Las furgonetas que se vendan en la UE a partir de 2020 estarán obligadas a emitir menos CO2

El texto, que fue acordado informalmente con los ministros de la Unión Europea y tuvo el visto bueno de la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara el pasado mes de noviembre, propone la introducción de procedimientos de ensayo más fiables para medir las emisiones contaminantes, según informó el Parlamento Europeo.

El eurodiputado liberal alemán Holger Krahmer, ponente del informe que llevó a la aprobación final de esta nueva norma, celebró la nueva legislación, que, según señaló, estuvo rodeada de «negociaciones difíciles».

«Me alegro de que no hayamos cedido a ningún tipo de presión para cambiar los objetivos. Como la vida útil de los vehículos comerciales ligeros es más larga que la de los turismos, es apropiado atenernos a la meta que nos habíamos fijado», apuntó.

Los límites representan una media máxima autorizada de emisión para toda la flota de los modelos que haga cada fabricante de furgonetas registradas en la Unión Europea y afecta a los vehículos de hasta 2 toneladas.

El objetivo de los 147 gramos por kilómetro para 2020 representa el techo de emisiones medias autorizadas para toda la flota de modelos de fabricantes comunitarios de furgonetas de hasta 2,610 toneladas sin carga y 3,5 toneladas con ella. La nueva norma se aplicará en aquellos modelos de los que se produzca más de 1.000 vehículos al año.

En este sentido, los fabricantes deberán producir suficientes modelos de furgonetas con bajo nivel de emisiones para compensar los más contaminantes y cumplir, de este modo, con el equilibrio global de 147 gramos por kilómetro en 2020, bajo pena de sanciones.

Para lograr sus objetivos, los productores de vehículos comerciales ligeros contarán con un sistema de «supercréditos», que otorga más importancia a los vehículos que emitan menos de 50 gramos por kilómetro. Este método ya existe, pero no va a renovarse, por lo que expirará en 2018.

Por último, el texto adoptado por el Parlamento Europeo pone en evidencia las lagunas de los actuales ensayos medioambientales, que los fabricantes explotaron para generar cifras de consumo y emisiones que son casi imposibles de conseguir bajo las condiciones de conducción normales del día a día.

Durante las negociaciones, los parlamentarios obtuvieron el compromiso de la Comisión Europea de poner en marcha lo antes posible el procedimiento mundial de ensayo de vehículos ligeros (WLTP) definido por la ONU.

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