Manuel Toharia rechaza el fracking y muestra su escepticismo por la alarma sobre el cambio climático

Así se pronunció Manuel Toharia sobre la conveniencia de esta técnica extractiva en Cantabria, con motivo de la conferencia que ofrecerá este miércoles, a las 20.00 horas, en el Torco de Suances, dentro de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria. Para Toharia, reconocido divulgador científico, hacer estudios previos del fracking «no contamina evidentemente», pero como se demuestre que hay posibilidades de explotación, «eso moverá muchísimo dinero y supondrá una inyección económica considerable para el Estado, vía impuestos»; en ese caso cree que no habrá marcha atrás «porque poderoso caballero es don dinero».

En este sentido, reconoce que en muchas zonas de Estados Unidos el gas de fracking «está siendo poco menos que el maná, y la riqueza que ha generado es inmensa«, además de hacer a los americanos «totalmente independientes» desde el punto de vista energético, si bien «es tan contaminante como cualquier otra técnica relacionada con la extracción de hidrocarburos«, precisó.

Respecto al cambio climático, Manuel Toharia se muestra crítico con las voces alarmistas ya que sólo se tienen datos globales sobre la temperatura desde hace 35 años, cuando desde 1979 poseemos satélites que cubren todo el planeta, con lo que se manejan datos «muy parciales y aislados«. Este físico argumenta que «con esto, y con los datos históricos de los últimos siglos, determinamos de forma aproximada que hubo periodos tan cálidos como el actual, incluso más hace unos 4.000 años e indudablemente en la Edad Media, cuando los vikingos descubrieron una Tierra Verde (Groenlandia) «.

Manuel Toharia continuó justificando su escepticismo sobre el cambio climático con que » en plazos más cercanos a la actualidad, las temperaturas subieron muy deprisa en los primeros treinta o cuarenta años del siglo XX, bajaron bastante hasta finales de los setenta, y volvieron a subir hasta finales de siglo. Y desde 1998 hasta hoy se mantienen estables. Ese es, de forma resumida, el famoso calentamiento global. No hay mucha historia, como puede verse», puntualizó.

Según el científico, «hay muchas teorías, muchos modelos matemáticos», pero «en realidad fallan demasiado«. Así, señaló que, por ejemplo, desde 1998 el CO2 no dejó de subir y acumular una subida en torno a un 10% en menos de 15 años. Sin embargo, las temperaturas «no subieron, en promedio, absolutamente nada». «Los modelos predecían una subida consecuente; o sea que ahora habrá que revisarlos muy a fondo», señaló, «y lo que antes se predecía, con mucha soberbia, para dentro de 50 años o incluso un siglo, resulta que puede no servir absolutamente para nada«, añadió.

No obstante, Toharia confía en que la Declaración Mundial sobre el Cambio Climático pueda ser un hecho «real y global» algún día, «no tanto por el cambio climático previsto, ya que se predice con un margen de error tan grande que incluso podría ser peor el remedio que la enfermedad, sino por la contaminación tóxica que acompaña al desarrollo industrial basado en los combustibles fósiles, unos combustibles que nos permiten obtener el 80% de la energía que usa el mundo».

«Pero me temo que, aunque todos firmen, luego casi nadie cumpliría lo pactado, como ocurrió con el Protocolo de Kioto. Porque, por ejemplo, si China tiene casi un tercio de las reservas mundiales de carbón, ¿quién puede creerse que para paliar un posible, y quizá dudoso, cambio climático de dentro de un siglo, ellos vayan a dejar de quemar ese carbón ahora para seguir siendo pobres y no seguir creciendo?», se preguntó el experto divulgador.

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