Un proyecto logra producir a escala piloto biohidrógeno y biometano a partir de subproductos orgánicos

En concreto, los últimos avances de este proyecto iniciado en 2011 están consiguiendo, a escala piloto, aumentar la degradación de la materia orgánica, incrementar la generación de energía con mayor poder calórico, así como una mayor optimización del proceso que actualmente se utiliza. La fermentación oscura, una variante de la digestión anaerobia tradicional, consiste en la obtención, a través de diferentes etapas, de biohidrógeno y biometano. En la digestión anaerobia tradicional la obtención energética se realiza en una sola fase.

La generación de biohidrógeno a través de la fermentación oscura es un proceso en el que intervienen diferentes microrganismos que crecen en ausencia de luz y que actúan de manera coordinada y secuencial para descomponer la materia orgánica. El biohidrógeno tiene 2,6 veces mayor poder calórico que el biometano, por lo que obtenerlo de forma aislada permite un aumento considerable de la eficiencia energética actual de las plantas de biogás.

La gran ventaja que presenta esta tecnología es que se podría aplicar sobre una gran variedad de residuos orgánicos agroalimentarios, excedentes de frutas, verduras, carnes o pescados, ya que la tecnología necesaria para aplicar este proceso a escala industrial sería la que ya se está aplicando en las plantas de biogás actuales pero con algunas modificaciones. Ante estos resultados, AINIA estudia desarrollar un proyecto a escala preindustrial a medio plazo.

AINIA lleva años investigando y desarrollando innovaciones aplicadas en el campo del biogás agroindustrial. Entre otros proyectos desarrollados, realizaron el primer proyecto demostrativo sobre el uso del biometano como biocombustible en vehículos o el proyecto Integral-B, premio LIFE de la Unión Europea, para un modelo más sostenible de producción de biodiesel a partir de aceites vegetales usados, generando en la misma instalación biodiesel y biogás.