La luz bajaría hasta un 14% si las renovables se pagaran con tasas, según afirma Economics for Energy
El estudio contempla distintos supuestos para modificar los impuestos energéticos y ambientales, entre ellos sustituir el actual sistema de sufragar las renovables (7.477 millones de euros anuales, según sus cálculos) con cargo a la tarifa por diversos impuestos para todo el sector energético.
Este cambio tendría un impacto neutro en las cuentas públicas, al tiempo que supondría un abaratamiento del recibo de la luz del 13,9% pero un repunte del 10,26% en el gas natural y del 12,89% en los combustibles de automoción.
El informe también analiza en otro supuesto el impacto de repartir el coste de las renovables entre todos los sectores productivos del país, lo que repercutiría en una rebaja de la electricidad del 28,86%, aunque subirían el resto de productos.
5.500 millones de euros en impuestos energéticos y ambientales
El documento recoge también propuestas concretas para abordar la reforma fiscal pendiente en España sobre el sistema impositivo energético y ambiental, en el que detectaron distintas «anomalías». Entre las principales recomendaciones, figura la introducción de impuestos que garanticen la sostenibilidad de la recaudación teniendo en cuenta las limitaciones distributivas entre las rentas familiares y la competitividad empresarial.
De hecho, según los directores de Economics for Energy, Xavier Labandeira y Pedro Linares, la reforma del sistema fiscal energético permitiría recaudar 5.500 millones de euros al año en España, lo que a su vez se podría aprovechar para la reducción de los tributos sobre el trabajo y la mejora de la eficiencia energética.
Además, el centro de expertos abogó por una mayor «coordinación y armonización» de los tributos fijados por las comunidades autónomas y la inclusión de estas medidas en una reforma fiscal integral para buscar el equilibrio evitando cargas impositivas mayores a los contribuyentes.
Los impuestos energético-ambientales, señaló la organización, generan importantes recursos económicos en los países desarrollados y emergentes, y cumplen así con su objetivo recaudatorio y de captación de rentas asociadas a la producción de la energía.
Así, en 2011 supusieron el 4,6% de la recaudación fiscal total en la UE-27, quedándose en España en el 4,1%, mientras que en China se elevaron al 7,8% y en Japón al 10,2%. De hecho, el análisis realizado sobre estos impuestos en España concluyó que su nivel impositivo está, en general, por debajo de la media de los países de su entorno.
En concreto, si se introdujera una subida de los impuestos mínimos para las emisiones de CO2 como contempla la Unión Europea se podrían ingresar hasta 5.283 millones de euros anuales.
En la misma línea, el establecimiento de impuestos al óxido de azufre SO2 y al óxido de nitrógeno NOX reportaría una recaudación de hasta 5.354 millones de euros al año y la fijación de un gravámen para las emisiones de CO2 no contabilizadas en el mercado -esencialmente, hogares y transporte-, de hasta 6.620 millones de euros.
No obstante, estos impuestos cumplen un objetivo de corrección del impacto ambiental que provoca la producción de la energía a un coste económico reducido.
En este sentido, Labandeira y Linares, señalaron que estas posibilidades «pueden contribuir» a salir de la crisis, aunque advirtieron de que los impuestos energético-ambientales no son una «panacea» fiscal, ya que por sus efectos correctores el consumo se contiene y, en consecuencia, también lo hace la base imponible de estos tributos.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir