Greenpeace pide desde el Rainbow Warrior la paralización de los sondeos petrolíferos en España
Greenpeace reclamó este lunes, a bordo del barco Rainbow Warrior en Valencia, puerto en el que estará dos días, que no se pongan en marcha los proyectos de exploraciones petrolíferas en aguas de Baleares, Canarias, mar de Alborán y golfo de Valencia. Junto con representantes de plataformas ciudadanas de Valencia, Ibiza y Canarias, miembros de Greenpeace presentaron en el Rainbow Warrior el informe ‘Petróleo NO, ni aquí ni en el Ártico’, que concluye que «no existe ninguna forma segura de extraer petróleo en aguas profundas«.
«Este tipo de pozos supone enormes riesgos de vertidos, incendios y contaminación. Aunque los impactos no se limitan a la fase de extracción del crudo; las diferentes fases de la investigación en la búsqueda de hidrocarburos en el mar producen unos impactos ambientales diferentes», refleja. Además, el informe presentado por Greenpeace señala que los sondeos de búsqueda de petróleo conllevan «graves consecuencias» en sectores como el turismo y la pesca, por lo que aboga por «un modelo energético 100% renovable».
Greenpeace asegura que los proyectos petrolíferos pondrán en peligro al organismo vivo más grande del mundo, puesto que se ha encontrado un ejemplar de ocho kilómetros de posidonia oceánica en aguas de Ibiza y Formentera, además de más de 19.000 especies de fauna y flora. Asimismo, señala que estas prospecciones afectarán a parques naturales y espacios protegidos, y amenazan a ballenas, delfines, atún rojo y tortugas, entre otros animales. «Un proyecto peligroso e innecesario medioambiental, económica y energéticamente hablando», añade.
Además, destaca que, según datos de empresas petrolíferas, los yacimientos del golfo de Valencia, el delta del Ebro y el golfo de León suministrarían un máximo de 272 millones de barriles de crudo. «Si España consume 1,5 millones al día, la destrucción ambiental de esta valiosa zona serviría tan solo para extraer el equivalente a medio año de suministro como máximo«, recalcan desde la organización.
Julio Barea, de Greenpeace, comentó que «el Gobierno tiene que parar los proyectos de extracción de petróleo y apostar por un modelo energético 100% renovable» recalcando que su organización ha demostrado mediante un informe que en 2050 Europa, y sobre todo España por su potencial, con una apuesta por las energías renovables puede superar su dependencia de los hidrocarburos. Además, consideran que podrían ahorrarse 200.000 millones de euros al año. «Exigimos que las prospecciones se paralicen. La autorización de sondeos en Canarias ha sido un jarro de agua fría, pero también nos sirve para seguir adelante y no rendirnos», agregó. Barea ha explicado que España depende en más de un 50% del petróleo y sus derivados para satisfacer sus necesidades energéticas y que la quema de combustibles fósiles es la principal causa del cambio climático.
Así, Barea señaló que tenemos «la gallina de los huevos de oro», que es nuestro turismo, naturaleza y pesca, y «queremos matarla para hacer caldo». Al respecto, cuestionó quién va a compensar si ocurre un accidente o simplemente del daño crónico que se va a producir al medio ambiente. En ese sentido, Barea recordó que el vertido del golfo de México, en países con tecnologías punteras, costó más de tres meses de cortar y su limpieza costó 12.000 millones de dólares, lo que «evidencia el peligro de los vertidos». «Las empresas y el Gobierno mienten cuando dicen que las prospecciones son seguras», recalcó y, por ello, exigió su final definitivo.
«Todavía tenemos tiempo de parar este sin sentido. Aún es posible que el rechazo social masivo en contra de las prospecciones haga que el Gobierno entre en razón y se replantee estos peligrosos e innecesarios proyectos. Ahora más que nunca es momento de unirnos para hacer frente a esta amenaza que cambiaría sustancialmente la economía y las costumbres de las zonas afectadas», indicó Albert Fernández de Petroli No Columbretes Netes, una plataforma ciudadana de Valencia contraria a los proyectos petrolíferos.
