El PP defiende las prospecciones de petróleo en el Congreso tras romper la disciplina de voto en el Senado

A falta de la votación de este jueves en la Cámara baja, todo indica que el PP cerrará filas y votará en contra de una moción de CC-NC que pide dejar en suspensión los permisos de investigación y de exploración de hidrocarburos ante la falta de acuerdo con las comunidades autónomas afectadas.

La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, llevó al Pleno de la Cámara Baja una moción en la que, entre otros puntos, incluyó el mismo texto que fue votado en el Senado y que provocó la ruptura de voto de los parlamentarios baleares por orden expresa del presidente de la comunidad, el «popular» José Ramón Bauzá.

En concreto, el primer punto de la moción instó al Gobierno a suspender los permisos concedidos o en trámite de investigación y exploración de hidrocarburos en el mar hasta que se llegue a un acuerdo con las comunidades afectadas. «Es el mismo que se aprobó en el Senado y en el Parlamento de Baleares», recordó Oramas.

Pese a esta polémica, el diputado del PP, Guillermo Mariscal, dedicó su intervención a defender las prospecciones y acusó a quienes se oponen a ellas de tener «querencia» porque todo permanezca igual. «Están negando las oportunidades», advirtió al recordar que primero se llevará a cabo una exploración para determinar si existen esos recursos petrolíferos. «Se está confundiendo exploración con extracción», advirtió.

Mariscal pidió no «limitar» el acceso a nuevas oportunidades de crecimiento y empleo para Canarias y Baleares e hizo hincapié en la dependencia energética española. «Los turistas no llegan en ala delta, vienen en un avión que se mueve con hidrocarburos», recordó ante las críticas de partidos de la oposición por el efecto que las prospecciones puedan tener en el turismo.

El diputado de PP aseguró que las prospecciones en Canarias aportarían seguridad, abastecimiento energético, crecimiento económico y un ahorro cercano a los 28.000 millones de euros.

En este sentido, la diputada de Coalición Canaria rechazó que el petróleo sea una fuente de riqueza a la que no se puede renunciar y recordó el caso de numerosos países que lo descartaron por razones medioambientales. También rechazó que sea una fuente de creación de empleo, ya que generaría menos trabajo que un solo complejo hotelero. «¿Y cuántos hoteles se van a ir?», preguntó.

Pero Oramas hizo hincapié en el peligro medioambiental que se corre y alertó de que no existe aún ninguna tecnología que descarte al cien por cien un derrame de crudo que llevaría al «garete» al turismo canario y advirtió a los diputados del PP de su responsabilidad si hay algún accidente consecuencia de «decisiones irresponsables y precipitadas».

También el PSOE apoyó esta iniciativa y recordó tanto declaraciones de dirigentes «populares» años atrás rechazando las prospecciones como su apoyo a que se hiciesen sólo acordadas con las comunidades afectadas, según expuso la diputada Patricia Hernández.

Según denunció, el ministro de Industria, José Manuel Soria, se está comportando en este asunto «más como un miembro del consejo de administración de Repsol que como un ministro que representa al pueblo español», e insistió en que la operación entraña demasiados riesgos como para que sea adoptada sin acuerdo con las instituciones canarias y baleares.

La diputada canaria negó que las prospecciones vayan a crear empleo como asegura el PP. «Va a crear menos puestos de trabajo que un hotel, y ¿cuántos hoteles se van a ir?», se preguntó.

Por su parte, el portavoz de la Izquierda Plural, José Luis Centella, definió este asunto como «un conflicto de intereses» y lamentó que el Gobierno haya optado por los intereses de una multinacional frente a los del pueblo canario y su economía. «Optan por ponerse al servicio de Repsol y no les importan las consecuencias», reprochó.

Centella avisó que no se puede cambiar el «oro del turismo», un sector especialmente volátil, por un negocio incierto, como es la hipotética extracción de petróleo.

La iniciativa, que también recibió el respaldo de PNV y CiU, pedía además que se autorice a Canarias a celebrar un referéndum para conocer la opinión de los ciudadanos y pedía que se abra un nuevo periodo de consultas e información pública.

En este sentido, Oramas reclamó la celebración de una consulta en las islas para que los canarios puedan decidir si quieren las prospecciones en sus aguas. «Si ustedes creen que el pueblo canario apoya las prospecciones deje que se celebre un referéndum», dijo.

También solicitaba no autorizar la tramitación de permisos de investigación o exploración de hidrocarburos hasta la plena transposición de la directiva comunitaria, mucho más estricta en los requisitos que se exigen a las petroleras y a las responsabilidades que tendrían que asumir en caso de vertidos contaminantes.

Quien sí apoyó las prospecciones es UPyD, según adelantó su diputado Carlos Martínez Gorriarán, quien recordó el problema energético que sufre Canarias y la subvención que recibe a través de la factura de la luz «de todos los españoles».

«Sí quieren subvenciones para la energía pero no quieren correr ningún riesgo con un recurso imprescindible», reprochó poniendo como ejemplo a Noruega, un país cuyo 35% del Producto Interior Bruto (PIB) proviene de los hidrocarburos y con un «envidiado» estado del bienestar. Además, lamentó que el Gobierno de las islas haya hecho poco por las energías renovables, a pesar de las posibilidad de la actividad geotérmica.

UPyD sí apoyó sin embargo aquellos puntos de la iniciativa destinados a promover las máximas garantías medioambientales y rechazó que se convoque un referendo «para todo».

El diputado del PP Mariscal insistió en defender el «procedimiento escrupuloso» seguido por el Gobierno y también aseguró que tendrá beneficio económico para la zona debido al «efecto arrastre» que tendrá, promoviendo actividad industrial, de comercio y portuaria.

El diputado canario reprochó además a Coalición Canaria y el PSOE sus «contradicciones» en este asunto y les pidió pensar «en el interés general tras acusarles de «negar las oportunidades a miles de personas para mejorar su situación económica por querer conservar influencia y poder» y sostuvo que «en el PP queremos ser proactivos y dueños de nuestro futuro».