La Unión Europea apuesta por la creación de un mercado energético común para reducir dependencias

«Necesitamos una política exterior energética común», afirmó el comisario europeo, Günther Oettinger, en la rueda de prensa posterior a la reunión informal de ministros europeos de Energía que se celebró en la capital griega.

Oettinger insistió en la necesidad de que los acuerdos intergubernamentales con terceros se hagan a nivel europeo.

Asimismo, el comisario europeo se mostró «cautelosamente optimista» acerca de que en las próximas dos semanas, la Unión Europea, Rusia y Ucrania puedan alcanzar un acuerdo sobre la disputa en torno al precio de venta del gas de Moscú a Kiev.

El representante europeo también hizo hincapié en la lista de posibles sanciones a Rusia, pero explicó que la Unión quiere excluir de ellas al sector energético y específicamente al del gas.

«Mantenemos la cooperación, Rusia suministra y Europa paga el gas. Creemos que es equivocado utilizar el (suministro de) gas como arma», dijo Oettinger.

El comisario añadió que la Unión Europea espera que el suministro no sólo esté garantizado para los 28, sino para Ucrania, Moldavia y los Balcanes occidentales, de los que la Unión se siente igualmente responsable.

«Queremos mantener a Rusia como socio, pero que Noruega asuma un papel más importante, así como Argelia y el corredor del sur», aseguró el comisario en alusión al proyecto de gasoducto que conecta Azerbaiyán con Italia a través de Georgia, Turquía, Grecia y Albania.

El ministro griego de Energía y Medio Ambiente, Yannis Maniatis, hizo especial hincapié en los objetivos de mejorar la eficiencia y reducir el gasto energético no sólo como una meta de cara al cambio climático, sino también para reducir las dependencias.

Maniatis explicó que la Unión Europea paga todos los años 320.000 millones de euros por la importación de carburantes. «Con un objetivo ambicioso hasta 2030, la reducción de consumo y el aumento de la eficiencia energética podemos ahorrar 300.000 millones al año«, dijo el titular griego.

Respecto al debate en torno a la posibilidad de introducir un precio fijo para el gas en toda la Unión Europea, Oettinger se mostró en contra de que sea la política la que imponga una tarifa del gas, pero se posicionó a favor de que el mercado, mediante sus propias reglas, lleve a ese precio único.

El comisario anunció una propuesta para elevar de 30 a 50 ó 60 días el periodo mínimo de reserva de gas que debe tener cada país miembro.

Oettinger explicó que este plazo alcanza los 90 días en el petróleo -que ahora mismo cuenta con reservas incluso de 125 días- y que los expertos están calculando los costes de este aumento, que podría ser uno de los instrumentos para elevar la independencia del suministro por parte de terceros países.

Además, permitiría, junto con los gasoductos bidireccionales, realizar intercambios entre los estados miembros en caso de inviernos especialmente crudos en algunas zonas de la Unión Europea.

«La infraestructura energética es la madre de las estrategias energéticas (…) Empezamos este mismo año varios proyectos para reducir la dependencia energética con un presupuesto europeo de cofinanciación hasta 2020 de 5.800 millones de euros», destacó Oettinger.

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