Un experto de la Comisión Europea ve ventajas al fracking en países grandes y más riesgo en pequeños

Según indicó Christian Patermann, en la utilización de esta técnica entran además en «conflicto» cuestiones como la autonomía energética, la competitividad o el empleo y, en consecuencia, valoró su empleo como una decisión difícil y no vislumbró una «respuesta común» para toda Europa. Patermann, que participa esta semana en Santander en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre bioeconomía, reconoció que la técnica de fractura hidráulica «puede ser una gran ventaja» económica para países grandes, como Estados Unidos y Canadá, donde ha abaratado la energía. Pero Patermann añadió que en países más pequeños y con más densidad de población, como Alemania, Austria o Suiza, conlleva más riesgo.

Ahora bien, Patermann también señaló que si las economías europeas quieren colocar sus productos en el mercado americano, van a encontrarse que las industrias locales compiten con mejores precios por los menores costes energéticos. La consecuencia, a su juicio, será la «pérdida de empleo». «¿Quién puede tolerar eso?», se preguntó este experto de la Comisión Europea, que trabajó también para el Gobierno alemán y fue asesor sobre energía nuclear y cambio climático, entre otras políticas. En su opinión, la respuesta a esa pregunta y a este «conflicto» entre «autonomía energética» y «competitividad» es «difícil», y por eso, Europa habla «con voces distintas» en este asunto.

Christian Patermann recordó, por ejemplo, que en Polonia el gobierno central y muchos gobiernos locales apoyan esta técnica, que consiste en inyectar grandes cantidades de agua, arena y productos químicos a presión para romper las rocas y liberar el gas o el petróleo almacenado en ellas. En Alemania, en cambio, sólo se permite el fracking como técnica de investigación, y en otros países las posturas son diversas. En cualquier caso, este experto expresó que el hecho de que exista esta discusión sobre el uso o no de esta técnica demuestra la necesidad de poner más esfuerzos en el desarrollo de las energías renovables y de apostar también por la bioeconomía.

Patermann auguró que la biomasa y otros combustibles biológicos irán ganando peso en el mix energético, pero precisa que no «será de un día para otro», sino que es cuestión de años. Países como Holanda, Alemania, Finlandia y otros del norte de Europa lideran actualmente el avance de la bioeconomía, mientras que España está empezando ahora a marcar su camino con una estrategia que Patermann considera «muy interesante». Este experto de la Comisión Europea confía en las capacidades de España para cumplir con los objetivos de la estrategia europea de energía para 2020, porque tiene biomasa, sol y viento, y es, en sus palabras, «una Arabia Saudí de las renovables«.

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