Marín Quemada muestra su preocupación por los precios más baratos del gas en Estados Unidos

Marín Quemada lanzó esta advertencia durante la reunión anual de la Asociación Española del Gas (Sedigás), en la que además citó algunos de los retos del sector a nivel internacional, entre ellos el aumento de la demanda en Asia, el «despegue» de nuevos usos y la necesidad, en el caso de Europea, de avanzar hacia un mercado interior que facilite las transacciones y armonice los precios en los distintos países de la Unión Europea.

El presidente de la CNMC recordó que su organismo trabaja actualmente en la creación de un centro de distribución o hub de gas en la península Ibérica, en el que se negociarían productos estandarizados y que contaría con suficiente liquidez ya que «España cumple con las condiciones necesarias» para que así sea. De esta manera, el hub proporcionaría una referencia de precios ibérica, lo que potenciaría la entrada de nuevos agentes en el sector, aunque la mayor parte de los contratos de gas seguirían siendo bilaterales, reconoció Marín.

«El sector del gas natural se enfrente en estos momentos a incertidumbres sobre su comportamiento futuro por el lado de la oferta y la demanda», señaló, antes de citar, dentro del primer ámbito, la fuerte dependencia de algunos países y los acontecimientos de carácter geopolítico, entre ellos la crisis de Ucrania. En este sentido, Marín Quemada indicó que la «preocupación» que existe en Europa por este conflicto está impulsando la búsqueda de nuevos orígenes y rutas alternativas para el gas con el objetivo de reducir el «riesgo potencial de interrupciones de suministro».

Otras opciones a medio y largo plazo, según Marín, son la producción de gas no convencional o un mayor desarrollo del gas natural licuado (GNL), que se transporta en barco y que permitiría «rentabilizar las infraestructuras de regasificación de España y otros países de Europa». En el caso español, recordó que «la regulación tiene un papel crucial para garantizar un terreno de juego equilibrado y se pueda competir» y destacó la importancia de «un marco estable y predecible«. «De todo ello somos muy conscientes en la CNMC», afirmó.

Potencial de la industria gasista

Durante la clausura de la reunión anual de Sedigás, el presidente de esta asociación, Antonio Peris, destacó el potencial que «visualiza» el sector para el crecimiento de la industria gasista en los próximos años. «El grado de penetración nos permite prever una continua expansión de la industria», afirmó. En este sentido, reivindicó «mayor coordinación entre todos los agentes para poner en marcha las diferentes políticas energéticas».

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, compartió su visión sobre el panorama económico de España, con un «cambio de tendencia» que propiciará entrar este año en vías de salida de la crisis económica en la que lleva sumida desde 2008. Rosell también hizo un repaso a la situación de los principales países de Occidente, citando como ejemplo a seguir la reindustrialización que está llevando a cabo Estados Unidos en los últimos años. El presidente de la patronal consideró que España está mal regulado y presenta mucha litigiosidad, por lo que pidió al Gobierno más simplificación y leyes mejor hechas y que ofrezcan mayor estabilidad.

Gas para reducir las emisiones

El subdirector general de Coordinación de Acciones frente al Cambio Climático, Eduardo Fernández, departamento dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, insistió en la necesidad de aumentar el uso del gas y el biogás como método para lograr reducir las emisiones de CO2 y poder cumplir los objetivos de emisiones que España tiene comprometidos para los próximos años.

Eduardo Fernández aseguró que el coste «por no haber hecho los deberes» del protocolo de Kioto ronda los 700 millones de euros, y recordó que en la segunda parte del acuerdo ambiental y ante las autoridades europeas en materia de Energía y Clima, España se ha comprometido a reducir un 10% sus emisiones CO2 hasta 2020 con respecto a 2005.

Además, destacó que se espera que estas emisiones vuelvan a subir después de un periodo en el que se han ralentizado a causa de la crisis, por lo que ha indicado que España entraría nuevamente en una senda de incumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones «a partir de 2016«, por lo que «podría volver a tener déficit en este sentido si no se ponen en marcha medidas adicionales«.

Por ello, repasó algunas de las iniciativas que se incluyen en la Hoja de Ruta 2020, que integran un paquete de medidas para reducir las emisiones de los sectores difusos como, por ejemplo, la rehabilitación en el sector residencial que vaya reemplazando calderas antiguas por otras de condensación más eficientes. Además, Eduardo Fernández destacó la necesidad de migrar a combustibles menos emisores, incrementar el uso del gas natural en el transporte, el impulso al biometano y la explotación «al máximo» del potencial del biogas, del que ha destacado que su factor de emisión es cero.

Fernández recordó algunas de las políticas que el Gobierno está llevando a cabo para evitar el cambio climático, como los Proyectos Clima o el fomento de la huella de carbono, una medida con la que se pretende «crear incentivos para que las empresas registradas demuestren que están comprometidas». Por último, indicó que para 2030 el objetivo de reducir emisiones es posible que sea de un 40%, por lo que consideró que «el esfuerzo no ha hecho nada más que empezar».

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