España sólo gastó 42 millones de los 500 previstos para cumplir con Kioto durante la presente legislatura
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, explicó que hasta 2012 se destinaron a este cometido 800 millones de euros. En consecuencia, añadió que, según las previsiones de este departamento al principio de legislatura se tendrían que haber empleado en compra de derechos otros 500 millones de euros porque «España estaba lejos de cumplir» con lo comprometido, por lo que el coste de Kioto se habría disparado hasta los 1.300 millones de euros.
Sin embargo, Ramos argumentó que, debido al «giro copernicano» del Ministerio en esta materia, se han ahorrado 458 millones de los 500 que tenía previsto destinar a cumplir con los compromisos adoptados en el Protocolo de Kioto y que se habrían sumado a los 800 millones ya empleados. En este sentido, Ramos destacó que entre los planes de mitigación desarrollados y las negociaciones con otros países para rebajar de forma «muy sustancial» el precio por tonelada de CO2, se logró cumplir el Protocolo de Kioto con menos del 10% de coste previsto. «España ha sido capaz de cumplir Kioto con 42 millones de euros», subrayó.
El cumplimiento de estos compromisos está siendo revisado en la actualidad por inspectores de Naciones Unidas, que contabilizan los datos de emisiones aportados por España. En ese sentido, Ramos aseguró que «España ha cumplido con sus deberes y afronta este proceso con la tranquilidad de saber que tiene los deberes hechos» e indicó que la revisión terminará, probablemente, en septiembre, y antes de final de año se logrará la certificación. «Estamos confiados de que con las políticas impulsadas estos dos años hayamos cumplido con el Protocolo de Kioto«, apuntó Ramos.
El secretario de Estado de Medio Ambiente defendió el «giro copernicano» que anunció al principio de legislatura porque además de reducir emisiones se logró desarrollar actividad económica en España con, por ejemplo, los proyectos CLIMA, que compra las toneladas de CO2 de proyectos de reducción de emisiones que se ejecutan en España y los PIMA Aire, Sol, Tierra, que permiten mejorar la calidad del aire, al renovar y modernizar las flotas de vehículos así como la eficiencia energética de edificios.
El secretario de Estado indicó que todas estas iniciativas han suscitado «mucho interés» por parte de la Unión Europea, de varios países del este de Europa y por Australia que se han interesado y preguntaron por su funcionamiento, así como el del Banco Europeo de Inversiones que está estudiando si se puede aportar una mayor financiación. En este marco, insistió en que para el Gobierno la política ambiental no debe estar contrapuesta al desarrollo ni ser prohibitiva o sancionadora, sino colaboradora u orientadora de un desarrollo sostenible que genere empleo.
En materia de cambio climático, Federico Ramos auguró en los próximos meses una agenda internacional fortísima en la que se cerrará el paquete de Energía y Clima de la Unión Europea para 2030, así como las próximas Cumbres del Clima de Perú a finales de 2014 y, finalmente, la de París de 2015, en la que se espera lograr un acuerdo mundial vinculante contra el cambio climático. En línea con las políticas de reducción de emisiones, Ramos elogió el «novedoso» proyecto de Registro de Huella de Carbono, al que ya se han incorporado 21 empresas que se comprometen a reducirlas.


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