El gasoducto entre Bilbao y Treto cierra el sistema del Arco Atlántico
La inauguración del gasoducto tuvo lugar en Zierbena (Bizkaia), junto al puerto, donde el lehendakari, Iñigo Urkullu, el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, y el de Enagás, Antonio Llardén, procedieron a la apertura «simbólica» de las válvulas de paso, ya que en realidad se controlan electrónicamente, aunque la circulación de gas estaba cortada por razones de seguridad.
El gasoducto, de 53 kilómetros, supuso una inversión de 41,2 millones de euros y generó unos 400 empleos directos durante los 16 meses que ha durado la construcción de esta infraestructura, propiedad de una sociedad constituida por Enagás (90% del capital) y el Ente Vasco de la Energía (10%).
La nueva infraestructura finaliza y conecta la red gasista vasca de alta presión, que enlaza con la francesa y europea, y la regasificadora de Bahía de Bizkaia Gas (BBG), a la que llega en barcos el gas licuado, con la del resto de la cornisa cantábrica. El gasoducto finaliza en Treto porque allí enlaza con la conducción primaria Burgos-Santander-Asturias.
Esta nueva infraestructura cierra la red gasística de todo el Arco Atlántico y diversifica las fuentes de aprovisionamiento, con conexiones con las redes europeas en Francia (por las que puede llegar gas de Rusia), con el gasoducto de la península (con gas de Argelia) y con el gas licuado que llega a BBG, además dos grandes almacenes en el antiguo yacimiento de Gaviota (Bizkaia) y en el de Lussagnet (Francia).
El lehendakari destacó que «Euskadi es gasista» y que ahora su «apuesta de futuro» en este sector es la creación en Bilbao del «hub» (centro de distribución) ibérico del gas natural, el punto de intercambio para los servicios de mercado, logísticos y financieros relacionados con las transacciones de esta materia prima.
Urkullu incidió en la «apuesta estratégica» por el gas natural que hizo Euskadi desde 1980, cuando no llegaba a representar ni el 1% de la energía consumida, mientras que en 2012 supuso el 39,8% y superó a los derivados del petróleo.
El lehendakari recalcó que la energía, la «fabricación avanzada» y las biociencias y la salud serán las tres áreas «prioritarias» de la estrategia de «especialización inteligente» que establecerá el Consejo Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación, que se constituirá esta tarde.
El presidente cántabro, Ignacio Diego, señaló que la nueva infraestructura soluciona el «problema» de que los gasoductos de la región quedaran «colgados» en la zona oriental y se mostró convencido de que mejorará la competitividad de la industria y el turismo de la comunidad autónoma, además de la calidad de vida de la zona oriental de Cantabria.
Además, Diego apostó por seguir «estrechando y fortaleciendo» los «lazos» entre Cantabria y el País Vasco.
El presidente de Enagás subrayó la importancia de enlazar dos «subsistemas» gasísticos que no estaban conectados como el de Asturias/Cantabria y el del País Vasco.
Llardén explicó que Enagás cuenta con una red de 500 kilómetros de gasoductos de alta presión en Euskadi y de 300 kilómetros en Cantabria, además del almacenamiento de Gaviota, que es el mayor de España y duplicará su capacidad.
También anunció que próximamente, el gasoducto Irún-Biriatu (Francia) multiplicará por 10 su capacidad de transporte con la nueva estación de compresión de Euskadur.
Al acto de inauguración también acudieron los delegados del Gobierno en el País Vasco y Cantabria, Carlos Urquijo y Samuel Ruiz, respectivamente, así como el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, que reside a pocos kilómetros del lugar donde se instalaron las válvulas de control.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir