El ministro de Industria dice que la nuclear de tercera generación «es más cara» y señala que el Gobierno prefiere un mercado competitivo a contar con campeones nacionales

El titular de la cartera de Industria, Joan Clos, que intervino el pasado martes en el Foro ABC, se dedicó a hablar de cuestiones que, en su opinión, «aparte de la opa de Endesa, también son noticia».

En este sentido, apuntó, en primer lugar, hacia las subastas de energía, la primera de las cuales se puso en marcha el pasado 13 de junio y que significó poner en manos de otros operadores eléctricos parte de la capacidad de generación de las dos grandes, Endesa e Iberdrola. En esta primera operación, ambas empresas subastaron 800 MW, cantidad que, si atendemos a las explicaciones del ministro Clos, se irá incrementando hasta alcanzar los 2.000 MW. Clos, que explicó que las subastas son un mecanismo que pretende servir para aumentar el grado de liberalización del mercado eléctrico, añadió que han sido un éxito y que los megavatios subastados se vendieron a un precio razonable.

También se refirió a las subastas de distribuidores, señalando que la primera se produjo el 19 de junio y que a partir de entonces se celebrarán sobre una base trimestral. Clos destacó que el precio final de la energía alcanzado mediante estas subastas se situó en los 4,6 céntimos por kilovatio, bastante similar a los precios centroeuropeos.

El ministro no dejó fuera la mención al mercado ‘spot’ ibérico de la electricidad, puesto en marcha el 1 de julio, y señaló que Lisboa lleva celebrando el mercado a plazo desde el 1 de enero de este año. Clos afirmó que el mercado diario (horario) está funcionando perfectamente, y de hecho se han conseguido precios similares a los de Portugal en determinados días, aunque las condiciones no son idénticas entre ambos mercados y esto explica que las diferencias de precios sean algo habitual.

Un Mercado Ibérico de la Electricidad ejemplar

Clos comparó el mercado ibérico de la electricidad (MIBEL) con el mercado escandinavo, por su eficiencia de funcionamiento. El titular de Industria señaló, de hecho, que el MIBEL «es una emulación de lo que se está haciendo en el mercado escandinavo»: la interconexión entre ambos, el portugués y el español, es actualmente del 15%, y se espera que se duplique en dos o tres años mediante las interconexiones que se están construyendo por Galicia y Extremadura. Clos añadió que también existe una buena interconexión con Marruecos. Respecto a la conexión con Francia, lamentó que el Parlamento Europeo suspendiera el nombramiento de Mario Monti como coordinador de la UE para esta conexión, pero se mostró esperanzado en que la Unión Europea apoye a españa con este enlace transalpino, que debería dejar el grado de interconexión próximo al 15%.

El ministro de Industria también se refirió a la situación del gas en España. Clos definió el sistema español como muy seguro y explicó que sólo queda un problema en este sector: el de la capacidad de almacenamiento, para poder hacer frente sin restricciones a las puntas de demanda. Según explicó el ministro, el consumo anual de gas en España ronda los 32bcm, y sería adecuado disponer de una capacidad de almacenamiento de aproximadamente un 20%, lo que significaría contar con 7bcm almacenados. «En estos momentos contamos con unas reservas de gas de 2bcm, y estamos tomando medidas para incrementar esas reservas hasta 4bcm en cuestión de semanas», señaló Clos, aunque no explicó cómo se hará.

Para ilustrar la importancia de disponer de gas almacenado, Clos se refirió al mercado alemán, y explicó que allí, quien marca el precio spot son los almacenistas. Una vez más resaltó que la regasificación es clave para contar con un sistema gasista competitivo. A este respecto, el ex alcalde de Barcelona quiso lanzar un «mensaje de tranquilidad y confianza, puesto que estamos sentando las bases de un mercado energético que funcione correctamente».

La tarifa eléctrica fue otro de los temas a los que hizo alusión el ministro, quien consideró que en este sentido «estamos avanzando bien». Clos explicó que disponemos de un período de tres años de transición para suprimir las tarifas, lo que es muy positivo porque hacerlo de una vez supondría un «shock para el consumidor». También destacó la positiva evolución de los precios del petróleo durante los últimos seis meses, lo que ha contribuido a que la necesidad de actualizar los precios energéticos sea menor.

Respecto a las tarifas industriales, Clos señaló que, salvo las empresas acogidas a la G4, el resto del consumo de alta tensión pertenece a la tarifa aditiva, lo que significa que si a día de hoy se suprimiese la tarifa, ello no supondría ngún coste adicional para ese grupo de empresas. Clos admitió que es existe el problema de los consumidores acogidos a la tarifa G4, pero «es un problema restringido a ese 13%» de clientes.

Energía nuclear no, gracias: muy cara

Después de su ponencia, el ministro de Industria respondió a las preguntas formuladas por el secretario general del Grupo Vocento, José Antonio Zarzalejos. En materia de energía nuclear y dependencia energética, Zarzalejos le expuso el posible problema de una política de cierre progresivo de centrales nucleares cuando se está buscando un mayor grado de independencia y al mismo tiempo se prevé que en 5 años vivamos serias escaseces de petróleo.

Pero Clos no se mostró preocupado por este asunto. Señaló que «la crisis del fin del mundo es algo que se ha reproducido mucho y siempre se encuentran soluciones». Joan Clos negó que el petróleo vaya a acabarse, por lo que no tenemos que dejar de hablar de petróleo, pero sí de petróleo barato. Respecto a su postura sobre las centrales nucleares, Clos explicó que los precios actuales de producción mediante esta tecnología se sitúan entre los 3 y los 4 céntimos, pero las nuevas centrales no podrían producir tan barato. Como ejemplo habló de la central nuclear que en Finlandia están construyendo los grandes consumidores de energía para asegurarse el autoabastecimiento, y explicó que el precio se ha disparado desde 600 millones de euros inicialmente hasta 1.200 millones a día de hoy (con un presupuesto que no está cerrado), lo que está obligando a las empresas apedirle ayuda al Gobierno. «Las centrales nucleares de tres céntimos ya no existen», señaló Clos, quien recordó que los argumentos en los que se basa el debate nuclear son la seguridad, la aceptabilidad política y el precio.

Por último, y a pesar del comentario del principio, Clos no tuvo más remedio que tocar la cuestion de la opa, ante la pregunta de Zarzalejos sobre la postura del Gobierno acerca de los campeones nacionales y la nueva Endesa, y si Clos vería una Iberdrola actual repartida, como ocurre con Endesa.

Endesa, de una pieza

Clos no aceptó que Endesa esté repartida. «Endesa aún está unida y la intención de los accionistas es mantenerla unida». Y se defendió tirando trastos contra la opa lanzada por E.On, señalando que «más contrasentido era diluir la empresa a lo largo de 5 años, diluyendo su nombre». Sobre la cuestión de los campeones nacionales, el ministro explicó que, teniendo que elegir, el Gobierno prefiere garantizar un mercado de electricidad transparene y eficiente a tener campeones nacionales. Pero conseguir un mercado eficiente no obsta, según Clos, para contar con empresas españolas fuertes que puedan competir en mercados europeos.

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