutos más altos». «¿Cómo justifica que, en un momento en que los precios del petróleo caen acentuadamente, los precios de venta de la gasolina y el gasóleo al consumidor bajen apenas y los márgenes brutos de explotación, antes de impuestos, aumenten?», preguntó además.

Esta semana, la CNMC constató la tendencia a la baja en los precios de los combustibles en octubre, después de que el precio de venta al público promedio de la gasolina 95 en Península y Baleares disminuyese en octubre por cuarto mes consecutivo, un 3,4%, hasta situarse en 1,371 euros por litro, mientras que el precio promedio del gasóleo A disminuyó un 3% respecto a septiembre, situándose en 1,290 euros por litro.

Sin embargo, destacó que los márgenes brutos promedio que obtienen los distribuidores de gasolinas aumentaron en octubre con respecto a septiembre, situándose en 17,9 céntimos de litro para la gasolina 95 (+5,1%) y 17,3 céntimos de litro para el gasóleo A (+3,4%).

Asimismo, después de la caída del 1% de los carburantes en la última semana, el precio del litro de gasolina es un 8,1% más barato con respecto a principios de año, mientras que en el caso del gasóleo se ha abaratado un 9,5%.

Este escenario de precios se produce en un momento en el que el barril de referencia en Europa, el Brent, continúa con su tendencia bajista, después de haberse situado a lo largo de la semana por debajo de los 68 dólares. Actualmente cotiza a 70,1 dólares. Por su parte, el Texas sweet light, de referencia en Estados Unidos, cotiza a 67,64 dólares.

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