EDP Renovables proyecta el 80% de su futura expansión fuera de Europa
«La crisis económica en Europa ha provocado que los ciudadanos estén menos preocupados por las energías renovables, que las perciben como caras, y que los Gobiernos sean más propensos a decir lo que la gente quiere oír», argumentó el consejero delegado para Europa y América del sur de EDPR, Joao Costeira.
Durante una rueda de prensa celebrada en las oficinas de la compañía, Costeira apuntó que la empresa, con sede en Madrid y que genera el 32% de su el resultado bruto de explotación (Ebitda) en España, considera los mercados de Estados Unidos, México y Brasil como los «más atractivos» para los próximos años.
En este sentido, previó un crecimiento de las operaciones de EDPR en Estados Unidos, donde las buenas condiciones del viento, sobre todo en el Medio Oeste, y al vasto territorio del que dispone el país lo convierten en un lugar propicio para construir nuevos parques eólicos.
Asimismo, destacó las futuras inversiones de la empresa en Brasil, donde aseguró que producir energía renovable es «más barato», y en México, país en el que operará un parque eólico (de 180 megavatios de potencia) tras firmar en abril un contrato de 25 años con la minera Industrias Peñoles.
Con respecto a la Península Ibérica, afirmó que EDPR no tiene pensado operar nuevos parques en España, donde controla 94 plantas de energía renovable que suman alrededor de 2.000 turbinas, lo que le convierte en la tercera empresa del sector en el país.
«En España aún tenemos grandes instalaciones que operar y seguirá siendo un sitio importante, pero nuestro crecimiento se realizará en el resto del mundo», matizó.
El directivo también hizo hincapié en la necesidad de mejorar las interconexiones eléctricas de la Península Ibérica con Francia para que España y Portugal puedan exportar energía renovable al resto de Europa.
«Tenemos grandes capacidades de generación energética en Portugal y España pero las interconexiones con Francia siguen siendo deficientes«, recalcó.
Costeira, además, censuró el Real Decreto aprobado por el Gobierno español que fija un nuevo esquema retributivo para las energías renovables que supone un recorte cercano a los 1.700 millones de euros.
«Las decisiones que ha tomado el Gobierno son dañinas para las empresas de energía renovable, y sobre todo, para la percepción del país en el extranjero», sentenció.


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