Japón no dejará de utilizar energía nuclear a pesar de Fukushima
No obstante, el Gobierno japonés apostará de manera paralela y «en mayor cantidad» por las energías renovables, recalcó Satoh durante un desayuno informativo celebrado en Madrid.
El consumo energético de Japón proviene en un 30% de las centrales nucleares, en un 60% de las energías convencionales –gas natural, petróleo y carbón– y en un 10% de las renovables, principalmente de la energía hidráulica.
Desde el desastre de la central nuclear de Fukushima, los 50 reactores nucleares de Japón permanecieron apagados en diversas ocasiones para poder proceder a las tareas de evaluación de seguridad. «Ahora, ese 30% procedente de la nuclear proviene de las energías convencionales y eso cuesta mucho dinero», aseguró.
«La importación de hidrocarburos está costando casi 22.000 millones de euros anuales», aseguró el embajador. «No se puede sostener (económicamente) un sistema con estas instalaciones sin utilizar», añadió. «Japón no va a abandonar el uso de energía nuclear (…) pero apostará paralelamente y en mayor cantidad por las energías renovables», ha concluyó el embajador.
El debate de la energía nuclear cobró importancia tras el terremoto y el tsunami de 2011. A pesar de que la central Fukushima estaba preparada para un terremoto ya que Japón se asienta sobre una falla, no lo estaba para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.
Poco antes de las elecciones de 2012, que ascendieron al Partido Liberal Democrático de Shinzo Abe al poder, el ex primer ministro Yoshihiko Noda incluyó entre sus promesas electorales eliminar la dependencia de las nucleares para 2030. Su predecesor, Naoto Kan, propuso que para 2020 el porcentaje de la energía que procede de las renovables pasara del 10% al 20%.


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