Portugal teme que el nuevo marco retributivo para las renovables en España ahuyente las inversiones
«Los inversores ven la Península Ibérica como un todo y sienten que su inversión en España no esta asegurada, lo que también puede desmotivarles a la hora de venir a Portugal», manifestó hoy el presidente de la Asociación Portuguesa de Energías Renovables (APREN), Antonio Sá Da Costa.
Sá Da costa se mostró muy crítico con el Real Decreto aprobado por el Gobierno español el 6 de junio que fija un recorte de unos 1.700 millones de euros para este año y que, además, diseña un nuevo marco retributivo menos beneficioso para las compañías de energía renovable.
Con la nueva norma, de carácter retroactivo, cada planta cobrará en función de la inversión, un esquema con el que hay plantas, fundamentalmente parques eólicos, que dejarán de recibir retribución adicional.
«Lo que no se puede hacer de ninguna manera es cambiar las reglas del campeonato en medio del torneo», dictaminó Sá Da Costa, quien denunció, sobre todo, el efecto retroactivo de la ley por considerarlo «injusto» con las empresas que invirtieron en España cuando la legislación era más favorable.
En ese sentido, auguró una «lluvia de demandas» de arbitraje contra el Ejecutivo por parte de las sociedades con activos renovables en España, de las que hasta el momento ya se han presentado seis ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).
A diferencia de España, dijo, el Gobierno portugués de Pedro Passos Coelho tiene una posición «favorable» al crecimiento de las empresas de energía renovable y está haciendo «todo lo posible» por dar una imagen positiva del país en el exterior para atraer capital extranjero.
«La legislación en Portugal podría ser mejor de lo que es, pero si hicieran algo parecido a lo que han hecho en España quebrarían todas las empresas», manifestó el presidente de la asociación que representa a las renovables en el país vecino.
Al igual que España, Portugal cuenta con un gran número de plantas de energía renovable con las que podría generar y exportar electricidad al resto de Europa. No obstante, las interconexiones eléctricas con Francia son «insuficientes», lo que limita la venta de energía renovable generada en la Península Ibérica en el resto de Europa.
«A Francia no le ha interesado hasta ahora desarrollar una mejor interconexión eléctrica con la Península con el fin de defender los intereses de su industria nuclear», manifestó Sá Da Costa.
España y Francia disponen de una interconexión eléctrica del 1,6%, por lo que Sá Da Costa ve complicado que se logre el objetivo mínimo del 10% establecido por la Unión Europea para 2020, una infraestructura que «ahoga» las exportaciones de energía de los países ibéricos a sus socios comunitarios.
«La Comisión Europea quiere desarrollar un verdadero mercado de energía y para ello tiene que haber tránsito de energía entre países», sentenció.


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