Así, el portavoz de Petroli no-Columbretes Netes también señaló que los lodos contaminados que provocan estas prospecciones provocan la muerte directa de la flora y fauna alrededor de 500 metros , pero que afecta también a la situada a 20 kilómetros de distancia. Además, advirtió de los daños que genera el simple ruido en los cetáceos. Fernández recordó que las Islas Columbretes está declarada Parque Natural, Reserva Natural, y Reserva Marítima y además tiene unos «fuertes lazos» históricos con Castellón ya que durante muchos años fue la base de dónde salían los pescadores a faenar. Un ecosistema que se está amenazado por este proyecto. Por ello, anunció que este viernes hay convocado otro acto en el que un centenar de personas ondearán banderas contra las prospecciones.
El representante de la oficina de Acción Global contra las prospecciones en Canarias, Ezequiel Navio, señaló que la situación de Canarias, tras la autorización a Repsol, es «especialmente preocupante» y criticó que el Gobierno «favorezca los intereses de una multinacional que está empecinada en entrar a patadas en Canarias» a pesar de que cuenta con la negativa del Parlamento, de los cabildos, de la sociedad y de los operadores turísticos.
Después de Valencia, el Rainbow Warrior proseguirá su ruta por aguas españolas hacia Ibiza donde llegará el día 11, acompañado por una flotilla de bienvenida a la que se sumarán las embarcaciones que lo deseen. El Rainbow concluirá su visita en Mallorca los días 14 y 15. La campaña de Greenpeace contra las prospecciones terminará en Canarias durante la semana del 23 al 29 de junio aunque diversos motivos logísticos impedirán la presencia del barco.
Denuncia en Bruselas contra prospecciones
WWF presentó una queja ante la Comisión Europea tras el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente a la solicitud de Repsol para realizar sondeos en aguas profundas de Canarias. A juicio de esta organización ecologista, dicha autorización vulnera las directivas europeas de protección de la naturaleza ya que consideran que el Gobierno no ha analizado adecuadamente la riqueza natural de la zona afectada y, por lo tanto, estaría violando la Directiva 92/43/CEE de protección de los hábitats, y la Directiva 2011/92/UE de impacto ambiental.
Según el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, después de denunciar los permisos otorgados por el Gobierno ante el Supremo, «ahora denunciamos ante Bruselas la declaración de impacto ambiental aprobada, ya que permite las prospecciones en el mayor núcleo de ballenas y delfines de toda la Unión Europea«. Para WWF, llama la atención que las localizaciones de los sondeos están «justo en el límite» del área estudiada por el proyecto Life Indemares, que descubrió los grandes valores ambientales de la costa oriental de Lanzarote y Fuerteventura. Según las conclusiones del proyecto Life, «la zona es una de las más importantes del mundo para los cetáceos, con presencia de 29 especies, algunas de ellas amenazadas y todas ellas protegidas por la legislación europea».
«Las ballenas no saben leer el BOE. El Gobierno ha dividido artificialmente la zona en la que viven las ballenas, protegiendo un lado y permitiendo las prospecciones justo en el otro. Es una arbitrariedad que no puede ser tolerada por las instituciones europeas», sentenció Juan Carlos del Olmo. Según argumenta la organización ecologista, el Ministerio de Defensa ya reconoció esta riqueza declarando la zona como libre de sónar, tras unas maniobras militares que produjeron la muerte de más de una decena de zifios en 2002.
Además, desde WWF critican que España autorice estos sondeos sirviéndose del retraso en la declaración del área protegida colindante con los terrenos a prospectar porque esto vulnera el Tratado de la Unión Europea. Así, añaden que la declaración del Espacio Marítimo del Oriente y sur de Lanzarote y Fuerteventura como área protegida de la Red Natura 2000 ha sido «manifiestamente demorada» porque las otras nueve zonas marinas que formaban parte del proyecto Life Indemares ya han sido aprobadas. Esto se debe, según la ONG a que las prospecciones no se podrían haber autorizado si el espacio ya hubiera sido declarado.
En su queja, WWF asegura que el proyecto vulnera también la Directiva Europea de impacto ambiental, porque no analiza «el enorme rechazo social» y está «lleno de vaguedades e indefiniciones», puesto que no identifica correctamente las afecciones sobre la fauna, los ecosistemas, la pesca y la población local, ni se especifican las medidas para atenuar los previsibles impactos de la actividad. «Desde WWF seguiremos oponiéndonos con todos los medios legales a nuestro alcance para detener la oleada de prospecciones petrolíferas que amenaza ya el 12% de las aguas territoriales», concluyó el secretario general de WWF.



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