Industria realizará una nueva subasta de interrumpibilidad con los 200 millones de euros que no se cubrieron
«Con esos aproximadamente 200 millones de euros que han quedado sin cubrir va a haber una nueva subasta, pero con un mecanismo competitivo», indicó en su comparecencia en Comisión en el Congreso de los Diputados.
Así, Soria defendió el sistema aplicado en la subasta, ya que «es el más transparente». «En todo caso ha habido empresas que en la misma subasta han bajado mucho el precio en un bloque y no lo han hecho en otro», añadió.
A este respecto, recalcó que el Gobierno «no puede decir a una empresa lo que tiene que ofrecer». «Es ella la que ofrece un precio u ofrece otro, el Gobierno sólo fija el marco», aseguró.
El servicio de interrumpibilidad, dotado con unos 500 millones de euros anuales, consiste en el abono de ciertos pagos a grandes empresas por desconectarse del sistema cuando este lo necesita, lo que permite al sistema eléctrico disponer de energía en los momentos punta y facilitar su gestión.
Para que fuera viable, se optó por bonificar a las plantas de alto consumo energético que se acogieran a esta posibilidad con una ayuda importante que reducía significativamente el coste de la electricidad. El año pasado los costes por interrumpiblidad representaron una bonificación de 650 millones de euros.
Sin embargo, el Gobierno introdujo, en el marco de la reforma eléctrica, una modificación en este servicio para que los pagos por interrumpibilidad se asignaran de forma competitiva a través de un sistema de subasta, en el que las empresas debían cumplir unos requisitos de potencia y consumo, lo que generó las críticas de la gran industria.
Para ello, Industria llevó a cabo recientemente esta subasta, por la cual los grandes consumidores de electricidad presentaron sus ofertas por nueve bloques de 90 megavatios (MW) que sumaban 810 MW, dirigidos a grandes industrias, y por 238 bloques de 5 MW que ascendían 1.190 MW, destinados a empresas medianas.
Soria afirmó que en la subasta se cubrieron todos los bloques de 90 MW que se ofertaron, mientras que «sólo quedaron sin cubrir una parte de los de 5 MW».
CCOO reclama una nueva subasta «de repesca»
Por su parte, CCOO de Industria reclamó al Gobierno que realice una nueva subasta de interrumpibilidad «de repesca» puesto que será la única manera de evitar «situaciones traumáticas» en el funcionamiento de las plantas industriales, argumentando que fue el propio Ministerio el que «se comprometió» a observar cómo el resultado de la subasta se adecuaba a las necesidades y a «realizar los ajustes» que fueran necesarios antes de que arrancara el nuevo año eléctrico, que comienza en enero de 2015.
El sindicato expresó su «preocupación» por las consecuencias que podrían derivarse de la última subasta organizada por REE la semana pasada, sobre la que «todo indica que tuvo un impacto perjudicial en la industria del gran consumo«.
Tras dicha subasta, CCOO exigió al Gobierno que realice una nueva subasta de repesca «en la que se realicen los ajustes que se han detectado, tanto en las 26 plantas que no han entrado en el servicio de bonificación como en la predistribución de los 200 millones de euros pendientes de asignación». «Será la única manera de evitar situaciones traumáticas en el funcionamiento de las plantas industriales», apostilló.
CCOO explicó que los 2.000 megavatios (MW) ofertados se subastaron a 352 millones de euros, casi 200 millones de euros por debajo de lo presupuestado, y afectó al 80% de las plantas que se presentaron. Además, su precio es significativamente menor, lo que supone que en algunos centros se recorte la bonificación entre un 30% y un 50%, a lo que se suma el hecho de que 26 factorías se quedaron sin ayuda, como las de la gran industria del aluminio, por ejemplo Alcoa, con plantas en Galicia y Asturias, recordó.



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